Contador aguanta el embiste de Henao en el primer final en alto de la París-Niza

Los corredores españoles han estado a la altura de la primera etapa de montaña de esta París-Niza, la primera gran carrera por etapas de la temporada ciclista. Gorka Izagirre, del conjunto Movistar, su hermano Jon, del Bahréin-Merida, y Alberto Contador, líder del Trek-Segafredo, reforzaron sus posiciones entre los diez primeros de la clasificación general tras la sexta etapa, en la que se impuso el británico Simón Yates.

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El corredor del Orica-Scott, de 24 años, coronó en la posición de escapado el último puerto de la jornada, el Col de la Bourigaille, situado a unos 19 kilómetros de la meta. Mantuvo la ventaja en los últimos envites y se llevó el triunfo en lo alto del Muro de Fayence, una cuesta durísima de 1,3 kilómetros con un desnivel medio de 9,8 %, que se parece bastante en su aspecto al muro de Huy, la habitual llegada de la Flecha Valona, una de las grandes clásicas belgas del calendario. Yates, sexto de la clasificación general de la Vuelta a España el año pasado, logra así la quinta victoria profesional de su joven carrera.

Por otro lado, Contador y los hermanos Izagirre aguantaron en las rampas finales la pujanza del colombiano Sergio Henao. El líder del conjunto Sky se puso en caza del futuro vencedor de la etapa nada más comenzar a ascender la última dificultad del día, pero no pudo alcanzarlo a pesar del gran trabajo previo de su compañero de equipo, el navarro Mikel Nieve. En el pintoresco pueblo de Fayence, Yates cruzó la meta 17 de segundos por delante de Henao, segundo, y 26 por delante del australiano Richie Porte, tercero. Jon Izagirre y Alberto Contador llegaron con el grupo de los líderes, 32 segundos detrás del británico. Gorka Izagirre, el líder del Movistar, cedió un poco de terreno (7s) en los últimos metros.

"Hoy ha sido un día duro desde el principio. Se ha ido muy rápido. He querido mover la carrera desde lejos (atacó a unos 40 km de meta con Dan Martin) pero el puerto no era demasiado exigente y quedaba mucho todavía hasta meta. Entonces decidí parar, ir en el grupo y me faltó un poco de chispa quizá. Las sensaciones no eran buenas en un final tan explosivo", valoró el ciclista madrileño, que dejó pasar una gran oportunidad para borrar el doloroso recuerdo de la edición 2009 de la París-Niza cuando sufrió una terrible pájara en estas mismas carreteras hacia Fayence que le privó de un triunfo final en Niza que parecía cantado tras su brillante demostración en la montaña de Lura el día antes.

En la clasificación general, el francés Julián Alaphilippe, del conjunto belga Quick-Step, sigue de líder por delante de su compatriota Tony Gallopin (36s) y de Sergio Henao (46s), que sube a la tercera posición y realiza el mejor movimiento del día entre los aspirantes a la victoria final al ganar también seis segundos de bonificación por llegar segundo de la etapa. Gorka Izagirre es cuarto a 57s, y Contador está a 1m34s. Jon Izagirre aparece en la novena posición con 2m 04s de retraso sobre Alaphilippe.

Mañana, Contador y los hermanos Izagirre tendrán una nueva oportunidad para demostrar su calidad en la etapa reina de esta París-Niza. La séptima etapa llevará a los corredores hasta el puerto alpino de la Couillole, que culmina a 1678 metros de altura. Es el puerto más alto en toda la historia de la carrera en 75 años. "Espero recuperar bien y encontrarme mejor. Mañana lo importante es levantarme lo más descansado posible. No conozco bien el puerto de La Couillole y no sé si se puede romper, pero es largo... Los días van pasando factura. Hoy han sido casi 200 km a un ritmo muy alto. La París-Niza se está poniendo muy complicada", zanjó Contador.