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Joaquín: “No llevo 16 años en la élite por gracioso”

El capitán del Betis analiza su extensa carrera en la previa del enfrentamiento de su equipo ante el Madrid

Rafael Pineda
Joaquín posa en la ciudad deportiva del Betis.
Joaquín posa en la ciudad deportiva del Betis. PACO PUENTES (EL PAIS)

Una sonrisa ilumina siempre la cara de Joaquín Sánchez (El Puerto, Cádiz; 1981). Alma del Betis que recibe al Madrid (20.45, Movistar Partidazo), es el jugador en activo con más partidos en Primera (431 encuentros). 17 temporadas en la élite contemplan al buque insignia del Betis.

Pregunta. 26 partidos ha jugado usted contra el Madrid. Con el Betis, en casa, todavía no conoce la derrota.

Respuesta. Perdí uno en Copa creo, pero sí, haciendo un poco de balance los resultados positivos con el Madrid los he tenido en casa. Fuera empaté una vez con el Betis. Marcó mi hermano Juanito y Amato falló un penalti. Bueno, estas cosas te dan moral porque el Madrid es un equipo siempre peligroso y de grandes plantillas.

P. En el primer partido que jugó contra el Madrid…

R. Gané y marqué. 3-1 le metimos al Madrid. Lo recuerdo perfectamente.

P. Lo que no sabe usted es que Zidane metió aquel día su primer gol en la Liga española.

R. No, de eso no me acuerdo. Era un chavalito que estaba empezando el tal Zidane, ¿no?

P. ¿Qué recuerdos tiene de Zidane como jugador?

R. Era maravilloso. Además, tuve la suerte de conocerlo un poco más como persona porque coincidí en varios actos con él. Recuerdo que una vez me pidió una camiseta para un compromiso que tenía con un familiar. Eso se me quedó grabado. Un futbolista de clase extrema, con calidad innata. Era un placer verlo jugar al fútbol y tuve la suerte de tenerlo como rival y disfrutarlo. Era el Madrid de Figo, el propio Zidane, Beckham…

P. Figo, su ídolo.

R. Siempre lo fue. El futbolista que quise ser, un referente en mis inicios y todavía ahora. Soy su amigo y es un tipo que, además de lo gran futbolista que es, es una gran persona. He compartido momentos importantes de su vida con él.

P. Guarda muchas camisetas del Madrid.

Mi retirada perfecta sería marcharme logrando otro título con el Betis, pero sé que será muy complicado

R. Unas cuantas. Pero me robaron en casa y se llevaron varias. Los ladrones no robaron dinero, pero se llevaron mis camisetas de Figo, Bechkam y otra de Iván Helguera.

P. En aquella época tuvo buenos duelos con Roberto Carlos.

R. Totalmente. Es de los defensas a los que más me ha gustado enfrentarme. Yo encendía al negrito, le sacaba humo de la cabeza de lo que le hacía correr.

P. El Madrid llega con bajas.

R. El Madrid siempre es el Madrid. No está Modric, pero juega Isco, que es buenísimo y con el que jugué en el Málaga. Sergio es baja, pero los centrales son Pepe y Varane... En fin, un equipazo. No será fácil, desde luego, pero confío en el Betis y en mis compañeros.

P. Lleva 17 temporadas seguidas en la élite. Es un usted un personaje eterno en el fútbol español, como Florentino Pérez.

R. ¡Pero Florentino se marchó y luego volvió! Le llevo ventaja. He coincidido un montón de veces con él, en partidos de la selección, cuando compartía habitación con Raúl o Iker Casillas y él venía a visitarnos. Fue una pena que no fichara por el Madrid.

P. ¿Y eso?

Luis, que en paz descanse, me hizo una  putada dejándome fuera de la Eurocopa 2008 sin explicación

R. Hombre, es un equipo muy grande. Tuve la oportunidad de jugar en el Madrid, que no es lo mismo que tener el sueño de hacerlo. No se concretó por circunstancias de la vida y perdí una oportunidad muy bonita. No obstante, no me puedo quejar de todo lo que he disfrutado en mi carrera.

P. A Joaquín quizás le faltó jugar en un equipo grande.

R. Puede ser. Unas veces porque no se dio y otras veces porque yo no quise.

P. Como cuando le dijo no a Mourinho y al Chelsea.

R. Pues sí, hay que tener muchos huevos para decirle no a Mourinho con poco más de 20 años. Sentí que yo dirigía mi carrera. Entonces, yo lo era todo en el Betis. Disfruté mucho en el Betis aquella etapa y luego por circunstancias me marché para jugar en equipos importantes como el Valencia, el Málaga y la Fiorentina, un histórico de Italia. En todos he rendido y he disfrutado, sintiendo mi profesión y jugando a un buen nivel. Claro que he podido jugar en un grande, pero tuve opciones y no se dio. Por eso siento menos pena, menos remordimiento. Más o menos siempre hice lo que quise en mi carrera.

