Cristiano da un revolcón al Bayern y el Real Madrid gana en Múnich
El luso, que no marcaba en Europa desde septiembre, lidera con dos tantos la remontada de los blancos tras un arrollador segundo tiempo
Queda Cristiano. Vaya si queda, por más que llevara más de seis meses apagado en Europa. En Múnich, en una plaza de las que entronizan como pocas, resurgió como un tiro y a hombros de sus compañeros certificó una victoria de mucha enjundia que acerca de lo lindo al Madrid a las semifinales. A un Madrid que dejó un segundo tiempo para enmarcar después de haber estado a un paso del KO en el primer periodo. Se reanimó en el intermedio y su reaparición fue arrasadora hasta para este Bayern que llegaba como el demonio que casi toda su vida ha sido.
De entrada, en Múnich nadie quiso arriesgar ni en el calentamiento. Nada hacía presagiar que tras el descanso se fundirían las correas. Sobremanera las del Madrid. Mientras tanto, máximo respeto, como si ambos intuyeran que sería una eliminatoria a largo plazo. Y hasta que Cristiano marcó territorio, nadie estuvo liberado para grandes aventuras. Salvo Robben, la ruta de evacuación preferida por el Bayern, que insistió de forma machacona en generar un duelo tras otro del holandés con Marcelo. Con Bale esmerado en la escolta de Carvajal frente a Ribéry, el conjunto local tenía mayor recorrido por el costado de Marcelo, que solo tenía algún que otro auxilio testimonial de Cristiano. Robben se impuso en más de un pulso, pero en el área estaba Müller, no Lewandowski. Todo un consuelo para el Madrid.
Entre secuencia y secuencia de Robben, los dos conjuntos se desplegaron sin mucha marcha. Cada cual gobernó la pelota cuanto pudo, con el adversario más perfilado para cerrar que para el quite. Con Robben a lo suyo, el Bayern se procuró un puñado de saques de esquina. De forma premonitoria, casi todos con Vidal en la diana. Pese al mayor temple del cuadro de Ancelotti, fue el de Zidane el primero en encender las alarmas del contrario. Benzema cazó al vuelo un centro en comba de Kroos y su cabezazo lo desvió al larguero Neuer con las uñas. Un paradón. Y no fue el primero del alemán en su reaparición.
Con Thiago y Vidal de timoneles, el Bayern se bastaba para dar unos cuantos muletazos, pero el único riesgo para Keylor eran los córneres. No hay un solo ejecutor en el equipo bávaro. Se alternaron Alonso y Robben, hasta que Thiago colgó la pelota en la línea de ataque de Vidal, que entró al área como un pánzer y su dinamitero cabezazo estalló en la red.
Con el gol en contra, al Madrid se le hizo más crudo cualquier despegue. El medio campo no lograba enchufar al ataque. Y en plena crecida del Bayern, el árbitro interpretó como mano un rebote en Carvajal. Vidal tiró el penalti a los cielos de Múnich. Con otra intervención de Neuer, esta vez por un disparo lejano de CR, y Vidal maldiciendo su desatino, se cerró el primer acto. El Bayern por encima y con mejores sensaciones.
Cruce de cables de Javi Martínez
Todo saltó por los aires en el segundo tramo. El paisaje fue otro. Al partido le estallaron los grilletes y el primero en sacar tajada fue Cristiano, autor del empate tras un servicio de Carvajal. Javi Martínez llegó tarde al lance y el luso selló su 99º gol en competiciones europeas. No solo fue un respiro para el Madrid. También para el propio CR, que no hacía bingo en la Champions desde septiembre. O lo que es lo mismo, llevaba 659 minutos seco, la peor racha de su fabulosa carrera.
El triunfal regreso europeo de Cristiano dio un vuelco total al encuentro. La escuadra de Ancelotti se agrietó, incluso concedió más de una carrera a un rival que se siente celestial cuando coge los patines. El Madrid, decidido y sin los primeros miramientos, se desató. Mucho contribuyó Javi Martínez, que se cargó con dos tarjetas en un suspiro. Ahí comenzó el vendaval madridista, un duelo esgrimista de todos contra Neuer, sostén alemán ante remates de cuidado de Bale, CR, Benzema.
El equipo español jugaba y bombardeaba por todos los sectores. Ya no había alguien que la oliera en el Bayern, por más que Ancelotti buscara remedio al cruce de cables de Javi Martínez con Bernat de lateral zurdo y Alaba de cierre con Boateng. Lo mismo dio. En Múnich solo estaban el Madrid y Neuer. Y, por supuesto, CR, de vuelta a la gran pasarela en un día de lo más oportuno. Su gol centenario solo lo retrasó el coloso portero alemán, vencido finalmente ante el portugués, que cazó con tino una asistencia de Asensio, cuya zurda silba. Como le silbaron los oídos al Bayern, desmoronado por penalti fallado, la mala cabeza de Javi Martínez y la expansión del Real y CR en un segundo tiempo para rebobinar y rebobinar. Un periodo que casi cierra Ramos a lo Ramos, pero el árbitro le pilló en fuera de juego.
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