Un extremo izquierdo de urgencias para el Barcelona

A Neymar le pudo el arrebato y, antes de que sacara rápido una falta el Málaga, se ató las botas delante del balón e imposibilitó ponerlo en juego. Después, cometió una falta a destiempo tan ingenua como inocua que le costó la segunda tarjeta amarilla y la expulsión. Para redondearlo, salió del campo aplaudiendo al cuarto árbitro. Un partido de expulsión y otros dos por desconsideración, resolvió el comité. Lo exculpó el director deportivo del Barcelona, Robert Fernández, cuando justificó que “son lances del juego”. Luego compareció Luis Enrique y en vez de señalar la torpeza del delantero, se rebeló contra los árbitros y la facilidad que tienen para amonestar cuando se critican sus decisiones y no cuando se reparten tarascadas. Así, nadie del Barça le afeó que mañana no esté disponible contra el Madrid sino que le defendieron por la vía legal sin éxito, toda vez que el Comité de Apelación no le readmitió para el clásico y ahora aguardan a la resolución del TAD –ya presentaron el recurso ayer por la tarde-, que debería reunirse ex profeso para tomar una decisión o, de lo contrario, no jugará. “Sin su respuesta no nos vamos a arriesgar a alinearlo”, aclaran desde el Barcelona sin valorar la opción de que exista un vacío legal y pueda actuar con la cautelar. Por lo que sin Neymar, se dan las urgencias porque el equipo azulgrana no cuenta con otro extremo izquierdo.

En el Barcelona se sabe que hay seis jugadores que no rotan. Ter Stegen (solo en la Copa no juega), Piqué, Busquets y los tres delanteros, Messi, Luis Suárez y Neymar. El guirigay se da cuando no están Messi o el brasileño porque desde el área deportiva se gastaron 123 millones en seis fichajes y ninguno era un extremo cuando en verano se decidió dar la baja a Sandro (Málaga) y a Munir (Valencia). Así que no se sabe quién ocupará el lugar en el Bernabéu. Por un lado se baraja la posibilidad de variar el sistema y utilizar un 4-4-2 con Leo y Suárez en la línea de ataque, composición que se ha dado a lo largo del curso, sobre todo en la fase defensiva cuando Neymar retrasaba su posición. Parece menos probable el 3-4-3, dado que el Madrid tiene extremos profundos como Bale y Cristiano Ronaldo, que exigen no cederles un metro para no meterse en un embrollo. Y, aunque asemeja que el técnico volverá a apostar por el 4-3-3, tanto da el esquema porque falta un futbolista por la banda izquierda. “Tengo muchas opciones”, responde Luis Enrique. Pero parece que se reducen a tres: Alcácer, Iniesta y Arda.

Con el 3-4-3, el billete preferencial para el extremo derecho lo tiene Sergi Roberto –por lo que Messi sería mediapunta-, idea que ya probó Luis Enrique el año anterior y que salió de maravilla (0-4) porque cerró las ascensiones de Marcelo. “Puede jugar donde sea. Es un futbolista de La Masia y, además de inteligente para interpretar el juego, entiende los mecanismos de cualquier posición”, le elogia un técnico de Can Barça que le dirigió en las inferiores. “Es medio de vocación, lateral por imposición y extremo por necesidad”, se suman desde el club; “y en todas partes rinde sin problemas”. Tanto es así que Luis Enrique le dio desde el principio de la temporada un papel de titular que apenas le discutió Aleix Vidal. Este movimiento de pizarra, en cualquier caso, no resuelve la ecuación de la banda izquierda.

Si el TAD no se pronuncia, el club no alineará a Neymar

Si apuesta Luis Enrique por dar músculo y pausa en el eje, a Busquets lo acompañarán Rakitic y André Gomes. Por lo que Iniesta se desenvolvería por el costado. No parece lo más probable porque el técnico apenas lo ha utilizado en ese lugar, pero ya no se sabe porque defiende a ultranza su capitalidad pero no le da menos importancia a la dosificación. Un modus operandi que recuerda a la última época de Xavi y que se explica con los minutos; acumula 1.838 (el decimotercero de la plantilla), por detrás de otros volantes como Gomes (2.302) y Rakitic (2.938). “No hay un futbolista capaz de suplir a Iniesta”, reivindica Luis Enrique. Pero apenas juega, lo que se traduce en falta de ritmo y de confianza, también de protagonismo y hasta de estilo. Al tiempo, empipa a Iniesta lo suficiente para poner en tela de juicio su renovación, a expensas ahora del nuevo entrenador para saber su rol en el equipo que porta el brazalete.

Menos números parece tener Arda para salir de la partida, puesto que aunque lleve una semana entrenándose con el grupo se presupone que esta mañana recibirá el alta médica. “Cerca del área hace más daño”, reseña el preparador azulgrana. Entre otras cosas porque el turco contabiliza 13 dianas, solo por detrás de los puntas: Messi (45), Suárez (32) y Neymar (15). Pero sin ritmo de competición, el Bernabéu no resulta el mejor escenario. Así que el que tiene más opciones de actuar de extremo es Alcácer. “Nos da mucho gol y además suma en defensa porque está involucrado y baja mucho”, expone Piqué, sabedor de que Carvajal es una flecha por el flanco derecho blanco; “quizá Paco no empezó la temporada con toda la confianza necesaria para rendir, pero ahora mismo seguro que podemos contar con él porque cada vez que juega lo hace bien”. Lo mismo opina Luis Enrique, que le ha dado continuidad en los últimos cinco encuentros (dos de inicio y tres como suplente), récord en la temporada porque hasta el momento se había quedado en tres participaciones consecutivas. “Es todo una cuestión de confianza. Empezó sin al principio y míralo ahora”, explica el entrenador. “Es un jugador que explica que con tiempo y ganas se puede adaptar a las exigencias del equipo”, argumentan desde del club, conscientes también de que hace dos cursos le hizo un tanto al Madrid que ayudó lo suyo para festejar la Liga azulgrana. Y, con tres puntos de desventaja y un partido más que el Madrid, el Barça necesita un extremo izquierdo de urgencia que posibilite una nueva machada en el Bernabéu.