Bellerín vuelve a correr y a regalar goles

El derbi londinense contra el Tottenham estaba en sus últimos estertores y ya se daba por bueno el empate a uno. Pero Héctor Bellerín (Badalona; 21 años) quería más y, como siempre, adelantó su posición sin importarle lo que le quedaba a sus espaldas porque con su sprint le vale para corregirse a tiempo. Pero cuando recibió el balón de espaldas a la portería rival, un tackle por detrás del también carrilero Danny Rose se llevó por delante su tobillo y los ligamentos. “Una entrada muy fuerte cuando no quedaba nada de partido”, se lamentó unos días más tarde el técnico Arsène Wenger; “una entrada fea. ¿Pero lo hizo queriendo? No lo creo”. Mauricio Pochettino, técnico de los Spurs, se sintió herido y replicó: “Siempre he creído que todo lo que pasa sobre el césped es sin mala intención”. Pero con o sin mala baba, Rose —que en 2014 ya había roto la rodilla de Walcott para privarle del Mundial— dejó a Bellerín en la trastienda durante un mes. Aunque ayer, frente al Stoke, regresó y demostró lo capital que resulta para un equipo que abre el campo en su juego de posesión del mismo modo que utiliza las bandas en los contragolpes.

La entrada de Bellerín al césped, en cualquier caso, fue antes de lo previsto. Resulta que en el minuto 25 el central Mustafi se lesionó del tendón [estará tres semanas de baja] y Wenger miró hacia atrás para darle el testigo. Un cuarto de hora más tarde, el lateral puso el turbo por el costado derecho y centró para la llegada de Walcott, que resolvió a gol para poner las tablas, toda vez que Charlie Adams había hablado primero con el Stoke.

Pasa que cuando Bellerín empieza a correr no hay quien le tosa. “Lo trabajo mucho en el Arsenal, con un plan específico en el gimnasio para fortalecer piernas, ganar potencia… Es importante para un lateral tener velocidad”, resuelve el joven futbolista formado en la cantera del Barça; también aspiración azulgrana en el pasado mercado invernal que se quedó en agua de borrajas por lo prohibitivo del precio y porque es una pieza fundamental para Wenger, que le dio los primeros 11 encuentros al completo hasta la lesión.

Dicen los estudios del Arsenal que corre los 40 metros iniciales más veloz que Bolt. Dato difícil de comprobar, por más que haya cierta relación entre los dos —han coincidido en un par de actos publicitarios— al ser atletas de la marca Puma. Pero lo que sí está claro es que es el sprinter de la Premier y que, además, tiene buen pie para poner los centros. Por eso es el defensa que más asistencias (7) lleva en las dos últimas temporadas, seguido de cerca por Charlie Daniels (seis con el Bournemouth) y después por Simon Francis (Bournemouth), Kyle Walker (Tottenham), Alberto Moreno (Liverpool), Daryl Janmaat (Watford), Christian Fuchs (Leicester) y también Aaron Cresswell (West Ham), todos con un total de cinco pases de gol.

Pudo festejar alguna asistencia más Bellerín, pero Walcott primero y Giroud después —en el minuto 92, incombustible como es el lateral— erraron el remate. Pero sí que atinó Özil (suma nueve goles, a uno de su mejor curso) y más tarde redondeó la tarde Iwobi. “Me siento muy bien por volver y todavía más por los tres puntos”, escribió en su cuenta de Twitter. El Arsenal también lo celebra.

Llorente recupera el gol

Desde que se marchó del Athletic, Fernando Llorente, por su parte, no ha sido el mismo, discreto en la Juventus y anónimo en el Sevilla. Pero ahora, en el Swansea, parece haber recobrado la puntería. Al menos en los últimos tres encuentros, donde ha marcado cuatro dianas: dos ante el Crystal Palace que valieron para voltear el duelo (5-4); ninguno en la paliza recibida por el Tottenham (5-0); y otros dos ayer, cuando se impusieron por 3-0 al Sunderland. Goles y resultado que le sirven al equipo para salir de la zona de la quema, a expensas de lo que haga esta tarde el West Ham en su visita a Anfield contra el Liverpool.