Keylor Navas y Cristiano, noche agridulce en Dortmund

“¿Cristiano no está en forma? ¿Pero quien lo evalúa? ¿Quién lo constata?”, se contestaba Thomas Tuchel, técnico del Borussia Dortmund el lunes, cuando le preguntaron si a su equipo y a sus defensas les beneficiaba que Cristiano Ronaldo no estuviese en su mejor momento. “Hay muchos matices detrás de una frase así. Es uno de los mejores jugadores del mundo, un ganador y por lo que irradia es capaz de ayudar a sus compañeros en cualquier momento. Es una noche de Champions y en noches como estas, los mejores dan su mejor rendimiento”, añadió.

No le faltaba razón. Cristiano, frustrado desde el sábado, desde el cambio en Las Palmas, quería dejar su huella en el Signal Iduna Park, campo en el que el Madrid nunca ha ganado. En una contra de manual del Real Madrid, el portugués se plantó en el área y remató un pase de Gareth Bale que a su vez había recibido el balón de James.

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Cuando la pelota tocó la red, Cristiano se giró hacia el banquillo estirando el brazo y el dedo. Pero no estaba señalando a Zidane. La dedicatoria era para su amigo y compañero de selección Fabio Coentrão que anoche volvía a una convocatoria después de una lesión muscular que le mantuvo de baja desde antes de la Eurocopa. Corrió hacia él el delantero para abrazarlo y recibir los mimos de Pepe. Luego se encontró al entrenador en la zona técnica y le chocó la mano.

Fue la primera vez que se le vio distendido desde el sábado.En el entrenamiento del lunes en el Signal Iduna Park estuvo nervioso, se rebotó en los rondos, envió un balón a la grada mosqueado con James, se picó con Modric, con Bale, con Benzema. Vive mal cumplir años, ser sustituido y no marcar. El gol fue su liberación. Marcó otro, pero en fuera de juego, pocos minutos antes del descanso y el árbitro se lo anuló.

Peor noche pasó Keylor Navas que empezó la primera parte con el muro amarillo, el fondo de los incansables hinchas del Dortmund, de frente. Entre eso —está tan inclinado que parece un Everest y aprieta como si hubiese 20.000 personas allí subidas— y que los atacantes y volantes del Borussia corren tanto que parecen tener un gemelo cada uno, el portero debió de pensar qué menuda adrenalina para volver a la titularidad. Navas no jugaba desde la final de San Siro. Se operó a principios de junio por un problema en el talón izquierdo. Le limaron un hueso que le apretaba un tendón y la aconsejaron aprovechar el verano y las vacaciones para recuperarse sin prisa. Tuvo el alta el pasado 22 de agosto, pero no reapareció hasta ayer, en el campo más complicado para el Madrid y tras dos empates seguidos en Liga.

En una falta lanzada por Guerreiro —generada por un error de Sergio Ramos—, Navas no blocó, sino que lo despejó con los puños hacia el centro del área. La pelota rebotó en Varane antes de que Aubameyang llegara como un halcón para empujarla a portería. Los blancos, que tenían controlado el partido, se encontraron con un empate a uno antes del descanso. Fue uno de los pocos errores del portero en todo el partido. Lo remedió Varane. E intentó remediarlo también Keylor Navas con un par de paradones en los últimos 20 minutos. Pero volvió a empatar el Borussia con Schürrle en el minuto 87. El del Dortmund sigue siendo un campo maldito para los blancos.

Keylor Navas: "Hice un mal despeje"

"No vi salir el balón y cometí un error, tomé una mala decisión que acabó en gol. Hice un mal despeje. Todos sabemos cuando hacemos algo mal. Estaba traquilo pese a no jugar durante tanto tiempo, se me han hecho largos estos cuatro meses pero estoy feliz de estar de vuelta", reconoció el portero del Real Madrid a su paso por zona mixta. Zidane le defendió en la sala de prensa.

"Eran cuatro meses sin jugar. El partido de Keylor ha sido bueno y le vi bien. Más teniendo en cuenta que regresaba en un campo complicado, pero tiene personalidad para jugar en cualquier estadio. En el gol ha tenido mala suerte. Puede pasar, pero yo estoy contento con su actuación", comentó el técnico.