La hora del hombre discreto

Anda por el circuito de puntillas, como si no quisiera hacer ruido. “Es que soy muy discreto”, explica Roberto Bautista Agut (Castellón, 28 años), un hombre al que le gusta pasar desapercibido, pero que a base de mucho tesón y de dignificar el oficio de la raqueta ha ido haciéndose un hueco en las cotas altas del circuito. Hoy día, su ranking dice que es el 15º mejor jugador del mundo, que no está demasiado lejos (a 935 puntos) de ese top-10 que se le resiste desde hace tiempo y que en virtud de esa clasificación (y al no estar presentes ni Rafael Nadal ni David Ferrer) será el referente de España este fin de semana en tierras rumanas, donde el equipo capitaneado por Conchita Martínez intentará dar otro paso para regresar al Grupo Mundial de la Copa Davis.

“Puede ser que si actuara de otra manera tendría otra imagen, más fama, pero yo no quiero eso”, dice el castellonense, en su adolescencia un prolífico delantero en las categorías inferiores del Villarreal, aunque al final se decantó por el tenis. “Quiero ser como soy en la vida normal. Soy una persona normal, que se lleva bien con todo el mundo, y no me gusta para nada llamar la atención. Intento siempre medir las palabras que digo y dedicarme a mi trabajo al cien por cien; no quiero que se hable de mí por otra cosa que no sea mi trabajo”, agrega Bautista, un jugador poliédrico.

Y es que en su historial figuran cuatro títulos oficiales de la ATP, dos de ellos obtenidos en 2014 (Hertogenbosch y Stuttgart) y los otros dos a comienzos de este curso (Auckland y Sofía). La peculiaridad reside en que cada uno de estos torneos se juega en un contexto diferente; por orden secuencial: en tierra, hierba, cemento al aire libre y el último a cubierto. “Me gustan todas las superficies”, precisa el valenciano, profesional desde 2005 y regular como pocos, puesto que desde hace dos años ocupa de forma prácticamente fija la franja de asalto a la zona más noble del circuito. Ahora, a los 28 y alcanzada la madurez, es el momento idóneo para acceder a la primera posición del escaparate.

Profesional y metódico: preparación espartana

“Sí, me encuentro en un buen momento de forma. Cuantos más años de experiencia tienes es mejor. Hace cinco o seis que estoy jugando al máximo nivel en el circuito y cada vez me siento mejor. Estoy muy cerca de los mejores, pero no puedo volverme loco pensando en el ranking a todas horas. Necesito ser regular. Por propia experiencia, no quiero obsesionarme con la tabla o los números”, indica. Su receta, trabajo, trabajo y más trabajo. Una dedicación espartana. “Soy muy metódico, muy profesional. Tengo en cuenta todos los detalles de alimentación [no consume lácteos, por ejemplo], recuperación, estiramientos, fisios… Necesito hacer a la perfección todas las cosas que están a mi alcance, porque en el tenis cuenta hasta el más mínimo detalle”, explica.

No puedo volverme loco pensando en el 'ranking' a todas horas. Necesito ser regular, no quiero obsesionarme Roberto Bautista

La de Rumanía será la cuarta eliminatoria de la Copa Davis en la que participe Bautista, que debutó en el equipo en el equipo en 2014, ante Alemania. Será, además, su segunda experiencia con la seleccionadora, Conchita, a quien avala. “Conviví con ella en Dinamarca. Lo que puedo decir es que es una chica de bandera, muy buena persona. Hace bien su trabajo y creo que ella va a ser capitana durante todo este año. Es una chica muy tranquila, que también deja hacer su trabajo a los demás. Deja que el resto de personas que forman parte del equipo participen y que las decisiones sean colectivas”, destaca.

Hoy (12.00, Teledeporte), Feliciano López abrirá la serie en el pulso con Marius Copil (163 de la ATP) y le cogerá el testigo a continuación Bautista, emparejado con Adrian Ungur (185). “Rumanía tiene un equipo complicado”, describe; “no va a ser fácil ganarles en su casa y tienen un dobles muy bueno. Jugamos en indoor, la pista es rápida y creo que eso hace que sea muy peligroso”, anticipa el hombre discreto, al que le ha llegado la hora. El gran salto requiere de tan solo unos pocos pasos.