“En el Bayer mantenemos la idea alemana de pelea”
Jonas Boldt, el director general del próximo rival del Atlético en Champions, examina su obra y destaca la promoción de la cantera y del viejo espíritu del fútbol germánico
El Bayer Leverkusen es el equipo alemán más difícil de definir de cuantos compiten en Champions. El rival del Atlético el próximo martes exhibe el viejo carácter teutón. Más allá de táctica y estrategia arraiga en la cantera un afán batallador que trasciende sus posibilidades presupuestarias. El director general, Jonas Boldt (Nüremberg, 1982), contempla desde su oficina el recoleto escenario del Bay Arena: “Solo tenemos capacidad para 30.000 espectadores; en cada partido el Dortmund ingresa un millón de euros más por taquilla. Somos el séptimo equipo de la Bundesliga en ingresos; pero competimos mejor que la mayoría”.
Carácter alemán. “Después de la Eurocopa de 2000, que fue una pesadilla para Alemania, la federación hizo cambios profundos en la estructura de las canteras. Hoy en Alemania hay muy buenos jugadores para tocar el balón pero quizás haya equipos que perdieron el viejo carácter. Nosotros intentamos mantenerlo. La garra competitiva es una firma de nuestro técnico, Roger Schmidt. Con él en la Champions nunca perdimos un partido por más de dos goles: 1-0, 2-1… Nos dio cojones. Una idea de pelea. El equipo es físicamente muy bueno y su mentalidad también. Porque son jóvenes y saben que no es fácil jugar en la Champions. El titular más veterano es Chicharito, que tiene 28 años”.
Roger Schmidt. "Apostamos por él porque vimos su carrera en el Paderborn [2011-12] y casi con nada quedó cuarto. Hasta las dos últimas jornadas pudo subir a la Bundesliga con un equipo que normalmente no existe. Luego se fue al Salszburgo y ganó el campeonato en Austria y en la Copa de la UEFA hicieron grandes partidos. Incluso le ganaron 3-0 al Bayern. Nos gusta su estilo. La idea de pelear por sus colores, esa personalidad, y también su apuesta por la cantera".
Los jóvenes. “Schmidt tiene el coraje de dar protagonismo a los jóvenes y eso para nosotros forma parte de la filosofía. Si no promueves a los canteranos, fichar jugadores de 25 años con experiencia en la Bundesliga es económicamente inviable. Schmidt puso a Julian Brandt, a Beni Henrichs, o a Jonathan Tah con 18 años, y ahora ha puesto a Kai Havertz. Havertz salió campeón de Europa Sub-17 hace nueve meses y ahora es titular en la Bundesliga. Su gran capacidad es la comprensión del juego. Luego, la buena técnica, la velocidad, la estatura... Solo le falta marcar goles. El partido contra el Eintracht fue muy difícil y él fue el mejor en la cancha porque siempre decidió correctamente. No siente la presión. Brandt tampoco. Brandt puede jugar en todo el frente del ataque pero su mejor posición, para mí, es la banda. Se mueve muy bien entre líneas. Sabe buscar el balón. Y Henrichs... era volante, como Havertz, solo que manejaba mejor el balón. Schmidt lo puso de lateral y el año pasado debutó en la selección absoluta como lateral. En el campo se comporta como si no supiera lo bueno que es. Debería asumir más riesgos”.
Un concepto nuevo. "A partir de 2000 la federación enseñó muchas cosas nuevas a los entrenadores para que los jugadores trabajaran aspectos como la recepción del balón y los movimientos del desmarque, para que se ofrecieran mejor a los compañeros. Los jóvenes alemanes ya tienen incorporado el concepto del movimiento sin balón en la cabeza. Esto se ve en Brandt, en Havertz o en Hanrichs".
Entrenadores de cantera. "Nosotros decidimos poner técnicos con experiencia en la cantera sabiendo que no van a ser técnicos de la Bundesliga porque no les interesa el show: no les interesa nada más que ser entrenadores. Les hacemos contratos de cinco años para que no busquen el resultado inmediato, ni la autopromoción, sino para que formen jugadores. Si antepones la idea de la formación a todas las decisiones tácticas y técnicas acabarás haciendo equipos, los jóvenes aprenderán, y ganarán. La táctica de un Schmidt, o de un Guardiola, si tienes la inteligencia que da el conocimiento de la base, se puede aprender. Lo difícil de aprender es cómo tomar buenas decisiones, tener buena técnica o ser rápido".
