La honestidad de Saúl al pedir el cambio relanza a Carrasco
“El gol de Torres fue extraordinario, el de Carrasco superior y el de Griezmann más superior aún”, asegura Simeone
Marcó Griezmann en el último minuto y Diego Pablo Simeone corrió la banda eufórico para sumarse a la piña que formaron sus jugadores. “Sentía alegría, hicimos un esfuerzo tremendo después del partido del Barcelona. En este partido fue otro gran esfuerzo y se estaba desarrollando en un escenario que se veía lejos la remontada, pero nos tranquilizamos y lo hicimos”. El técnico del Atlético pareció uno más de sus futbolistas en la celebración. En las dos últimas semanas ha mostrado las mismas señales de reanimación que su equipo. Una, esa carrera entusiasta de anoche, la otra, esa frase al término de la ida de las semifinales de Copa en la que aseguraba muy convencido que en Barcelona habría partido. Y lo hubo. Como también en la desapacible noche de ayer.
“Era un día difícil: viento, frío, lluvia, mañana era día de colegio y trabajo, pero el arreón final fue clave. En otras ocasiones los aficionados se podían haber irritado con el 1-2, pero han empujado y han llevado a un final emocionante y vibrante, que coincidió con lo mejor porque el equipo se tranquilizó”, analizó El Cholo, que valoró los goles de su equipo en orden ascendente: “El de Torres fue extraordinario, el de Carrasco superior y el de Griezmann más superior aún, tras una gran combinación”.
Carrasco comenzó en modo agitador y lo terminó como el mejor tras haber soportado los silbidos de parte de la grada, que le reprochó algunas pérdidas en el uno contra uno. “Está trabajando mucho”, elogió Simeone al extremo belga, “se esfuerza por mejorar, había arrancado extremadamente bien la temporada, mejorando sus números individuales y repito, su gol fue el más espectacular. Ojalá se mantenga en este nivel”.
Carrasco desveló que la honestidad de Saúl facilitó que pudiera acallar esos pitos. “Yo era el elegido para ser sustituido por Correa, pero Saúl fue honesto y pidió el cambio porque estaba tocado”. Carrasco continuó y los abucheos continuaron, incluso se incrementaron tras fallar un uno contra uno que pudo suponer el empate a dos. Al poco, enganchó esa volea con la derecha que reventó la red de Sergio: “El problema, por el lugar en el que yo me coloco en los córners, es que no puedo parar el balón y dar dos o tres toques, no la puedo parar, porque si la pierdo puede haber un contragolpe y hay que patear. Esta salió perfecta, pero otras puede irse por encima del estadio”, explicó.
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