LeBron desquicia a Curry y fuerza el duelo definitivo
Cleveland Cavaliers arrolla de nuevo a Golden State Warriors (115-101), Iguodala se lesiona y el base acaba siendo expulsado
Los Cavaliers volvieron a hacer papilla a los Warriors (115-101), igualaron a tres la final y forzaron el séptimo y definitivo partido por el anillo. LeBron James, con 41 puntos, 11 asistencias, 8 rebotes, 4 robos de balón y 3 tapones, repitió su deslumbrante actuación del quinto partido e impulsó a su equipo a otra arrolladora victoria. Los Warriors fueron superados por completo, desde el primer minuto, con diferencias amplísimas. Stephen Curry, su figura, fue expulsado tras cometer la sexta falta personal y dos técnicas cuando faltaban poco más de cuatro minutos. El base perdió los papeles. Poco antes, LeBron le había puesto un espectacular tapón, tras el cuál le desafió gritándole cara a cara.
CLEVELAND, 115; GOLDEN STATE, 101 (3-3)
Cleveland Cavaliers: Irving (23), JR Smith (14), LeBron James (41), Love (7), T. Thompson (15) –equipo inicial-; Jefferson (3), Mo Williams (4), Shumpert (0), D. Jones (5), Mozgov (0), J. Jones (0) y Dellavedova (3).
Golden State Warriors: Curry (30), Klay Thompson (25), Barnes (0), Iguodala (5), Draymond Green (8) -equipo inicial-; Ezeli (4), Livingston (3), Barbosa (14), Varejao (0), Rush (1), McAdoo (2), Speights (6) y Clark (3).
Parciales: 31-11, 28-32, 21-28 y 35-30.
Quicken Loans Arena de Cleveland. 20.582 espectadores.
El programa de la final
(Al mejor de siete partidos)
1º Golden State, 104; Cleveland, 89 (1-0)
2º Golden State, 110; Cleveland, 77 (2-0)
3º Cleveland, 120; Golden State, 90 (1-2)
4º Cleveland, 97; Golden State, 108 (1-3)
5º Golden State, 97; Cleveland, 112 (3-2)
6º Cleveland, 115; Golden State, 101 (3-3)
7º Madrugada del domingo al lunes, 20 de junio (2.00, #0 y Canal + Deportes)
El duelo definitivo, en la madrugada del domingo al lunes (2.00), será en Oakland. La cita llegará marcada por las dos contundentes victorias de los Cavaliers. LeBron, Irving y compañía abortaron las dos primeras posibilidades de los Warriors para zanjar una serie final que tuvieron muy decantada a su favor porque la dominaban por 3-1 y afrontaban en casa el quinto partido.
Los Cavaliers se convierten en el tercer equipo que iguala una serie final que perdía por 3-1. Los lejanos precedentes hablan de los Lakers, que forzaron el séptimo partido ante los Celtics en 1966, y los Knicks, que hicieron lo mismo ante los Rochester Royals en 1951. Cuatro jugadores habían conseguido 40 puntos o más en dos partidos en las mismas series de las finales como ahora LeBron con sus 41 puntos en el quinto y en el sexto encuentros: Jerry West en 1965 y 1969, Rick Barry en 1967, Michael Jordan en 1993 y Shaquille O’Neal en 2000.
Los minutos iniciales del partido en Cleveland constituyeron una cascada de despropósitos de los Warriors y un festival para los Cavaliers. La cuestión empezó con un 8-0 y los siete primeros tiros fallados de los Warriors. Draymond Green, que en su reaparición tras cumplir un partido de sanción, actuó de pívot para suplir posicionalmente al australiano Bogut, lesionado.
Green anotó la primera canasta de los suyos, pero ya en el primer minuto cometió una primera falta que empezó a coartar sus movimientos defensivos. Peor aún le fue a Stephen Curry. Tardó solo seis minutos en cometer dos faltas que le enviaron al banquillo como medida precautoria.
Mientras, los Cavaliers volaban a pesar de que Kevin Love también cometió dos faltas muy rápido. No importó. LeBron se movió a sus anchas. Hizo lo que quiso. Y junto a él, Irving, Tristan Thompson, Jefferson y hasta Mo Williams, que apenas había jugado a lo largo de toda la serie, enlazaban aciertos con un juego muy fluido. Consiguieron una ventaja de 22 puntos poco antes del final del peor primer cuarto de los Warriors esta temporada: 31-11.
El panorama era desolador para el equipo de Steve Kerr. Sus porcentajes de tiro, ridículos. 0 de 5 de Livingston y exactamente lo mismo para Barnes, que acabó el partido con 0 de 8. Curry, desactivado al principio. Klay Thompson, desacertado. Green en un tono menor. Los Warriors no dieron señales de vida hasta que regresó Curry en el segundo cuarto y anotó una ráfaga de triples. Llegaron a situarse a ocho puntos (46-38), pero los Cavaliers, de la mano e Irving y LeBron y con la superioridad en el rebote de Tristan Thompson, volvieron a abrir brecha (54-38).
Y para colmo de males, Iguodala, con evidentes problemas físicos, no pudo resistir más y, mediado el tercer cuarto, tuvo que irse al vestuario. Para entonces, los Cavaliers ya habían alcanzado una nueva ventaja máxima (70-46). Iggy regresó, pero muy mermado de facultades.
Cuando todo parecía sentenciado, Kyrie Irving se torció un tobillo. Sin él, los Cavaliers se atascaron en ataque. Klay Thompson de soltó con su primer triple después de siete fallos. Anotó 15 puntos en unos pocos minutos y los Warriors dominaron el final del tercer cuarto con un parcial de 0-10 y recuperaron la esperanza (80-71). Llegaron a ponerse a siete puntos, tras un triple de Barbosa (86-79). Pero no pudieron con LeBron James, que anotó 18 puntos consecutivos de los Cavaliers, 17 en el último cuarto.
Kyrie Irving regresó a la cancha pero apenas pudo contribuir y acabó con 23 puntos, solo uno en la segunda parte. Tristan Thompson, con 15 puntos y 16 rebotes, mandó cerca de los aros y los Cavaliers dominaron el rebote por 45-35. Curry, pese a su expulsión, fue el más destacado en los Warriors, con seis triples y 30 puntos, seguido por Klay Thompson, con 25 puntos, Barbosa, con 14, y Draymond Green, con 8 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias.
La batalla final está servida, en la madrugada del domingo al lunes, en la cancha de los Warriors, que se ganaron ese privilegio tras batir con 73 victorias el récord absoluto que tenían desde 1996 los Bulls de Michael Jordan.
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