Danilo desconcierta al Bayern
Un zurdazo del brasileño otorga al Madrid su segunda victoria de la pretemporada
Un Madrid todavía desnatado derrotó a un Bayern de Múnich algo más azucarado en el último partido de la pretemporada. Los blancos se comportaron durante los 90 minutos como un equipo ordenado, a pesar de que en muchos apartados del juego -al menos sin toda la plantilla disponible- se encuentran a algunas millas de distancia de los alemanes. Un tanto de Danilo en la segunda mitad bastó para desnivelar un partido entretenido, de buen fútbol, con mucho toque, y que demostró que dos equipos llamados a disputarse el cetro europeo cuentan con nuevas versiones que en nada desmerecen a lo que ya tenían.
BAYERN, 0 - MADRID, 1
Bayern de Múnich: Ulreich; Rafinha, Feldhahn, Javi Martínez (Pantovic, m. 76), Alaba; Lahm, Vidal, Thiago (Ozturk, m. 88), Xabi Alonso (Benko, m. 56), Bernat; Green.
Real Madrid: Casilla; Carvajal (Danilo, m. 62), Varane (Nacho, m. 46), Ramos (Lienhart, m. 62), Marcelo (Tejero, m. 76); Modric (Kovacic, m. 46), Casemiro (Marcos Llorente, m. 76), Isco (Odegaard, m. 62); Lucás Vázquez, Morata (Mariano, m. 76), James Rodríguez (Asensio, m. 46).
Goles:
Árbitro: Jaime Herrera. Amonestó a Bernat, Rafinha,
82. 566 espectadores en el Metlife Stadium (Nueva Jersey).
En el reencuentro de Zidane y Ancelotti, segundo y primer entrenador del Madrid respectivamente en la temporada 2013-2014, el francés presentó sus credenciales adiestrando a un equipo que contuvo con eficacia a un Bayern mucho más armado. La herencia recibida de Guardiola ha facilitado la entrada al equipo de Ancelotti, que pretende llevar a cabo una idea de juego similar a la que instauró el ahora técnico del Manchester City. Por momentos, el conjunto alemán pareció jugar como si estuviera programado. Toque aquí, devolución allá y vuelta a empezar. Si acaso se diferenció de su versión anterior en que Alaba volvió al lateral izquierdo y Lahm salió del centro del campo para ocupar el carril derecho. Por lo demás todo igual, con Xabi Alonso sosteniendo el barco, bien secundado por Vidal y Thiago. Agua y aceite, que sin embargo, empastan mejor que bien.
No ocurrió lo mismo en el Madrid, donde las empiezas están mucho menos ancladas. Aunque la entrada de Modric instaló a su equipo en la cordura -volvió el 4-3-3 que empleará repetidamente Zidane-, ni Isco ni James, otra de las novedades en el once, acertaron a entablar conversación con Morata, de nuevo un islote sin puerto en el que atracar. Demostró el colombiano ganas de agradar a Zidane, con el que ha charlado esta pretemporada y del que ha obtenido confianza condicionada. Su participación en el equipo estará directamente relacionada a su desempeño sobre el campo.
A pesar de contar con Ramos en defensa, pieza inamovible donde las haya, el Bayern entró bien por la banda izquierda gracias a un Alaba al que cuesta encontrarle defectos. A su velocidad se une también un toque de balón exquisito, como demostró con dos lanzamientos de falta. Uno de ellos golpeó en el poste izquierdo de Casilla, que se rehizo del susto pocos minutos después al sacar una buena mano a un remate colocado de Thiago desde fuera del área. Durante todo el partido se vio en el Madrid un intento por igualar el orden del Bayern. Con Lucas Vázquez pegado en la banda derecha y James pululando por todo el frente de ataque, el balón corrió con velocidad aunque la precisión solo apareciera por las botas de Modric.
Tras el descanso Zidane introdujo a Asensio en lugar de James. El mallorquín está cuajando una buena pretemporada y no se antoja complicado imaginarlo con un dorsal de la primera plantilla. Todo lo contrario le ocurre a Kovacic, quien a pesar de su versatilidad -puede ocupar los puestos de Casemiro o Modric indistintamente-, no parece haber dado con la tecla y de llegar alguna oferta interesante podría abandonar el equipo a finales de mes. Sin embargo, el croata, que entró sustituyendo a su paisano Modric, se comportó con calma, con una intensidad física que por momentos elevó el ritmo del partido. De lo poco que se vio de Isco, otro jugador que podría ver reducida su participación de consumarse la aparición de Asensio, fue un zapatazo al poste tras una buena maniobra al borde del área.
Sin embargo, en el segundo disparo del Madrid entre los tres palos llegó el tanto que decidiría el partido. Fue obra de Danilo, un futbolista de enormes prestaciones físicas al que le condena su habitual desconexión en defensa. En esta ocasión, el lateral brasileño arrancó desde la banda derecha y tras completar una diagonal que le llevó al borde del área soltó un zurdazo que sorprendió a Ulreich. Con el gol de Danilo el Real Madrid cierra con dos victorias (venció al Chelsea el pasado sábado) y una derrota (ante el PSG) su gira por Estados Unidos, con la vista puesta ya en la Supercopa de Europa que disputará el próximo día 9 de agosto ante el Sevilla.
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