El primer revés de Zidane

El camino del Real Madrid en Copa terminó anoche en Balaídos bajo una fina pero insistente lluvia. Cuando Zidane apareció por la pequeña sala de prensa, los jugadores del Celta estaban todavía en el campo, empapado y empapados, para celebrar el pase a las semifinales. 2-1 perdieron los blancos en la ida, 2-2 empataron anoche. El mismo resultado, por cierto, con el que cayeron la última vez que fueron eliminados en cuartos de Copa: temporada 2011-12 contra el Barcelona (1-2 en la ida y 2-2 en la vuelta).

El año pasado el Madrid dijo adiós en dieciseisavos y sin siquiera disputar la vuelta por la alineación indebida de Cheryshev en Cádiz. El anterior, con Ancelotti y el desplome postmundialito, fue el Atlético el que apeó al conjunto blanco en octavos. Después del Alcorconazo en 2009, tres veces llegó el Madrid a la final, ganó dos (ambas contra el Barcelona en 2011 y 2014) y perdió una, contra el Atlético en 2013, el año del adiós de Mourinho.

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Después de barrer al Sevilla en la ida de los octavos, en el primer partido de 2017, soñaba el Madrid de Zidane con el triplete. Todo iba viento en popa, el equipo parecía invencible y sin fisuras. Noqueaba a los rivales y cuando no, los superaba con fe. Incansable, daba la vuelta a los marcadores y se sobreponía a las lesiones. Llegó la primera derrota (en Liga después de un partido perfecto durante 85 minutos) y la segunda, seguida, en Copa contra el Celta.

Para pasar a semifinales, necesitaba una remontada. No la hubo anoche en Balaídos pese a los intentos del Madrid que, de nuevo, como en la ida, terminó rematando más que el Celta (15 por 11). Pero sin premio. Es el primer revés que sufre Zidane desde que está en el banquillo del Real Madrid. Superó todas las eliminatorias hasta ganar la Undécima, derrotó al Sevilla en la Supercopa, se deshizo del América y del Kashima (no sin problemas) y apeó a los de Sampaoli en octavos.

Contra el Celta el conjunto blanco no dio para más. Se presentó en Balaídos sin Marcelo ni Carvajal –ambos con rotura muscular serán baja durante el próximo mes-, sin Varane ni Modric. Dispuso el técnico francés una defensa de tres (Casemiro junto a Ramos y Nacho) y dejó libertad a Danilo que jugó de extremo y hasta de mediapunta. Cuando más estaba empujando el Madrid, el brasileño marcó en propia puerta el 1-0. No se dejaron ir los blancos que obligaron al Celta a sudar hasta el minuto 94, pero ni Asensio ni sobre todo Isco tuvieron su mejor noche. Ni Cristiano Ronaldo (salvo el gol de falta) ni Benzema están en su mejor momento. Juegan desconectados del equipo. Un equipo que anoche sufrió para iniciar las jugadas y dar salida al balón.

“No estoy enfadado, estoy decepcionado por los chicos. A nadie le gusta caer eliminados, pero si vamos a seguir jugando así, con carácter y personalidad, las cosas van a salir. No hay más remedio, tenemos dos competiciones más y vamos a pelearlas hasta el final”, reflexionó Zidane anoche. Era el mismo mensaje que transmitían los jugadores en zona mixta. Decepcionados, pero sin alarmismos.

¿Cómo piensa levantar este vestuario?, le preguntaron. “Lo único que tenemos que hacer es descansar porque el domingo viene la Liga, nada más. Soy el responsable de este equipo, vamos a seguir con el mismo discurso que el de trabajar y trabajar. No hay que darle más vuelta a esto, no se ha podido conseguir”, respondió con la tranquilidad de siempre y apelando, como siempre, al trabajo diario.

 El domingo el Madrid recibe a la Real Sociedad en Liga. Algo más que una prueba para averiguar si el equipo ha acusado la eliminación copera. En tres semanas, llega al Bernabéu el Nápoles para la ida de los octavos de Champions. Sin más partidos entre semana, Zidane podrá dar un pequeño respiro a los suyos y recuperar a los lesionados.