La Audiencia Nacional sanciona al Sevilla por los cánticos contra los jugadores del Real Madrid
El juzgado impone una multa de 9.000 euros al conjunto andaluz por los insultos a Cristiano y Ramos en el Pizjuán en un partido en 2015

El Juzgado Central de lo Contencioso-administrativo 3 de la Audiencia Nacional ha confirmado la sanción de 9.000 euros impuesta al Sevilla por los cánticos de una parte de su afición contra jugadores del Real Madrid durante el partido de Liga entre ambos equipos de la temporada pasada, disputado en el Sánchez-Pizjuán el 8 de noviembre de 2015.
En su resolución, el juez considera que las expresiones dirigidas contra Cristiano Ronaldo: “ese portugués, qué hijo puta es” y contra Sergio Ramos: “hijo puta” o “písalo, písalo”, en modo alguno suponen “conductas intrascendentes” para el correcto desarrollo de los partidos, sino que son un “patente rechazo intolerante de la afición del equipo contrario hacia el comportamiento deportivo de los participantes en el encuentro”. Con esta resolución el Juzgado desestima el recurso interpuesto por el Sevilla contra la resolución del Tribunal Administrativo del Deporte, que a su vez confirmaba las resoluciones sancionadoras impuestas por la Real Federación Española de Fútbol en aplicación del artículo 107 del Código Disciplinario federativo, que castiga la pasividad en la represión de las conductas violentas, xenófobas e intolerantes.
Analizados los hechos, el contexto y las expresiones vertidas desde la zona lateral gol norte durante el encuentro, el juez considera que la expresión “ese portugués, qué hijo puta es” dirigida a Ronaldo de forma reiterada es “claramente denigratoria, vejatoria y atentatoria contra la dignidad de su actividad como deportista, además de una inaceptable alusión a su origen nacional, en el marco de una multitud de comportamiento imprevisible y frente a cuyo insulto, doble insulto, el deportista no puede defenderse”. Añade que la expresión coral utilizada es “preparatoria para la creación de un sentimiento de desprecio y de agresividad” hacia el jugador.
Respecto al “písalo, písalo” dirigido a Sergio Ramos cuando era atendido en el suelo por los servicios médicos, el magistrado destaca que es “indudablemente despreciativa, violenta y agresiva y sugestiva para la multitud para la comisión de actos, aún más dañinos, que el derivado del dolor o del daño repentino provocado por el incidente”. Igualmente, respecto al grito “Sergio Ramos, hijo puta” considera que es infractora de los valores protegidos por el código disciplinario.
La sentencia, contra la que no cabe recurso, reconoce los esfuerzos del Sevilla para evitar estas conductas -que han derivado en otras sanciones anteriores por incidentes en otros partidos- por lo que la multa se ha impuesto en su grado mínimo. Sin embargo, entiende que las medidas adoptadas no han sido suficientes para evitar este tipo de comportamientos “eficazmente”, dice el magistrado. En este sentido, el juzgado comparte con la Administración que no se haya utilizado ningún mecanismo de megafonía en el estadio tanto para prevenir como para evitar la repetición de los incidentes, tampoco se evidencia la adopción de específicas y concretas medidas de seguridad privada para evitar que se vuelvan a producir, así como que tampoco ha existido el “mínimo esfuerzo” por identificar a ninguno de los 1.800 espectadores que protagonizaron los hechos. Todo ello demuestra, concluye el juez, que “no estamos ante una conducta de falta de prevención excepcional ante un acontecimiento excepcional, sino ante la repetición de unas pautas de conducta que se han demostrado insuficientes en diversas ocasiones para evitar o corregir o atenuar sensiblemente los incidentes producidos”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
El Louvre, en su punto más bajo: ¿qué le pasa al museo más famoso del mundo?
Kate Winslet nos habla de su debut como directora (y de lo difícil que sigue siendo ser mujer en el cine)
La Administración de Trump publica (a medias) los papeles de Epstein: ¿cuáles son las principales novedades?
Cómo llegaron los líderes europeos al acuerdo para financiar a Ucrania
Lo más visto
- Uno de los promotores de la señal V-16 de tráfico: “Es duro oír el testimonio de víctimas que han sufrido amputaciones al poner los triángulos”
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- Cae una organización que enviaba camiones cargados de cocaína desde Marbella hasta varios países europeos
- La policía registra varios domicilios y las oficinas de la ministra francesa Rachida Dati por otro presunto caso de corrupción
- Manuel Castells, sociólogo: “El mundo está en un proceso de autodestrucción”




























































