Cocu: “Los niños holandeses no entienden qué es la presión, los españoles sí”
Mucho antes de ganar dos Ligas holandesas y conducir al PSV a los octavos de la Champions, Philip Cocu (Eindhoven, 1970) fue uno de los centrocampistas de referencia en el fútbol mundial, ganó una Liga con el Barça en 1999, y disputó 101 partidos con Holanda. Días antes de viajar a Madrid para enfrentarse al Atlético abre las puertas de la discreta sala de reuniones del centro de entrenamiento, un prado abierto a golpe de hacha en el profundo bosque de hayas que rodea Eindhoven.
Pregunta. Holanda no se clasificó para la última Eurocopa y el PSV se ha quedado fuera de la fase de eliminación de la Champions después de convertirse en el primer equipo holandés que lo conseguía desde 2007. ¿Cuáles son los problemas del fútbol en su país?
Respuesta. Técnicos, tácticos, económicos… Un poco de todo. Pero tenemos muchos talentos todavía. No nos faltan jugadores ni cultura. No debemos cambiar nuestra forma de ver el fútbol porque hay algo bueno en ella. En general nos ha ido bien así. Pero los resultados en el plano internacional no son los de antes y eso obedece a una razón. Tenemos problemas. Tenemos problemas, por ejemplo, con los jóvenes. Yo creo que deberían entrenar más horas.
P. ¿Por qué?
R. Los jóvenes de hoy juegan menos fuera del club que en mi época. Cuando yo tenía diez años, cada día jugábamos en la escuela y en la calle mucho más de lo que se juega ahora. Eso para la técnica es muy importante. No digo que este sea el problema del fútbol holandés pero influye. Estamos estudiando si tenemos que cambiar algo y aumentar el volumen de entrenamientos de los chicos de seis a diez años. Lo están haciendo en otros países y está bien porque el fútbol nunca es el mismo. Las generaciones no se repiten. Pero insisto: no debemos cambiar nuestras ideas fundamentales. ¡Somos Holanda! Solo debemos pensar en nuevos modos de desarrollar jugadores.
P. ¿Eso explica por qué solo dos clubes holandeses se clasificaron para octavos de la Champions en la última década? Usted ha mencionado problemas tácticos.
En Holanda estamos acostumbrados a jugar al ataque. A mí me gusta pero no es posible contra el Bayern o el Atlético
R. El factor decisivo es económico. La posibilidad de fichar jugadores de calidad es cada vez más difícil para los clubes de Holanda. La Segunda División inglesa nos supera económicamente con mucho. No podemos pagar ese dinero y la distancia es cada vez más grande. Por otra parte, está el componente táctico del problema: el fútbol internacional requiere otras cosas de nuestros equipos. Otra manera de pensar. En Holanda estamos acostumbrados a jugar al ataque, acaparando la posesión. A mí me gusta ese fútbol pero no es posible contra cada oponente, ni es posible ir de visitantes a jugar siempre así, ni hacerlo contra el Bayern o el Atlético. La mentalidad en Holanda es que muchos piensan ofensivamente y muy pocos en términos defensivos. En el nivel de la Champions, o de la Europa League, encontrar otro equilibrio es muy importante.
P. ¿Cree que el Ajax quedó fuera de la fase de grupos contra el Rostov por un planteamiento excesivamente ofensivo? No hay un jugador del Ajax que no piense en ir arriba...
R. Los jugadores en Holanda piensan así. La palabra ‘defensivo’ suena mal. No es como en Italia, donde ganar un duelo al delantero contrario es motivo de orgullo. Aquí los jugadores se enorgullecen de pasar bien la pelota, o de tirar un caño. Los más jóvenes disfrutan de estos momentos ofensivos. Esto es calidad y no hay que quitárselo. Pero debemos añadir las cosas que pide el fútbol internacional.
P. Los niños ya no quieren ser Edgar Davis.
R. Hay más que quiere ser Robben o Van Persie. Pero no me preocupa tanto. En mi época, en 2002, tampoco fuimos al Mundial de Japón y Corea, y luego nos recuperamos. El nivel sube y baja, según las generaciones. Ahora estamos cambiando. Muchos salen y entran los jóvenes. Ese es un factor. Quizás llevamos muchos años complacidos con los talentos que producimos… Durante décadas los entrenadores de otros países han venido a Holanda para saber cómo trabajábamos. Querían aprender de nosotros. Ahora nos toca a nosotros aprender de Alemania, de Inglaterra, de España, para tener una visión completa.
P. ¿Qué tomaría del fútbol español?
R. En Holanda hablamos de winner-mentalität, mentalidad ganadora. Por supuesto que técnica y tácticamente los españoles están bien dotados. Pero sobre todo lo que observo es su ambición por ganar. ¡Es el fútbol! ¡Hay que ganar! Sea en un entrenamiento, en un partido o a las cartas. Esta motivación… No digo que no esté en los holandeses… Estoy trabajando con dos mexicanos, un colombiano, un uruguayo… Y a esos… Lo llevan dentro. Los holandeses quieren ganar, pero de un modo bonito. La mentalidad de los otros es ganar. Punto. Si no es con buen fútbol porque las cosas no salen, da igual, podemos hacerlo de otra manera. ¡Vamos a ganar! Tenemos que estimular esta mentalidad.
P. ¿La Holanda que llegó a las semifinales del Mundial 98 con usted tenía esa mentalidad?
Veo a Griezmann, uno de los mejores del mundo, y trabaja para el equipo. Defiende. Porque el Atlético es un equipo. No hay estrellas
R. Sí. Era un equipo que jugaba bonito, pero también tenía mala leche. Siempre necesitas un equilibrio. En ese nivel también necesitas calidad para tener éxito. Hay chicos que utilizan el fútbol para construirse un futuro. Tienen mucha presión para llegar y ayudar a su familia. En Holanda, en general, la gente está cómoda. Escuelas, colegios, sanidad, casa. Todo arreglado. Ganar o perder no cambia demasiado tu futuro. A veces, en general, nos ayudaría tener la mentalidad de la necesidad. Es ese tipo de espíritu el que veo en los jugadores españoles.
