El Barcelona destituye a Xavi Pascual
El club azulgrana comunica al entrenador que no cumplirá el año de contrato que le quedaba
Xavi Pascual ha dejado de ser el entrenador del Barcelona. Así se lo han comunicado los directivos del club al técnico de Gavà. Pascual se hizo cargo del primer equipo blaugrana en febrero de 2008, tras relevar en el cargo de Dusko Ivanovic. Tenía todavía un año más de contrato que ya no cumplirá. Sus agentes y representantes del club trabajarán en las próximas horas para acordar la disolución de dicho contrato.
Después de una etapa exitosa, el equipo azulgrana ha sumado las dos últimas temporadas con solo un título, y además el de menor importancia como es la Supercopa. La destitución obedece esencialmente a esa falta de títulos. El Barcelona ha sumado 12 títulos con Xavi Pascual al frente: una Euroliga, en 2010, cuatro Ligas, tres Copas del Rey y cuatro Supercopas. Además, ha estado en todas las finales de las competiciones españolas, excepto en la de la última Copa del Rey en la que fue eliminado por el Bilbao en cuartos de final.
La destitución de Pascual se produce solo tres días después de que el director deportivo, Joan Creus, anunciará que no continuará la próxima temporada. Se abre pues una nueva etapa en la sección de baloncesto del club azulgrana.
Tras sumar 11 títulos en sus primeros seis años, en los dos últimos el Barça de Pascual ha ganado solo uno
El propio Pascual admitió tras la derrota frente al Real Madrid en la final de la Liga que los resultados, esta temporada, no habían sido satisfactorios para su equipo y ya dio a entender que su situación pendía de un hilo. “Estamos para ganar títulos. Pero para ello se necesita una combinación de cosas y todos deben trabajar y hacerlo muy bien. El entrenador es la cabeza visible y entiendo cómo funciona este mundo. Estamos en primera línea pero nos hemos encontrado con un Madrid muy fuerte”, dijo.
La mala trayectoria del Barcelona esta temporada empezó a fraguarse en la Copa del Rey. Aquella derrota ante el Bilbao (72-73) encendió las alarmas. La reacción de Pascual, entonces, transparentó que no se sentía arropado por el entorno e incluso por algunos sectores del club. La desesperación le llevó a proclamarse en público el mártir de la situación. “Lo hice todo mal”, afirmó. “Todo el mundo sabe, todo el mundo ha dado en la clave de la realidad. El partido lo perdí yo. Sabemos que perder la Copa hace mucho daño. Llevábamos 20 finales ACB seguidas. Pero no sé si a la 21, por una a la que no se llega, toca ‘matar’ al entrenador o no”.
La temporada continuó con un segundo revés trascendente en la Euroliga. El Barcelona afrontó los cuartos de final con fundadas esperanzas. Su potencial parecía superior al del Lokomotiv Kuban, por más que el equipo ruso tuviera el factor cancha a su favor. La sensación se acrecentó cuando el Barça fue capaz de ganar un partido en Rusia. Pero su derrota en el cuarto, en el Palau y tras una prórroga, le condenó sin remisión. Y así hasta una final de Liga en la que recibió más de 90 puntos en cada uno de los cuatro partidos.
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