El Real Madrid se queda tieso en Belgrado

Fatigado por un calendario estresante, saturado por la exigencia de un rival bravo y desafinado por los desajustes en la rotación, el Real Madrid concedió en Belgrado su quinta derrota en la Euroliga, la segunda consecutiva fuera de casa, la cuarta en sus cinco últimas salidas tras comenzar la competición ganando en Tel-Aviv y Milán. El Estrella Roja acogotó al conjunto de Laso agarrado al impulso de sus torres, Simonovic y Kuzmic, que camparon a sus anchas ante el apagón de los pívots madridistas. De nada sirvieron los 25 puntos de Taylor, con un sobresaliente 7 de 10 en triples. La debilidad visitante devino en desconcentración (14 pérdidas de balón) y desatino (70 puntos frente a los casi 89 de media). Se repitió el mismo patrón de partido que ante el Darussafaka.

Los puntos de Taylor (ocho en los primeros cuatro minutos) y los rebotes de Felipe fueron el sustento del Madrid en un primer cuarto de tanteo en el que Kuzmic anuló a Ayón y Doncic perdió con Jenkins el pulso por el gobierno en la dirección. Pero nunca pintó bien la tarde para los de morado, tiesos por el cansancio.

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No tardó el Estrella Roja en refrendar su inercia optimista ante un rival inestable. Con Simonovic y Guduric como arietes y el aliento de la Sala Pionir como combustible, el conjunto de Dejan Radonjic destartaló la destemplada defensa madridista con un parcial de 14-0 que descosió el marcador (36-25, m. 15). Tres minutos de apagón ante el aro rival y una falta antideportiva de Felipe dejaron sonado al Madrid, blando bajo los aros e impreciso con el balón (siete pérdidas al descanso).

De nuevo Taylor tomó la responsabilidad y rompió la secuencia negativa de su equipo con un triple balsámico que, sin embargo, no sirvió para enderezar la estadística visitante desde el 6,75 (4 de 16 en los primeros 20 minutos, 8 de 27 al final). Los 35 puntos al descanso evidenciaron el desenfoque del segundo mejor ataque de la competición. Sin Rudy (en Madrid por el nacimiento de su primer hijo) ni Maciulis (lesionado), Laso gestionó una rotación asimétrica que quedó aún más lastrada con la lesión de Doncic mediado el tercer cuarto. El esloveno se marchó cojeando al banquillo tras un mal apoyo mientras dirigía un ataque. Para entonces, Llull ya había reclamado los galones y Taylor seguía sacando lustre a su inopinada inspiración triplista. El sueco encontró un filón en los rincones de la pista y acercó a su equipo hasta unos márgenes abarcables (45-42, m. 24). Pero, cuando el Madrid creía haber capeado el temporal, llegó la tormenta.

Kuzmic se agigantó en la pintura, Jovic desató su saco de asistencias y Guduric cargó de puntos el ataque del conjunto serbio (62-51, m. 30). Ensayó Laso una defensa en zona para cimentar la remontada, pero Simonovic la desmontó con un triple. El Madrid perdió el oremus y la diferencia se estiró hasta los 16 puntos a favor del Estrella Roja tras un parcial de 5-0 en el inicio del último cuarto (67-51, m. 31).

En busca de la heroica, Laso montó un plan de emergencias mezclando la pausa de Draper y el brío de Nocioni. Sin embargo, el baremo arbitral no admitió las vueltas de tuerca que requería la misión. Una técnica al propio Laso por protestas a los colegiados certificó la derrota del Madrid.