El Real Madrid vence al Darussafaka y se coloca a un paso de la Final Four
Con Doncic, Ayón y Carroll al frente, los blancos resistieron un parcial de 25-9 del cuadro de Blatt que convirtió una exhibición madridista en otro final angustioso
El Real Madrid necesitó ganar dos veces el mismo partido para apuntarse el tercer punto de la eliminatoria y recuperar el factor cancha ante el irreductible Darussafaka turco. Doncic, Ayón y Carroll se elevaron sobre la angustia y colocaron al conjunto de Laso a un triunfo de su cuarta Final Four en seis años tras sobrevivir a la postrera acometida del equipo turco. Con un parcial de 25-9 entre el minuto 28 y el 36, los de Blatt convirtieron una exhibición madridista en otro desenlace cargado de intriga del que salió victorioso el líder de la Euroliga.
‘Playoffs’ de cuartos de la Euroliga
A. R. Madrid-Darussafaka (2-1)
1er. partido: 83-75
2º partido: 80-84
3er. partido: 81-88
4º partido: viernes (18.30)
5º partido: martes 2 (si es necesario)
B. Panathinaikos-Fenerbahçe (0-3)
Clasificado el Fenerbahçe
1er. partido: 58-71
2º partido: 75-80
3er. partido: 79-61
C. CSKA-Baskonia (3-0)
Clasificado el CSKA
1er. partido: 98-90
2º partido: 84-82
3er. partido: 88-90
D. Olympiacos-Efes (1-2)
1er. partido: 87-72
2º partido: 71-73
3er. partido: 64-60
4º partido: viernes (20.15)
5º partido: martes 2 (si es necesario)
Final Four de Estambul
(19 al 21 de mayo)
1ª semifinal.
Vencedor (A)- Fenerbahçe
2ª semifinal.
CSKA-Vencedor (D)
Buscó Laso los resortes emocionales de su equipo y reclutó a Luka Doncic para el quinteto inicial. La última noticia de la joya eslovena en el playoff era su llanto de frustración en el banquillo el pasado viernes después de dos partidos desmoralizantes, pero la espuela de confianza le rearmó para liderar el tercer asalto con 13 puntos, 8 rebotes y 23 de valoración. El canterano fue el mejor exponente de un Madrid gremial, fluido y aplicado que marcó territorio con una meritoria puesta en escena y resistió en la recta de meta para agarrar el triunfo.
Con 8 puntos de Doncic y otros tantos de Randolph, los blancos encontraron por primera vez en la serie el libro de instrucciones para marcar el ritmo de las operaciones (11-25, m. 8). El líder de la Euroliga no quería dejar los deberes para el cuarto episodio y desbarató la angustia del empate a uno con una defensa firme y un ataque dinámico. Dominador del rebote en los dos aros y afilado desde el triple, el Madrid fue el Madrid durante media hora. Liberados en la circulación y lúcidos para buscar tiros abiertos, los de Laso encarrilaron la misión.
Con Wanamaker y Wilbekin bien controlados, apenas Zizic y Clyburn veían el aro en el Darussafaka. Escaso argumento ante un equipo sólido que además encontraba relevo en sus argumentos. La aparición de Carroll en el segundo cuarto consolidó el dominio madridista tras una breve desconexión al término del primer parcial y sacudió de nuevo el marcador. Los 11 puntos del escolta de Wyoming (con un 3 de 3 en triples) en apenas nueve minutos silenciaron el Volkswagen Arena (31-46, m. 19). Nada parecido a una caldera hasta el arrebato final de su equipo.
No hicieron falta ni los grilletes de Maciulis ni el espíritu canchero de Nocioni, sin un minuto de carrete. Sólidos atrás y gráciles arriba, los blancos siguieron iluminados desde el 6,75 rumbo al triunfo. Cuenta la estadística que cuando el Madrid no rebasa la frontera de los 10 triples en un partido sufre: en 12 de sus 16 derrotas de esta temporada se quedó por debajo de ese umbral. En Estambul, el octavo triple, de Randolph, disparó la renta madridista (37-55, m. 24), y el noveno, de Carroll, atajó un parcial de 8-1 con el que el Darussafaka amagó una reacción que tomó cuerpo minutos más tarde. El Madrid, que llegó a presumir de un 10 de 20 en tiros de tres, cerró el tercer capítulo de la serie con un 11 de 29. El Darussafaka, que comenzó con un 2 de 12, logró un 7 de 14 para estirar la rendición.
Carroll, que llegaba a la cita tras un 1 de 6 en triples y 11 puntos en dos partidos, mantuvo su excelencia en el lanzamiento (21 puntos) y encontró el contundente apoyo de Ayón (10 puntos en el tercer cuarto y 18 al final). Pero el Darussafaka tiene un espíritu de titanio, insensible a los biorritmos del marcador. Alcanzó el Madrid otra máxima (49-68, m. 28) y cometió el error de tomarse un respiro. Lo penalizó el conjunto de Blatt con un parcial de 12-2 cimentado por Wilbekin y los primeros zarpazos de Wanamaker. El asalto situó al equipo turco al borde de la hazaña.
Hizo propósito de enmienda el Madrid, pero ya estaba abocado al sufrimiento. El Darussafaka había encontrado la rendija a la esperanza. Un dos más uno de Bertans encogió los guarismos y Wanamaker se puso el traje de superhéroe. Con el Madrid en bonus de faltas, el base estadounidense comenzó a martillear con asistencias, penetraciones y lanzamientos que llevaron al Madrid a la frontera del miedo (74-77, a 4m 27s). Sin embargo, la ardorosa defensa del equipo de Blatt fue sofocada por un dos más uno de Doncic cuando a los blancos les llegaba el agua al cuello. La aparición providencial del esloveno frenó la embestida rival y una magistral parábola de Llull rindió definitivamente a la fiera turca.
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