Yuzuru Hanyu, un ‘fantasma’ contra la triple corona en patinaje de Javier Fernández

En las grandes citas del patinaje artístico sobre hielo el japonés Yuzuru Hanyu, de 22 años, se mueve fuera de la pista junto a un reducido círculo que lo aísla del exterior. Según los testigos, lo acompañan su madre, un guardaespaldas y una persona cuya presencia inquieta a los patinadores. Algunos lo describen como una especie de brujo, un mentalista que provoca la caída de los rivales durante las competiciones. La realidad apunta más a un consejero espiritual, alguien que le ayuda a prepararse psicológicamente para el objetivo que se le resiste desde hace dos años: arrebatarle el título mundial al español Javier Fernández, de 25 años.

Más información

Javier Fernández conquista su quinto Europeo consecutivo

Javier Fernández logra su segundo oro mundial con un ejercicio genial

El japonés, campeón olímpico y del mundo en 2014, ese ser que deslumbra sobre el hielo y se aísla fuera de él, emprenderá desde este jueves con el programa corto (12.45-16.40, Teledeporte) la reconquista del oro en el Campeonato del mundo que se celebra en Helsinki. Una cita en la que, además, se repartirán la mayoría de los billetes para los Juegos Olímpicos de invierno del próximo mes de febrero en Pyeongchang, Corea del Sur.

A los dos mejores patinadores del mundo les une una relación poco convencional. No son realmente amigos, según el entorno de Fernández, o por lo menos no coinciden en los momentos de ocio y camaradería que suelen compartir los colegas. Sí hay en el japonés una profunda sensación de admiración hacia su compañero, sustentada en lo indescifrable que le parece el éxito del madrileño, una persona sociable que puede estar a su nivel sin necesidad de aislarse.

El entrenador

El misterio que rodea al japonés se manifestó incluso en el momento en el que le ofreció a Brian Orser, técnico del español, que fuera su entrenador. El preparador canadiense, según desveló en el programa Informe Robinson, que emite Cero, fue citado en un encuentro secreto en Japón, adonde voló sin saber con quién se iba a encontrar. Allí estaba Hanyu con un deseo: quería entrenarse en su pista junto a Javier Fernández. “Yuzuru vive con su madre, está muy protegido, no es nada sociable”, apunta Orser. “Quería entrenarme con Javier porque lo hace todo más fácil”, admite el japonés en el mismo programa.

La discreción de Hanyu hace que apenas se deje ver fuera de la pista. En el mundillo del patinaje se le describe como un fantasma. Aparece y desaparece de repente, haciendo que su legión de fans espere lo que haga falta hasta verlo.

Javier Fernández es todo lo contrario. Saluda, firma autógrafos y sabe que eso forma parte de su trabajo, aunque también se mantenga concentrado durante las grandes citas. El madrileño llegó a Helsinki el domingo, y allí le acompañan sus padres, su hermana Laura, primos, tíos y su amigo y representante Jorge, a quien conoció en la residencia Blume de Madrid. En el vuelo a Finlandia le perdieron la maleta con los patines y los trajes de competición, lo que le mantuvo inquieto hasta que no lo recuperó el lunes.

Sobre la pista, Javier Fernández, que en enero ganó su quinto Europeo consecutivo, volverá a repetir su estrategia conservadora frente al riesgo que asumen los rivales. Y esta vez no solo tendrá que mirar a Yuzuru Hanyu, ya que después de tres años de duopolio habrá más candidatos con verdaderas opciones de ganar el oro. El japonés Shoma Uno, 19 años, y el estadounidense Nathan Chen, de 17. Todos tienen dos cuádruples en el corto, pero en el largo subirán el listón del español, que mantiene solo tres. Hanyu y Uno tienen previsto incluir cuatro y Chen cinco, algo que consiguió realizar con éxito en los nacionales de Estados Unidos. Lo nunca visto.