P. ¿Qué le ilusiona después de tantos años en el fútbol?

R. Pues me mueve el hecho de seguir estando a un nivel óptimo. Afronto el día a día con ilusión, sé que estoy físicamente bien y, lo más importante, disfruto de mi profesión. Cuando llegas a esa edad en la que ves cerca el adiós, disfrutas de cada detalle y lo vives todo con una gran intensidad. Me motiva el hecho de que sigo disfrutando mucho del fútbol.

Hay que tener muchos huevos para decirle que no a Mourinho con poco más de 20 años; siempre hice lo que quise en mi carrera

P. ¿Cuál es el secreto de su gran longevidad?

R. La genética tiene que ver mucho. Además, no he tenido lesiones importantes. Como mucho he estado un mes parado. Luego hay algo que me he ayudado mucho. Ha sido el hecho de jugar dos partidos por semana. He jugado siempre en la UEFA o la Liga de Campeones y ha sido una gran suerte poder competir cada dos o tres días. Competir me mantiene bien. Tú puedes entrenar muy bien, pero jugar es lo que te da el cambio de ritmo, la chispa, la confianza para desbordar…

P. Igual también le ayuda su carácter.

R. Puede ser. Soy desenfadado, pero también serio en mi trabajo. No llevo 16 años en la élite por gracioso. Sí he aprendido a llevar mi trabajo con naturalidad, siempre disfrutando. El fútbol es una carrera para privilegiados. También hay futbolistas que no se ríen ni a la de tres y son unos auténticos fenómenos.

P. ¿Qué sueña todavía lograr en el fútbol?

R. Pues me gustaría volver a Europa con el Betis. Es difícil, es otra etapa a la anterior, en la que ganamos una Copa y jugamos la Liga de Campeones. Pero sí me gustaría meter al Betis donde tiene que estar, cada año mejor y en una posición acorde a su enorme afición. Puestos a soñar, levantar otro título con el Betis sería plasmar mi retirada perfecta, pero sé que es muy complicado.

El éxito del Sevilla es el trabajo duro, que todos reman en la misma dirección y esa pizca de suerte que siempre hace falta

P. ¿Cómo lleva la década de grandeza del Sevilla?

R. No todo es suerte, que la tienen. Al final, el buen trabajo te permite recoger el fruto. No es suerte ni casualidad, es trabajo. Hay una infraestructura y una filosofía de trabajo. Y todos reman hacia el mismo lado. Puedes tener un año malo, pero están unidos y son ambiciosos. El Sevilla está haciendo las cosas bien.

P. Después de jugar dos Mundiales y una Eurocopa, no logró formar parte de la mejor generación de la historia del fútbol español.

R. No creo que se vaya a mosquear el pobre, pero me quedé esperando cagándome en las mulas de Luis Aragonés. Así fue. Yo era de una generación de transición entre los Luis Enrique, Raúl, Míchel Salgado, Helguera y lo que venía después, como Cesc, Iniesta, Torres o Villa. Lo había jugado todo con Luis en la fase de clasificación de la Eurocopa 2008, incluso el 1-3 de Dinamarca donde se forjó un nuevo estilo. Luis me llamó incluso después de unas declaraciones mías que se malinterpretaron, pero en el último amistoso antes de la lista me dejó fuera. Me dolió más que no hablara conmigo que dejarme fuera. Me dolió mucho después de siete años en la selección. Fue una putada. Y luego van y la ganan, los mamones. Me da pena no haber formado parte de la mejor selección de España. Recuerdo un mensaje de Marchena después de ganar a Alemania en la final: “Esta Copa también es tuya”, me dijo.

P. ¿Le da miedo dejar el fútbol?

R. No, para nada. Me quitaré del medio, aunque de alguna forma seguiré ligado. No me gusta entrenar, pero igual después de un año sabático mi mujer me dice que o me saco el carné de entrenador o me compra un helicóptero para salir de casa. No sé, me gustaría hacer algo en la tele, tener un programa de fútbol, pero de manera informal.

P. ¿Con qué se queda después de tantos años?

R. Quizás con la llamada a mi padre cuando Fernando Vázquez (entrenador del Betis en la temporada 2000-01) me dijo que era jugador del primer equipo. También cuando Camacho me llamó por primera vez para la selección. Esos principios fueron muy bonitos, porque los viví junto a mi padre y a mi tío, que lucharon tanto para que yo fuera futbolista. Mi tío no lo pudo vivir, porque murió, pero todos mis goles se los sigo dedicando a él. Sigo siendo aquel chaval que jugaba en un campo de albero con las Patrick y las Munich. Sigo siendo aquel niño que quería ser futbolista.

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