Partido grande, partido para Iniesta

A Andrés Iniesta le costó cobrarse un puesto de titular en el Barcelona porque desde que debutó —ese 29 de octubre de 2002 en un partido de Champions ante el Brujas—, pasaron casi cuatro cursos hasta que se convirtió en un fijo en el once inicial. Ahora, con 29 años y 600 encuentros de azulgrana, es el jugador con más títulos del club, el capitán y el desequilibrio en el centro del campo, el trampolín que enlaza con una delantera que rompe tantas cinturas como redes. Pero el 8 resulta capital porque al contrario que en sus inicios, como es lógico, ya no se le reserva para los partidos menos exigentes sino que se le dosifica para darle carrete en los más trascendentales. Como el de mañana ante el Manchester City.

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“A mí me gustaría jugarlo todo”, argumenta Iniesta cuando se le pregunta por estos paréntesis a los que le somete el entrenador azulgrana, también porque en el eje del campo acumula a nueve futbolistas para tres puestos. Pero nunca levantó la voz —acaso cuando reivindicó que su fútbol pasa por el medio y no por el extremo izquierdo, como le ponía Guardiola en ocasiones— y tampoco lo hace ahora, ya con el brazalete. Luis Enrique, sin embargo, no duda en piropear a su jugador a cada ocasión que puede. “Iniesta es patrimonio de la humanidad, no solo del Barcelona. Podemos disfrutar de un jugador único, que tiene ojos en la nuca y que tiene calidad al servicio del equipo”, convino el día que salió aplaudido del Bernabéu, hace poco menos de un año. “Los culérs y los que no lo son podemos disfrutar de él muchísimo más. No solo por sus valores tanto en la victoria como en la derrota sino por lo que ha conseguido y por cómo lo ha logrado”, añadió hace un par de semanas, justo antes de que se subiera en el seiscientos azulgrana de partidos.

Ahora, en cualquier caso, se ve un Iniesta a sorbos. De los seis encuentros de Liga que ha podido jugar —los dos primeros estaba lesionado—, se ha quedado dos en el banquillo, ha participado en tres (solo uno de titular) y tan solo ha completado uno, que fue ante el Atlético de Madrid. Del mismo modo, en la Champions sólo estuvo media parte frente al Celtic y sí que empezó y terminó el encuentro ante el Moenchengladbach en Alemania, duelo que se torció hasta la segunda parte. Con el Manchester City a la vuelta de la esquina, se presupone que Luis Enrique contará con su equipo de gala, también con Iniesta de volante izquierdo.

Reencuentro con Guardiola

“Será un rival difícil porque se ha reforzado y porque ya se identifica con la manera de hacer de Guardiola”, resuelve Iniesta sobre los citizen. Enfrente tendrá a Bravo —“es un portero muy difícil de batir, por lo que deberemos estar acertados”, dice— y a Silva. “Tiene un talento muy grande y es uno de los jugadores de referencia que he tenido siempre”, le elogia. Piropos de un futbolista que lo ha ganado todo y que, dosificado o no, le queda cuerda para rato. “Todo dependerá del rendimiento que tenga. Veré hasta dónde llegó. Más allá de si me quedan dos o tres años de fútbol, mientras pueda rendir en este equipo y a este nivel, no tengo miedo a los años. Jugar en el Barça es algo único y tener una vida en este equipo también”.