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Ayón: “Este Real Madrid es el equipo perfecto”

Esta noche, ante Unicaja (20.00, Movistar+ Deportes1) y después de una enrevesada renovación, el pívot mexicano comienza su tercera temporada en la Liga Endesa vestido de blanco

Faustino Sáez
Gustavo Ayón
Gustavo AyónLuis Sevillano

El hijo de la maestra María Edelmira y del granjero Carlos Gustavo creció en un rancho de Zapotán, al sur del estado de Nayarit (México), ordeñando vacas, cosechando grano y desgranando maíz. Hasta los 18 años no le dio por el baloncesto, pero después el viaje de Gustavo Ayón (31 años) a la élite fue rápido. Firmó su primer contrato profesional en 2006, despuntó en el Fuenlabrada en 2010, jugó tres temporadas en la NBA y, de regreso a España en 2014, se sumó al histórico Madrid de Laso para ganar todo lo ganable. Esta noche, ante Unicaja (20.00, Movistar+ Deportes1) y después de una enrevesada renovación, comienza su tercera temporada en la Liga Endesa vestido de blanco.

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Pregunta. ¿Usted iba más para jugador de voleibol que de baloncesto?

Respuesta. Jugaba a todo como cualquier niño al que le gusta el deporte, pero lo del voleibol nunca fue nada serio. La vocación por el baloncesto fue algo tardía eso sí. Me hice profesional con 21 años, hace apenas 10. Por eso quizá ahora me mantengo con ese deseo de seguir trabajando y mejorando. Aunque tengo 31 años y ya se nota físicamente, baloncestísticamente soy muy joven.

P. ¿Cuáles son sus primeros recuerdos de baloncesto?

R. Mi primera cancha fue una pista de cemento en mi pueblo, Zapotán, al sur del estado de Nayarit. El Llanito lo llamábamos. Tenía tableros de lámina y estaba al lado de un lienzo charro o corral de toros para el jaripeo que es típico en México. Para mí aquello es un paraíso. Es un pueblo en los cerros, muy alejado de la ciudad, y se está muy bien conviviendo con los vecinos en la tranquilidad más absoluta. Cuando vuelvo allí sigo siendo uno más de ellos, me comporto como uno de ellos, y eso me encanta. Trato de ayudar a la comunidad haciendo obras con el apoyo del Gobierno. Para mí es importante mantener ese arraigo.

"En muchos sitios sale que en México hay mucha inseguridad y mucha violencia, pero México es un paraíso en todos los aspectos"

P. ¿Cómo ve México desde España?

R. En muchos sitios sale que hay mucha inseguridad y mucha violencia pero no pienso que sea una imagen real. Para mí México es un paraíso en todos los aspectos. La gente de allí es increíble. Cuando me retire y deje de andar por el mundo no tengo pensado ir a ningún otro sitio. Regresaré seguro porque como decimos nosotros: ‘como México no hay dos’.

P. En 10 años de carrera ha hecho un viaje espectacular.

R. He conocido muchos sitios y he tenido muchas experiencias. Diez años se dice fácil, pero hay que vivirlos. Pude cumplir mi sueño y el de muchos otros deportistas mexicanos que no lo lograron. Me tocó a mí, ¡bendito sea Dios!

"En EEUU te tratan como una estrella allá por donde pisas y a mí personalmente llegó un momento que me abrumó y me hizo perder el suelo"

P. ¿Qué ha aprendido en cada una de las etapas de ese camino?

R. En la primera etapa aquí en España aprendí el rigor del trabajo diario como base para evolucionar y lograr cosas. Ahora sí se tiene, pero antes en México no se tenía esa cultura del esfuerzo, del trabajo, del día a día. Llegabas tirabas 100 o 200 tiros y nos íbamos para casa. En los partidos era igual…correr y tirar, sin sistemas ni nada. Aquí todo está organizado y hay que entrenar cada minuto al 100%. Después, en la NBA, lo que aprendí y lo que podría aconsejar a cualquier compañero que fuera a jugar allí es que no hay que permitir que todo lo que rodea a la competición te trastoque. Hay que disfrutarlo en cierta medida, pero no interiorizarlo como un sistema de vida porque te absorbe y te hace perder la cabeza. Aunque no juegues te tratan como una estrella allá por donde pisas y a mí personalmente llegó un momento que me abrumó y me hizo perder el suelo. Si regresara, lo primero que cambiaría sería eso, mantenerme con un perfil bajo, con una vida normal como la que he llevado aquí.

Gustavo Ayón
Gustavo AyónLuis Sevillano

P. Este año, su complicada renovación con el Madrid le convirtió en el protagonista del verano.

R. Fue muy complicado llegar a un acuerdo sí, pero al final estoy aquí que es lo importante. No sé si se hizo de la mejor manera o no, pero es la táctica. El club está contento conmigo y yo lo estoy con ellos. Es un honor seguir trabajando en este proyecto. Nunca tuve dudas deportivas y había mil motivos para seguir, pero también había una razón que pesa más que cualquier cosa que es mi hijo Álvaro de cuatro años. Quería estar cerca de él y verlo mucho más durante el año. Intenté buscar un sitio en la NBA pero no se dio donde yo tenía pensado, que era cerca de la frontera con México. Y, después de eso, la opción del Real Madrid siempre fue la prioritaria. Lo solventaré bien porque mi hijo podrá venir con mayor frecuencia y buscaremos la manera de que pueda estar aquí durante algún periodo.

