Una Ducati reducida y con un tubo de escape “secreto”
La fábrica italiana prueba en Malasia una moto con muchas novedades y hecha para Lorenzo
Hace pocos días, Loris Capirossi, ex piloto de Ducati —siete victorias vestido de rojo—, advertía a Jorge Lorenzo sobre su desembarco en la fábrica de Borgo Panigale: “Será él quien tenga que adaptarse a la moto y no al revés; así funcionan las cosas en Ducati”. Pero, por lo visto y oído parece que va a ser una combinación de ambas cosas. Fábrica y piloto pondrán de su parte. “Tendrá que adaptarse a la moto, porque tiene un carácter distinto a lo que él estaba acostumbrado, pero también nosotros conocemos su estilo de pilotaje y la moto ha sido desarrollada pensando en él”, señalaba Paolo Ciabatti, director deportivo de Ducati Corse.
Y para muestra, la máquina que este miércoles puso en pista Michele Pirro, piloto probador de la casa, en unos tests privados que celebran también hoy jueves, cuando se unirá el otro probador, Casey Stoner, en Malasia, donde el próximo lunes arrancará oficialmente la pretemporada con los primeros tests oficiales de MotoGP. Ducati se ha puesto a hacer los deberes unos días antes. Tiene muchas cosas que probar para contentar a su nuevo fichaje, que ha pedido insistentemente a la casa italiana una mejora en concreto: que la moto gire más y mejor. El paso por curva siempre ha sido lo más destacado del pilotaje de Lorenzo, ahí donde sacaba unas décimas a sus rivales. Y quiere poder exprimir lo mejor de sí en su nuevo equipo. “No renunciaré a mi ADN”, dijo la semana pasada en la presentación del equipo en Bolonia.
La moto que Pirro puso ayer en pista es, a la vista, considerablemente más baja que la que se vio en aquella presentación o la del curso pasado: la altura de la cúpula o la del colín acercan más la Desmosedici GP17 al suelo, lo que seguiría la línea de desarrollo de los últimos años desde la llegada de Gigi Dall’Igna a Ducati como nuevo ingeniero jefe del proyecto, en 2014, y buscaría, además, mejorar el paso por curva. Desde 2015 las dimensiones de la máquina han ido disminuyendo. Menguó el tamaño del motor y al hacer también un chasis más pequeño se pudo hacer una moto más corta y estrecha. Así se diseñó una Ducati más dócil y manejable, más fácil de pilotar y con mayor versatilidad, lo que permitía jugar con distintos reglajes y que se adaptara mejor a distintos circuitos. Al parecer, Dall’Igna sigue insistiendo en esa línea.
Sin alas, alternativas
Además, en el prototipo que ha probado el italiano se observa una mayor inclinación de la horquilla delantera y la posición del piloto ligeramente más adelantada. Esto último no desagradará a Lorenzo, especialmente sensible con el tren delantero. El ex de Yamaha siempre necesitó de una confianza extraordinaria con la goma delantera para entrar a las curvas con decisión.
Los más llamativos, sin embargo, son los cambios que afectan al tubo de escape, que en este prototipo salía por el lateral derecho, en lugar de por la parte central del colín y que, según el propio Pirro, estarán también en las motos de Stoner y de los pilotos oficiales, Lorenzo y Dovizioso, la semana que viene. En ausencia de las alas aerodinámicas (prohibidas a partir de este año) que tan buena aceleración (y un mejor anticaballitos) le dieron a la Ducati el curso pasado, los ingenieros han ideado soluciones alternativas.
Una caja escondía el novedoso invento de la fábrica italiana para favorecer la estabilidad, la aceleración y el llamado antiwheelie sin perder una pizca de potencia. Hay quien apunta a la creación de una suerte de juego de válvulas (un paso más allá de esa mariposa que ya trabajaba en su escape hasta ahora) para regular la entrega de potencia de su motor -como siempre desmodrómico y especial, sobra decirlo- y además fijar la rueda delantera al suelo a la salida de las curvas. “Será nuestro KERS”, dijo Pirro.
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