Pepe, del gol al hospital: dos costillas rotas

La tarde más amarga y dulce a la vez de Pepe empezó perforando el muro de Oblak y terminó en el hospital con dos costillas rotas. 21 grados marcaba el termómetro en el Bernabéu. Parecían 30 de lo espeso que empezó el partido. Táctico, como si fuera una final. Con errores en los pases. Algunos, como los de Ramos y Pepe, casi le cuestan dos goles al Madrid. Con los jugadores dosificando las energías, como si no quisiesen tener una pájara bajo la solana de una tarde de abril que parecía tarde de julio.

"El trono es nuestro”, advirtió el Bernabéu en un mosaico enorme desplegado en el fondo sur. Los derbis de Liga saben, inevitablemente, a Champions. A Lisboa, a San Siro. Por eso, por su error en la tanda de penaltis en Milán, fue ovacionado, con sorna, Juanfran, por los madridistas cuando el speaker se dispuso a leer las alineaciones.

Antes, con algo más de mal gusto, también se acordaron de Koke, que en la víspera del derbi sufrió un atraco a punta de pistola. Le robaron el reloj en un aparcamiento de la capital. “Koke qué hora es, Koke qué hora es”, cantaban en la grada durante el calentamiento.

Zidane eligió su once de gala. El mismo que ganó la Undécima en San Siro. Tuvo que hacer cuatro descartes y mandó a Asensio –el protagonista la victoria en el campo del Leganés- a la grada junto a Mariano, Danilo y a Coentrão sobre el que hay apuestas de si volverá a jugar un minuto de aquí a final de temporada. “Le duelen cosas”, dice Zidane cada vez que le preguntan por el portugués.

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Otro portugués soñó con la tarde más bonita y acabó teniendo pesadillas. Pepe, que no ha renovado todavía y se irá en junio, jugó su último derbi de Liga. Y decidió que quería dejar huella. En la segunda parte se puso las gafas de sol, desafió los juegos de luces y sombras del Bernabéu, y superó el muro de Oblak con un cabezazo imperial a pase de Kroos. Sus compañeros se volvieron locos en la celebración. Marcelo empezó a correr levantado los brazos, Casemiro se arrodilló en el centro del campo. Y Pepe se giró hacia la afición, se mordió el escudo de la camiseta y les dedicó el gol. Su segundo en Liga esta temporada.

Poco tiempo tuvo Pepe para saborearlo. Primero por la lesión y después por el empate de Griezmann que impidió a los de Zidane llevarse los tres puntos. El empate en el derbi podría costarle al Madrid (que sigue con un partido menos) el liderato si el Barcelona gana en Málaga. Diez minutos después de marcar, tras un balón perdido por Bale en la frontal que generó confusión en el área del Madrid, Kroos le pegó un rodillazo a Pepe en el costado que le dejó KO. Iba a despejar un balón y despejó las costillas de su compañero que se quedó tendido en el suelo un buen rato. Intentó seguir. Pero pocos minutos después le dijo a Zidane que no podía.

Se tiró al suelo de nuevo hasta que Nacho estuvo listo en la banda. El Bernabéu le dedicó una larga ovación cuando se marchó del terreno de juego. Se fue directo al vestuario y de allí al hospital. La radiografía y el parte médico hablan de dos costillas rotas por lo que estará de baja mínimo un mes. Es casi un adiós a la temporada. Y un problema más para Zidane que, sin Varane (con una rotura en el bíceps) sólo tiene a dos centrales para las próximas semanas. Nacho y Ramos tendrán que hacer trabajo extra ya a partir del miércoles en Múnich y más tarde en el clásico. “En caso de necesidad, Danilo y Casemiro también podrían jugar allí”, dijo Marcelo.