Los sextos Juegos del hijo del maestro
El palista granadino José Manuel Ruiz abandera la expedición española en los Paralímpicos que comienzan el miércoles
La vida del jugador de tenis de mesa y abanderado español para los Juegos Paralímpicos de Río 2016, José Manuel Ruiz Reyes (Guadix, 1978), está escrita en varias cartas de amor: la de su mujer Kristyna y sus hijas Adriana y Jimena de nueve y cinco años; la de sus padres, María Angustias y José Manuel; sus dos hermanos, Yolanda y Alejandro; sus compañeros de trabajo del Centro de Educación Infantil María Zambrano y del Colegio Ángeles Bédmar de Huétor Santillán o el Colegio Abadía de Albolote; y la de cada uno de sus amigos. El 19 de mayo recibió la noticia de que sería el abanderado español para los Juegos Paralímpicos de Río 2016 que comienzan este miércoles. Serán los sextos que afronte, convirtiéndose en el español con más participaciones de los que se encuentran en activo. “Prometo hacer todo lo posible por el único oro que me falta”, asegura el deportista, que en Guadix es conocido como el hijo del maestro de Educación Física.
José Manuel Ruiz empezó a practicar el tenis de mesa a los 13 años: “Demasiado tarde para ser deportista”, apunta el abanderado. “La edad ideal es hacerlo a los 9 o 10 años para asimilar mejor los conceptos técnicos desde una edad más temprana”. Sus primeros pasos en esta disciplina los dio en el Club ADA de Guadix con Juan Requena, su primer entrenador y amigo en el tenis de mesa. “Le debo mucho. Es una de los responsables de que esté aquí hoy en día”, añade emocionado.
Un ejemplo y un héroe en su Guadix natal
En su tierra, Guadix, ya es un héroe local. El palista español creció y se formó como persona entre cuevas donde se fabrica cerámica; a los pies de la Alcazaba; esperando a la popular locomotora Baldwin en la estación de tren (partícipe en varias películas de los años 60 y 70 como Doctor Zhivago); o paseando por el parque donde se distingue un busto del periodista accitano Pedro Antonio de Alarcón.
José Manuel sigue siendo aquel niño apasionado por todos los deportes. Le encantaba jugar a cualquier cosa. Era inquieto, nervioso y muy alegre, como todavía recuerda su madre. En una expedición conoció al amor de su vida, en la ciudad de Ostrava (República Checa), a 370 kilómetros de Praga. "Estábamos siempre pegados al teléfono. Siempre admiré su esfuerzo y superación desde que le vi entrenar por primera vez", cuenta su mujer Krystina. Sus hijas, Adriana y Jimena, apenas pueden evitar esbozar una sonrisa cuando se trata de su padre. Para Teté, un joven accitano con parálisis cerebral, José Manuel ya es el espejo en el que mirarse.
“Me hace sentir bien”
Reconoce que la primera vez que practicó el deporte de la pala: “Fue especial, me hacía sentir muy bien y conseguía olvidar cualquier tipo de problema. Echaba mucho de menos la mesa cuando no estaba jugando y eso me hizo darme cuenta de lo que podía significar esta disciplina en mi vida”, rememora. Su minusvalía no resultó ser ningún impedimento. Contó con el apoyo de sus padres, quienes le trataron como uno más desde que era un crío. “Proteger en exceso no es conveniente para niños que tienen alguna dificultad. Es bueno dar independencia y autonomía para que puedas salir adelante”, apunta José Manuel.
Tras su primera andadura en el ADA pasó a formar parte del extinto Club de Tenis Caja Granada en 1998, hasta 2010. En el club granadino conoció a Víctor Sánchez, actual seleccionador absoluto de tenis de mesa, con el que aún guarda una gran amistad. Sin embargo, Vladímir Choubine se convirtió en su entrenador y gran referente. Todavía sigue trabajando con él y es una de las personas que mejor le conocen en el mundo del deporte. “Es un gran trabajador. Hay mucha experiencia y nivel en varios países de Europa, pero confío en que José nos traiga el oro”, matiza el técnico de origen ruso.
En el Caja Granada unió su camino junto al que sigue siendo el gran representante español del tenis de mesa en los Juegos Olímpicos, He Zhi Wen, Juanito. “Es un gran deportista”, expresa el palista de origen chino. José Manuel espera en Río poner la guinda a un palmarés envidiable a nivel individual y con su equipo.
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