Messi y el tarro de las esencias
El argentino, con el equipo bien compacto, juega ahora en espacios reducidos como antes lo hacía con las líneas estiradas
La grandeza de Messi se explica con un axioma definitivo: es el Barça el que debe jugar para él y no al revés. Así lo han reconocido cuantos entrenadores ha tenido, también todos los compañeros que le han envuelto y que entienden el servilismo como lo más lógico porque si el 10 tiene la pelota todo puede pasar. Hay un dicho en Cataluña que dice que al pot petit hi ha la bona confitura. Lo que vendría a ser que el perfume en tarro pequeño se vende. Y el bote de las esencias de Messi, tal y como demuestra casi a cada jornada y como subrayó frente al Espanyol en el derbi, no tiene fin.
Iniesta bailó con la pelota en los pies y se la cedió a Messi, ensamblado en el balcón del área. Le alcanzaron con seis toques para descontar a otros tantos rivales. Un caño con el exterior de la zurda, un quiebro hacia fuera, otro hacia dentro y una croqueta para chutar de puntera porque será por recursos. El rechazo lo cazó Carpanta Suárez y lo hizo gol. “Una jugada de PlayStation”, definió el propio Luis Suárez. “No deberíamos acostumbrarnos porque hace cosas únicas que en el Camp Nou pasan cada 15 días”, amplió Luis Enrique. Ocurre, además, que Leo puede hacerlo todo en una baldosa o en una carrera a campo abierto. Son muchos los ejemplos y algunos imperecederos como el tanto al Getafe que calcó al de Maradona en el Mundial de 1986 frente a Inglaterra, el que le hizo al Zaragoza en la Liga tras un eslalon imposible, o el que descosió al Athletic en la final de la Copa de hace dos cursos.
Luis Enrique prepara la Copa del Rey sin el tridente
Luis Enrique empezó a preparar ayer el partido de la Copa del Rey de mañana contra el Hércules sin Piqué, Messi, Neymar y Luis Suárez. El técnico ha dado permiso al central y a los tres delanteros para adelantar las vacaciones de Navidad. El entrenador argumentó que no es una novedad con respecto al tridente, más exigido por el juego —titulares habituales— y por los viajes transoceánicos, y sí por lo que hace referencia al central, que seguramente viajará a Colombia.
La política de Luis Enrique sobre el reparto de esfuerzos y descanso navideño de los azulgrana ha variado desde que en enero de 2015 tuvo un enfrentamiento con Messi por su suplencia en Anoeta. Aquel partido desencadenó un serio conflicto en el vestuario y, desde entonces, varió la gestión de minutos del tridente, que pasó a ser indiscutible en los partidos de Liga y de la Champions. “Ya les di descanso en la primera ronda copera de la temporada pasada”, ha advertido el entrenador del Barça.
El equipo azulgrana solo pudo empatar en el partido de ida (1-1), disputado en el Rico Pérez, y por tanto necesita ganar al Hércules en el Camp Nou (22.00 horas). El técnico volverá a alinear a los suplentes, y en especial a Alcácer, que se estrenó como goleador barcelonista el pasado martes en el amistoso de Qatar. También se supone que dará minutos a Arda Turan y sobre todo a Rakitic, una pieza fundamental del equipo en las dos primeras temporadas de Luis Enrique y que ha sido suplente en los dos últimos partidos, en Pamplona y en el derbi del domingo contra el Espanyol.
Luis Enrique aclaró que el centrocampista croata no tienen ninguna lesión ni problema sino que su no presencia en la alineación últimamente obedece a motivos técnicos y, por tanto, es decisión del entrenador del Barcelona.
Messi ha sido muchos jugadores en uno. Extremo, delantero, falso 9, mediapunta, volante y lo que quiera. Luis Enrique lo tiene claro: “Tiene libertad para moverse por donde quiera”. Una decisión que aprueba el exseleccionador Vicente del Bosque: “No es una debilidad que sea Messi quien decide por dónde aparecer. Se trata de encontrarle una zona ideal”. Y añade: “Aunque con esa seguridad que tiene con el balón y con los controles, con las conducciones y regates, puede jugar en cualquier sitio”. Jorge Valdano agrega: “No hay nadie que domine así el espacio y el tiempo, lo que le lleva a poder jugar en cualquier sitio y a cualquier ritmo, sea vertiginoso y vertical o pausado y horizontal”. Recoge el testigo Miguel Ángel Lotina, fichado por el Tokio Verdy japonés: “No ha habido nadie que haya podido jugar bien en todas las posiciones por todo lo ancho y largo del campo”.
Ahora, parte desde la banda, pero ocupa cualquier espacio que crea decisivo. “Hay varios tipos de inteligencia y la suya está hecha para jugar al fútbol”, conviene Valdano. Se suma Lotina: “Con los años ha aprendido a elegir las soluciones que tiene, que son abundantes porque domina todos los registros. En eso ha madurado porque antes era más vertical”.
Resulta que Messi ya no es tan explosivo, por más que rompa las caderas por definición. “Puede hacer lo que quiera donde quiera”, cuenta Antic. “Parece que juega en la calle porque se regatea a todos los chavales, a los amigos. Y lo hace todo muy fácil con el regate, que no es que esté en desuso pero se prodiga poco”, apunta Del Bosque. Lotina toma la palabra: “Es que el partido se juega al ritmo que quiere Messi. Eso es lo que le hace diferente de todos”. Y Valdano añade: “Es el reflejo del reflejo. Más que nada porque resuelve las situaciones con una velocidad extraordinaria”.
Hasta cuando quiera
Con 29 años y 28 títulos, Messi sigue siendo el rey de la pelota. “Puede estar hasta los 40. El final de carrera será problema mental más que físico, porque puede jugar andando”, dice Valdano. “Detalles seguirá teniendo, pero necesitará que sean continuos como hasta ahora”, expone Del Bosque. “No sabemos lo que ocurrirá, pero mientras tanto, disfrutaremos de su juego”, señala Antic.
Antes rompía con sus arrancadas y ahora se subraya en palmos. Pero es que Messi, como dice Valdano, “tiene en la cabeza el fútbol de todos los tiempos”. Es el tarro de las esencias del fútbol.
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