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La Real Sociedad vence a un Valencia de dos caras

El conjunto de Eusebio estuvo a punto de dilapidar una ventaja de tres goles

Los jugadores de la Real Sociedad celebran uno de los goles.
Los jugadores de la Real Sociedad celebran uno de los goles.Manuel Bruque (EFE)

Una hora de juego excelso de la Real, en la que tuvo ritmo, orden, concierto y oficio, procuró al conjunto de Eusebio tres goles, explotando las deficiencias del Valencia, condenado por sus errores defensivos, con un gol en propia puerta de Alves, un penalti innecesario cometido por Siqueira y un tercer tanto logrado por Oyarzabal. Dos terceras partes de partido en las que los donostiarras convirtieron Mestalla en el patio de su casa, con Odriozola clavando una y otra vez el veneno a la defensa local con sus internadas por el flanco derecho.

El Valencia, con corazón y ánimo, se levantó de su propia mediocridad para apretar el marcador con dos goles en cinco minutos. Y la Real quedó aturdida con el empuje del equipo de Voro, al que le faltó puntería para alcanzar el empate. El conjunto de Eusebio, con sufrimiento final, logró resguardar la victoria, que le mantiene firme en la lucha que mantiene con el Villarreal y el Athletic por posicionarse lo más arriba posible en los puestos que dan derecho a Europa.

La victoria de los donostiarras comenzó a cimentarse muy pronto. A los 32 segundos de partido ya aventajaba al Valencia en el marcador, en una jugada sencilla mal defendida por la defensa de Voro. Un balón enviado desde su propio campo por Íñigo Martínez a la espalda de los centrales che, fue amortiguado por Canales de cabeza para la entrada de Juanmi, terminando en la red de Alves, que se introdujo él mismo el esférico tras disparar sin ángulo el atacante malagueño. En la acción quedó retratado el portero brasileño, que recibió la silbatina de Mestalla, y Aderlan Santos, que midió mal el salto con Canales.

La relajación inicial del Valencia tuvo su consecuencia en el marcador y en el juego, más dúctil la Real en el despliegue iniciado a partir de Zurutuza o Illarramendi, continuado por Xabi Prieto y Canales, muy suelto el cántabro ante su exequipo. Sin Parejo de brújula, ausente el de Coslada por sanción, más atropelladas resultaban las llegadas al área de Rulli por parte del conjunto che intentando encontrar rápidamente la referencia de Zaza.

Más orgullo

Se gustaba el conjunto de Eusebio, pausado en la elaboración, picante en los metros finales con dos aguijones por las bandas, Yuri y, sobre todo, Odriozola, que sacó un penalti absurdo a Siqueira. El mermado físicamente lateral brasileño, en su intento de despeje y ante la presión del lateral donostiarra, soltó un manotazo al de San Sebastián. Desde los once metros, Willian José no se dejó intimidar por Alves. Fuera de forma, Siqueira era una rémora para el Valencia. Desde el calentamiento lo adivinó Eusebio. La Real escoró su ataque por el costado derecho, hiperactivo Odriozola.

Siqueira no regresó tras el descanso del vestuario. Ahí terminó su calvario y quizá su paso por el Valencia, sustituido por Lato, junto a Gayà, los dueños del carril izquierdo che en los próximos años. La Real siguió a lo suyo, explotando el carril diestro, alcanzando el tercer gol en una nueva llegada de Odriozola para asistir a Oyarzabal, el sustituto de William José.

El Valencia tiró de orgullo para no verse humillado, logrando en cinco minutos apretar el marcador con dos goles. El primero de penalti anotado por Nani por manos de Raúl Navas y, posteriormente, acertando Zaza en un remate cercano. La Real, sin imaginárselo, se vio sometida, superada por su propio vértigo y el esfuerzo del Valencia, al que no le fue suficiente su empeño final.

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