"Intenté buscar un sitio en la NBA cerca de la frontera con México para tener cerca a mi hijo, pero no se dio"

P. ¿Cuál es la clave de este proyecto ganador con 12 títulos en cinco años?

R. Esto es el Madrid. La propia exigencia diaria te da el hambre para seguir luchando. En un equipo que no está acostumbrado a ganar, se gana una vez y se va el deseo. En el Madrid el deseo no se acaba nunca. Esto es una fábrica de ambición. Día a día se alimenta por parte de jugadores, entrenadores, directivos, afición… En el Madrid hay que ganar siempre o como poco pelear siempre para ganar. Lo primero que te dicen nada más llegar es eso y llega un momento en el que te lo crees y lo haces parte de ti.

"El Madrid es una fábrica de ambición. La forma en la que Laso lleva al equipo es increíble"

P. Su llegada coincidió con la temporada perfecta y ya suma siete títulos en dos años. ¿Dónde ha estado el salto de calidad definitivo?

R. Yo puse mi manera de jugar. Los grandes pusimos más intensidad. Los pívots que había tenido el Madrid no eran tan agresivos defensivamente ni tan móviles. Quizá esa fue una de las causas, pero lo que realmente sucedió es que cuando golpeas muchas veces la puerta al final la consigues abrir y logras los títulos. Nosotros llegamos con tanta hambre que los ganamos todos.

P. ¿Tienen la sensación de estar haciendo historia?

R. La historia se hizo para contarla con tiempo, no para vivir de ella. La historia no te da de comer ni te mantiene arriba. Cuando nos retiremos ya nos la contarán o la contaremos, pero hay que aparcarla para seguir compitiendo y para seguir escribiendo páginas.

Ayón, ante los defensores del Barça
Ayón, ante los defensores del BarçaL. RICO

P. ¿Qué entrenador le ha marcado más?

R. Tengo muchos recuerdos de mi primer entrenador en la Universidad de Puebla, Javier Ceniceros, porque el comenzó de cero el trabajo conmigo. Con él empezó todo esto. Después, hablando de Pablo [Laso]... me parece increíble su forma de llevar al equipo. Es muy difícil lo que hace. Tiene a muchísimos jugadores que en cualquier equipo serían la estrella absoluta, con Anthony Randolph este año por ejemplo, y aquí se adaptan rápidamente a una estructura de trabajo en equipo. La reinvención de este proyecto para seguir ganando pasa por una evolución colectiva. Esa es la clave, hacer equipo. Mantener una base de jugadores que ya saben de qué va esto y que ya conocen el camino es importantísimo para lograr los objetivos.

P. ¿Llegadas como la de Randolph y salidas como la de Sergio Rodríguez cambian el estilo de juego del equipo?

R. El estilo se va a mantener porque es el estilo del entrenador no de un jugador concreto. Pablo [Laso] propone un juego abierto y alegre y así se va a seguir jugando. Faltarán los destellos de Sergio Rodríguez, pero encontraremos la manera de suplirle. El Chacho es magia pura, tiene unas cualidades que no se pueden encontrar en ningún sitio y te da muchísimos puntos fáciles durante el año, pero otros harán su trabajo aunque sea de forma diferente.

"El estilo se va a mantener porque es el estilo del entrenador no de un jugador concreto. El Chacho es magia pura, pero encontraremos la manera de suplirle"

P. ¿Tienen la mejor plantilla de Europa y mucha competencia en el juego interior?

R. No creo que tengamos ni la mejor ni la peor. Esto no se trata de plantillas sino de armar un equipo. Los equipos que ganan son los que piensan como bloque. La competencia entre pívots hace que tengamos entrenamientos muy fuertes. Será un problema para el entrenador, no para nosotros. Por nombres y por individualidades hay muchísimos jugadores con talento en todos los equipos. Lo que marcará la diferencia y nos llevará al éxito será la unión que tengamos como grupo.

P. ¿Con qué piezas armaría el jugador perfecto?

R. Pondría el talento de Rudy, las piernas de Llull, el hambre de Nocioni… su gen argentino, el tiro de tres de Carroll… Están todos aquí. Este Madrid es el equipo perfecto y si lo sabemos aprovechar vamos a seguir dando alegrías.

"Quiero ser Ministro de Deportes de mi país. Estoy estudiando Administración de empresas y haré un máster en gestión deportiva"

P. Y usted, ¿qué incorporaría a su juego?

R. Nada. Tengo todo lo que necesito para el estilo con el que me gusta jugar. Si necesitara más tiro de tres se lo quitaría a Carroll, lo único.

P. ¿Qué quiere ser de mayor?

R. Ministro de Deportes de mi país. Estoy estudiando Administración de empresas y haré un máster en gestión deportiva y cuando acabe mi carrera de jugador intentaré dirigir el deporte mexicano.

P. ¿De dónde le viene esa conciencia política?

R. He vivido cosas que me gustaría cambiar. Al deportista mexicano le haría falta en muchas ocasiones el deseo de sufrir, el de querer ganar más y no conformarse con lo que tenemos. No sólo el directivo tiene la culpa, pero hay muchas cosas que cambiar y mejorar. Y sobre todo me presentaría como una figura honesta sin necesidad de ambicionar el cargo para vivir de ello como ha sucedido en muchas ocasiones.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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