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El Celta busca la final con la decepción en la memoria

El equipo de Berizzo afronta la semifinal desde la madurez que cree haber adquirido tras el varapalo sufrido hace un año contra el Sevilla

Berizzo observa a su grupo de futbolistas durante el entrenamiento de este miércoles en A Madroa.
Berizzo observa a su grupo de futbolistas durante el entrenamiento de este miércoles en A Madroa.Salvador Sas (EFE)

A Toto Berizzo le gusta emplear el verbo imaginar. El entrenador del Celta imagina situaciones, actuaciones y rendimientos. Presiente una evolución en su equipo y siente que no cesa de progresar, que pasados errores han quedado atrás para un grupo que se siente próximo a un interesante punto de madurez y que está, y creen que es importante recalcar esta acotación temporal, a 180 minutos de jugar una final de Copa. El Celta se jugará ese derecho con el Alavés (21 horas, Gol TV) y ante esa cita en el recuerdo más inmediato emerge el estallido de júbilo que captaron los micrófonos de las televisiones presentes en la sala de prensa celtiña cuando en el vestuario de los jugadores, contiguo, se conoció el emparejamiento. Hubo un cierto pudor cuando en la caseta supieron que esa alegría no quedó en una esfera privada y de inmediato brotaron las advertencias. “No debemos hablar de favoritos. La eliminatoria está al cincuenta por ciento”, aclaró Jozabed, uno de los refuerzos invernales. “Es el equipo al que en casa más nos ha costado ganar”, recordó el capitán Hugo Mallo. “Será una eliminatoria igualada”, imagina, por supuesto, Berizzo, que hubiese preferido que el doble duelo se cerrase en Vigo y no en Mendizorroza.

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En el Celta se ha transitado en los últimos días desde la euforia a la cautela. Y en ese sentimiento de prudencia asoma el recuerdo de lo ocurrido hace un año en el feudo del Sevilla, ida de semifinales tras la efervescencia que supuso apear al Atlético con victoria incluida en el Calderón. Imbuido de la audacia que pregona su técnico –“todos los partidos los planteamos igual, buscamos la posesión y para ello queremos recuperar la pelota y lanzarnos al ataque”, sostiene- el Celta interpretó mal la situación que se generó con un gol justo antes del descanso. Regresó al campo como si no hubiese mañana y encajó tres goles más en tres situaciones en las que el rival se quedó mano a mano ante el portero. El partido de vuelta quedó reducido a un trámite. “Seguramente lo sucedido en Sevilla tuvo que ver con lo que mostramos en esta edición en cuartos de final contra el Real Madrid, con dos partidos muy inteligentes y maduros”, concede Berizzo.

Resumen (3 minutos) del Sevilla-Celta de semifinales de Copa de la temporada 2015-16.

El Celta parte, desde esa experiencia, con el conocimiento de que una eliminatoria requiere un manejo de los tiempos diferente al de un partido de liga. Entiende además que no puede dejar carcomerse por la ansiedad. “Paciencia. Hay un partido por jugar en Vitoria”, receta Jozabed, que pese a ser novel en el grupo ya disfrutó de minutos contra el Real Madrid. Resta además una prevención por el factor climatólogico porque en Galicia se anuncia temporal de viento y lluvia. “Ojalá el campo esté para jugar”, suspira Berizzo, que recupera a Daniel Wass, dolorido en un hombro tras la anterior eliminatoria y baraja varias opciones para armar la línea de ataque, en realidad también la primera en defensa. El equipo parece haberse equilibrado con Marcelo Díaz y Radoja en el mediocentro, de manera que el regreso de Hernández, sancionado en el segundo partido contra el Madrid, y la confirmación de Wass pueden enviar al banquillo a Guidetti. Sería una solución conservadora, las otras pasan por renunciar a la amplitud sin Bongonda en la izquierda o prescindir de uno de esos cuatro centrocampistas y ubicar a Iago Aspas en la derecha, donde como es norma de los buenos futbolistas, ha acabado por adaptarse y ofrecer rendimiento. Justo en el futbolista internacional de nuevo cuño identifica Berizzo la evolución de su grupo de jugadores: “No solo ataca, sino que ayuda en labores defensivas, en la circulación de la pelota y está implicado. Luego además ve puerta. Con su regreso al club ha encontrado su lugar en el mundo y se ha convertido en un líder positivo, un ejemplo para los que son más jóvenes”.

Berizzo imagina a un Alavés “sólido y ordenado”, sospecha que su equipo estará en algún momento en problemas. “En el fútbol moderno no imagino un partido solo defendiendo o atacando”, advierte. Presiente que sus futbolistas han aprendido de pasados revolcones y que se alimentarán de la gasolina que propulsa los sueños, la imaginación. Y recomienda encarecidamente ejercitarse en esa proceso mental: “La Copa es el sueño que perseguimos todos los celtistas y las cosas para que sucedan primero hay que soñarlas”, asegura.

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