Sergio Rico: “No me intimida jugar en el Bernabéu; disfruto”
El portero defiende la meta de un Sevilla que busca ante el Madrid el punto que le asegure la cuarta plaza a su equipo
A Sergio Rico (Sevilla; 1993) lo conocen en el vestuario del Sevilla como el hombre tranquilo. Con 23 años, ha ganado dos torneos de la Liga Europa y defiende la portería del Sevilla desde hace dos temporadas, cuando Unai Emery le dio la alternativa. Llega al Santiago Bernabéu, un estadio que le fascina, para defender a un equipo que necesita un punto para amarrar la cuarta plaza en la Liga.
Pregunta. En el Sevilla desde los ocho años. ¿Qué siente después de pasar por todos los equipos de la entidad?
Respuesta. Entré en el Sevilla en benjamines y ahora soy el portero del primer equipo. He cumplido el sueño de un niño de un barrio pegado a la ciudad deportiva sevillista. La sensación que tengo es que todo ha ido muy rápido. Son quince años en el Sevilla, subiendo escalones, equipos a equipo y ganándome un puesto siempre con mucha competencia. Mi corazón es sevillista, sí.
P. ¿Qué le dice el nombre de Unai Emery?
R. El entrenador que apostó por mí para hacerme debutar en el primer equipo. Lo bueno de Unai es que es un técnico con el que aprendes mucho. Unai me mantuvo en el puesto y fue valiente porque jugué hasta la final de Varsovia contra el Dnipro en la Liga Europa. El día del estreno no estaba nervioso. Recuerdo una buena parada en el tramo final.
P. ¿Fue muy especial trabajar con Andrés Palop, su ídolo de la infancia, en el primer equipo?
R.Mi relación con Andrés es fantástica. Toda la vida lo vi como una referencia y, de repente, estaba trabajando con él. Me acerqué a él, claro. Somos amigos, en verano suelo ir a su casa y nos llevamos muy bien. Andrés sigue dándome consejos cuando lo necesito. Recuerdo que se me quedó grabado lo que me dijo cuando llegué al primer equipo. ‘Sergio, tienes muy buenas cualidades, pero no llegarás si no lo das todo en cada entrenamiento y en cada partido. La clave está en el trabajo diario'. Por eso intento trabajar siempre al máximo.
No nos motiva hacerle daño al Madrid, sino conseguir al menos un punto que nos dé el cuarto puesto
P. ¿Es verdad que su compañero más especial fue Coke?
R. Así es. Coke fue mi compañero de habitación en el primer equipo. Es una persona alegre, divertida, que te hace la vida fácil. Dejó un hueco tremendo en el grupo cuando se fue el pasado verano. Para mí fue una persona clave en mi integración en un vestuario profesional. También me hizo más llevaderos los errores. Sí, Coke, ha sido muy importante para mí. Me lo he pasado genial con él dentro y fuera del campo. Es un amigo, un compañero muy especial.
P. ¿Se acentúa en estadios como el Santiago Bernabéu esa leyenda del fútbol que habla de la soledad de los porteros?
R. Sí, es cierto. Existe esa soledad. Creo que los porteros vivimos un partido algo especial, aparte. Pero esa soledad existe en todos los campos, no se acentúa en el Santiago Bernabéu, por ejemplo. Esa soledad hay que aceptarla. Como también hay que aceptar que te critiquen si después de hacer seis o siete paradas de gol fallas y te marcan. Los porteros estamos muy expuestos, pero lo acepto. Si no, no lo sería, me hubiera hecho delantero. Yo lo llevo bien.
P. ¿Por qué el Santiago Bernabéu es uno de los estadios que más le fascina?
R. Es un estadio increíble. Por sus dimensiones espectaculares y por su trascendencia. Es un lujo para un profesional jugar en ese campo.