P. Usted coincidió con Puyol y Xavi cuando subieron del Barça B. ¿Ellos eran así?
R. Puyol, definitivamente sí. Xavi tenía otro carácter, pero no jugaba por jugar. Jugaba para ganar. Cada personalidad es diferente. Un estilo no vale para todo. Pero siempre se debe jugar para ganar. Aquí en el PSV esto es tema de debate: para su desarrollo los chicos necesitan alegría para aprender, pero también, poco a poco, hay que inculcarles que en un deportista es importante ganar. Necesitas esa presión para jugar en un Barcelona y debemos tener presión en el PSV.
P. ¿Qué opina de que en la cantera de Holanda se mantenga a rajatabla la tradición del 4-3-3?
R. En los juveniles casi nunca se juega con otra cosa que no sea el 4-3-3. A mí me gusta este esquema, pero también, a veces prefiero utilizar otro. Para un jugador es muy importante variar. Los jugadores más completos son capaces de interpretar distintos sistemas. Si solo puedes jugar a una cosa y llega un entrenador que piensa de otro modo, ¿qué haces? ¿Dejas el fútbol? Estoy intentando inculcar esta flexibilidad entre los jóvenes. La media de nuestro equipo en mi primera temporada estaba por debajo de los 21 años y así ya cuesta interpretar un solo sistema. En la segunda temporada sí pudimos cambiar cosas. Ahora, a veces jugamos 5-3-2 o 4-4-2. Cuesta. Necesitas tiempo. A mí me gusta el sistema holandés. Pero ya no siempre jugamos con dos extremos porque los extremos ahora son diferentes.
P. Usted no juega con extremos abiertos.
En el fútbol moderno se han reducido los huecos. Con dos extremos pegados a la raya ya no encuentras tantos espacios
R. Yo pongo uno a pierna cambiada. A veces uso un diestro como Nasringh por la derecha, otras veces al diestro Berwijn por la izquierda, y a Pereiro, que es zurdo, por la derecha. En el fútbol moderno se han reducido los huecos. Con dos extremos pegados a la raya ya no encuentras tanto los espacios. Los laterales son cada vez más importantes para doblar. El fútbol cambia. Dentro de cinco años seguro que estaremos hablando de otra cosa. Los jugadores deben aprender cosas en el campo y durante los entrenamientos. Tú como entrenador debes pasarles la información, los vídeos, etc. Debes darle un orden. Luego el jugador debe tener libertad para encontrar los espacios por sí mismo.
P. ¿Por qué dice que tiene dificultades para fichar?
R. Porque, por ejemplo, nosotros no podemos pagar los salarios del Newcastle. Lo que los clubes grandes de la Segunda inglesa reciben en derechos de televisión es ya casi todo nuestro presupuesto. Por eso para los holandeses es importante mantener nuestras academias fuertes.
P. ¿Podría mencionarme los nombres de los futuros cracks de Holanda?
R. No tengo ninguna duda de que tenemos calidad. Pero solo con la calidad y el talento no es suficiente. No llegas así a lo más alto. Esa mentalidad a veces depende de gente que está alrededor: los amigos, la familia… ¿Son críticos o solo dicen a los jugadores lo buenos que son? Necesitas crítica para mejorar y estar abierto. De lo contrario, cuando las cosas te salgan mal, no podrás superar los contratiempos.
P. Contra el Atlético jugó con un 5-3-2. ¿Eso en Holanda es una herejía?
R. Estuvimos a un penalti de eliminar al Atlético de la última Champions. En el quinto lanzamiento nuestro portero tocó el balón antes de que entrara: ahí estuvo la eliminatoria. Este año en la ida jugamos mejor todavía. Nos anularon un gol legal y fallamos un penalti. Contra el Atlético eso te cuesta carísimo. La distancia entre los dos clubes es muy grande pero si todo está bien y tenemos esa convicción podemos compensar las desigualdades.
P. ¿Qué destaca del Atlético?
R. Veo a Griezmann, uno de los mejores jugadores del mundo, y está trabajando para el equipo. Defiende. Porque son un equipo. Eso es muy difícil de conseguir. No hay estrellas. El equipo es lo importante. Todos están implicados en una táctica, todos saben lo que tienen que hacer. Y tienen mucha calidad. Se habla poco de la calidad del Atlético. ¿Acaso es solo un equipo luchador? ¡Son mucho más que eso! Son un carácter. Si van ganando 1-0 o perdiendo 0-1, siguen juntos. Nunca ves un gesto negativo entre compañeros. Y físicamente son resistentes. Los hombres como Gabi pueden jugar tres partidos por semana sin problema. Siempre corren la misma distancia. Yo tengo muchos jóvenes que todavía no pueden hacer eso. Sus cuerpos no están desarrollados.
P. En el Mundial de 2010 usted fue el ayudante de Van Marwick. ¿Recuerda las críticas que les hizo Cruyff por desvirtuar la esencia creativa del fýtbol holandés?
R. No lo recuerdo. Jugábamos con cuatro defensas y dos pivotes fuertes. Y vuelvo a lo mismo: ese equipo solo tenía un objetivo. Ganar un Mundial. Después de los cuartos, no hubo fiesta. Después de las semifinales, no hubo fiesta. Parece una tontería pero tener esa mentalidad ayuda mucho. Faltó muy poco. El mano a mano de Robben con Casillas.
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