Apoyar o maleducar. “La personalidad de los jugadores alemanes bajó porque las canteras ahora tienen muchos recursos. Te apoyan en todos los aspectos: fútbol, ropa, escuela, casa… ¿Pero qué significa apoyar? Debemos replanteárnoslo. Si los chicos se acostumbran a recibir ayuda cada vez que la necesiten, llegará el día en que sufrirán porque en la cancha la ayuda no llega. En la cancha los futbolistas tienen que actuar solos. Este es el principal cambio del juvenil al profesional. Los talentos normales, sin carácter, no pueden cumplir. El talento sirve para resolver el lío de la vida fuera de la competición”.
Calidad técnica y calidad emocional. "Tenemos dos o tres ejemplos de lo que significa la calidad emocional en el fútbol moderno. Christoph Kramer jugó en la cantera del Leverkusen. Siendo un Sub-15 le dijeron que no había sitio para él y se fue al Düsseldorf, muy triste porque no tenía nivel para el Leverkusen, pero con un carácter que le llevó a demostrar a todos que se habían equivocado. Volvió con 18 años, lo volvieron a rechazar entre los profesionales del Leverkusen y se fue al Bochun, a la Segunda. Pero en el Bochum tampoco tenía nivel y se fue al Moenchengladbach. Nunca fue la estrella pero siempre buscó y aprendió. Acabó siendo titular en la final de la Copa del Mundo de Brasil. Y la ganó. Kramer es un ejemplo para todos. Si tienes un mal momento y en lugar de deprimirte sabes manejarlo, puedes descubrir una oportunidad. Los chicos están rodeados de demasiada gente que les niega la verdad, piensa en su beneficio, y les ofrece coartadas. El otro ejemplo es Dani Carvajal, un buen jugador sin espacio para jugar con Mourinho en el Madrid. Estaba en Tercera División, nosotros necesitábamos un lateral derecho. Decíamos: ‘Es joven y, lógicamente, comete errores, pero con su carácter en el campo siempre cumple. Otros cometen errores porque no pueden. Él va a aprender’. Así fue que pagamos cinco millones de euros por un chico de Tercera que no hablaba alemán. El día que debutó todo el estadio se levantó para aplaudir: nunca vi una cosa así por un lateral derecho. Dio su corazón del primer minuto al último por la camiseta del Leverkusen. Nunca vi a un chico transmitir tanta alegría y tanta honestidad en este club".
Una crisis.“Ganamos ocho de los últimos nueve partidos de la temporada pasada, nos clasificamos terceros en la Bundesliga, directo para la Champions; no vendimos ningún titular a pesar de tener ofertas de 40 millones por Bellarabi y de 20 por Toprak, y fichamos jugadores nuevos. Todos, los técnicos, los jugadores y los medios vimos claramente que desafiaríamos al Bayern y al Dortmund por el título, que jugaríamos al ataque, y que la temporada sería un éxito. Quisimos jugar más con el balón, debilitamos nuestra idea de jugar sin balón, cometimos errores y cuando quisimos reaccionar siempre fuimos un gol por detrás del rival. Empezamos perdiendo 2-1 contra el Moenchengladbach y eso nos añadió presión. Nos surgieron preguntas. Cada cosa mala que haces te hace pensar que estás más cerca de cometer más errores. Debimos ganarle 5-0 al CSKA en el debut en Champions, hicimos el mejor partido que yo recuerde, pero acabamos empatando 2-2. Dos contragolpes y dos goles en contra. En el fútbol nada es evidente. Luego, fallamos cuatro penaltis en el último minuto. Habrían supuesto ocho puntos más. ¡Estaríamos terceros en la Bundesliga!
Una lección. "Teníamos la sensación de que todo estaba a nuestro favor y nos sucedió algo muy humano: perdimos la concentración porque tuvimos esa sensación de perfección. Y nada en el fútbol, nunca, es perfecto. El éxito no viene solo. Hay que seguir trabajando fuerte. Más fuerte que antes”.
Liberados. "Bender, Kampl, Brandt, Chicharito… Tenemos muchos jugadores. No hay un solo hombre. Somos como el Atlético: solo podemos ganar como equipo. Si el equipo funciona podemos cambiar los partidos más complicados. Contra la Roma remontamos en diez minutos un 2-0: pam, pam, pam. Cuando nos encontramos en desventaja y no tenemos nada que perder, nos liberamos. Desde que la prensa dio por destituido a Schmidt, hace tres semanas, nuestro juego ha sido impresionante".
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