Empate agridulce de España ante Suecia

No fue la tarde Saúl. Llamado a reforzar el combinado sub 21, sus ganas de agradar acabaron por jugarle una mala partida. Impreciso y nervioso durante todo el encuentro, marcó un gol en propia puerta cuando faltaban cuatro minutos para el final que acabaron por firmar un empate en casa de Suecia. El resultado no es del todo bueno. España jugaba en el feudo del campeón de la competición y el punto le permite mantener opciones de clasificación. Faltan dos jornadas y si España gana sus dos partidos (contra San Marino y Estonia) aseguraría al menos la segunda plaza puesto que los dos primeros clasificados, Croacia y Suecia, tienen que medirse entre ellos.

El segundo puesto de grupo da opción a jugar una eliminatoria por una plaza en el Europeo, algo a lo que prácticamente se ha condenado España con esta igualada. El problema fue que España tenía el triunfo en sus manos después de un aceptable segundo tiempo. Lo dejó escapar en 10 minutos finales muy blandos ante un rival que solo tiró de físico y que arrolló a un combinado endeble. Suecia falló un penalti y un minuto después llegó la desafortunada acción de Saúl. España se había adelantado con un gol de Deulofeu, que igualó a Rodrigo (15 goles) como el máximo anotador histórico de la selección sub 21. Luego, perdonó en varias ocasiones el segundo gol y acabó cediendo el empate de manera lamentable. Albert Celades, que no agotó los tres cambios, tampoco estuvo muy fino en sus decisiones tácticas.

Reforzado con la presencia de Saúl, el combinado sub 21 se jugaba buena parte de sus aspiraciones de jugar el próximo Europeo de Polonia, en el mes de junio. Suecia, rival directo, ya mostró sus credenciales empatando en Tenerife y la derrota frente a Croacia obligaba a los españoles a empatar al menos en Malmoe. A España le costó mucho encontrar el ritmo adecuado para doblegar a una Suecia superior en el aspecto físico. El repliegue nórdico le dio el balón a los españoles, pero la posesión fue insulsa, con un juego demasiado retórico y escasa capacidad para superar las líneas suecas. Saúl, demasiado excitado, quiso estar en todas y acabó perdiendo balones, abrumado por su responsabilidad. En una primera parte bastante floja, España solo gozó de una clara ocasión. A los 17 minutos, un gran centro de Gayà, de lo mejor de España, fue rematado fuera por Munir.

Fue la única ocasión clara de los jugadores entrenados por Celades, perdidos en un toque insulso, sin capacidad para sorprender a los suecos, cómodos con un empate que les permitía seguir dependiendo de ellos mismos para clasificarse al menos como segundo de grupo.

Salió mejor España en la segunda mitad. Dio un pase adelante y le dio profundidad a su toque eterno. Bellerín se inventó un pase fabuloso para dejar de gol a Deulofeu, que no perdonó. Denis Suárez, Óliver Torres y Merino pudieron hacer el segundo. No lo hicieron y Suecia, sin tirar a la puerta de España, falló un penalti y forzó el empate solo con empuje. Faltó oficio y una pizca de madurez. También mejores decisiones de Celades.