P. ¿Es verdad que usted es tan tranquilo?
R. Mucho. Pocas cosas me sacan de quicio. Siempre he sido muy tranquilo y he tenido el control de todas mis acciones. Tanto dentro como fuera del campo. Soy reservado, no hablo mucho. En el campo lo hago con mi trabajo y con mis paradas.
P. Pero una carrera de Cristiano seguro que le altera.
R. La verdad es que no. Yo intento hacer mi trabajo y lo hago con tranquilidad. No me impresionan demasiado esos ambientes. Para mí jugar en el Santiago Bernabéu es un disfrute, algo bueno que me da mi profesión. Al final, mi trabajo es que no me hagan goles, tanto en el Bernabéu como en cualquier otro campo de la Liga.
P. Después de encontrarse con Palop, ¿qué sintió al confraternizar en la Champions con su otro gran referente, Buffon?
R. Fue algo muy especial. Es un tío grande, que te transmite una gran humildad. Es un caballero. Me dio palabras de ánimo para seguir creciendo y trabajando. Ha vuelto a una final de la Liga de Campeones como recompensa a su trabajo y al de su equipo. Le queda ganar ese título en su palmarés. Sólo puedo desearle lo mejor.
Palop me dijo que tenía buenas cualidades, pero que solo triunfaría si trabajaba duro
P. ¿Se merece el Balón de Oro?
R. Pues sí, estaría muy bien. Ya es hora de que un portero reciba un Balón de Oro.
P. ¿Es un aliciente extra de motivación el hecho de poder quitarle la Liga al Madrid?
R. Yo no pienso en eso. Pienso en que necesitamos un punto para ser cuartos y dejar finiquitada la temporada. No pensamos en hacerle daño al Madrid, sino en conseguir nuestro objetivo. No me interesa fastidiar al Madrid, sino cumplir con nuestros objetivos.
P. Ahora, a los porteros, además de parar le exigen jugar con los pies. ¿Qué pensó cuando Sampaoli se lo pidió el pasado verano?
R. Pues que me tenía que habituar de la mejor y más rápida manera. Lo cierto es que me ha costado mucho. Estás acostumbrado a un entrenador, Emery, y te llega un cambio radical de estilo. Es una faceta de mi mi juego que entiendo que debo mejorar todavía. Emery no me reclamaba tanto jugar con los pies.
P. El Sevilla puede ser cuarto. Sin embargo, existe cierto sentimiento de decepción por haber caído en la Liga de Campeones ante el Leicester en octavos y perder el tercer puesto ante el Atlético. ¿Comparte ese sentimiento?
R. No lo percibo así. Creo que el trabajo que hemos hecho esta temporada es espectacular, peleando en todos los frentes durante buena parte del año. Me quedo con eso. Lo que digan fuera se quedan fuera. Siempre hay una mala racha a lo largo de la temporada. Nos tocó en un mal momento, eso sí. Ese gol de Vardy en casa nos hizo mucho daño, es cierto, pero nos hemos recuperado y queremos ser cuartos.
P. ¿Es cierto que Sampaoli les hizo creer que era posible ganar la Liga?
R. Es una persona muy ambiciosa. Él marca las pautas y estamos y estuvimos a muerte con él. Sí, llegamos a pensar que era posible ganarlo todo, aunque luego las circunstancias del fútbol no hicieron posible llegar a esa meta. Estuvimos mucho tiempo entre los mejores. Ahora recuperamos el objetivo que teníamos en verano y nos falta solo un punto para ello.
P. ¿Cuál cree que ha sido la mayor aportación de Sampaoli al Sevilla y al fútbol español?
R. La ambición extrema por lograr algo que era muy complicado. Desde el punto de vista táctico, la presión tan alta que en algunos partidos nos salió muy bien. Es un entrenador muy atrevido y ese punto de cierta locura nos vino bien durante buena parte de la temporada.
P. Por cierto, ¿cuántos pares de guantes utiliza por temporada?
R. Unos 15 o 16.
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