Cristiano contra Islandia
El delantero dispara las críticas de sus modestos rivales en la primera jornada, a los que censuró por celebrar el empate "como si ganaran la Eurocopa"
La UEFA le ha nominado en un once ideal de la primera jornada en el que no encontró espacio para Modric e Iniesta, pero Cristiano Ronaldo se fue de su estreno en la Eurocopa entre el lamento y la crispación, con unas palabras que dispararon la indignación de los futbolistas de la selección de Islandia. Había empatado Portugal contra el combinado nórdico y el delantero luso estalló: “Pusieron todos los jugadores por detrás del balón. No intentaron nada, solo defendieron y defendieron”, explicó el delantero del Real Madrid.
Según el último censo actualizado, Islandia tiene una población de 329.000 habitantes. Hasta ahora el país con menos vecinos que se presentó en una Eurocopa era Letonia, que en 2004 andaba por los dos millones de residentes. Cristiano Ronaldo nació en Madeira, un archipiélago en el que viven 270.000 personas. Pero tras el partido no se ablandó ante la modestia del rival, un debutante que hace menos de diez años se quedó fuera de la Eurocopa de Austria y Suiza tras caer contra todas las selecciones de su grupo de clasificación, incluída Liechtenstein, que le derrotó: 3-0. Hoy compiten al más alto nivel. “Celebraron el empate como si hubieran ganado la Eurocopa o algo. Es una mentalidad pequeña. Por eso no harán nada”.
Es un futbolista fantástico, pero no una buena persona Arnason, jugador de Islandia
“Es un mal perdedor. ¿Esperaba acaso que íbamos a jugar como el Barcelona”, disparó Kari Arnason, un veterano zaguero del Malmoe que se alineó en la Liga de Campeones esta temporada con el equipo sueco en el Bernabéu y vio cómo Cristiano anotó cuatro de los ocho goles que encajó su equipo. “Es un futbolista fantástico, pero no una buena persona. Sus palabras explican porqué está un paso por detrás de Messi. No creo que él hubiera dicho jamás algo así”, apuntilló.
Islandia, una isla ubicada en un emplazamiento donde todo es extremo, dispone de 23.000 futbolistas federados de todas las edades y apenas una centena de profesionales de la pelota. “La ética de trabajo del nuestro equipo y la camaradería y amistad es lo que nos hace fuertes. Es evidente que no tenemos jugadores de un gran talento, pero saltamos al campo sin creernos inferiores a nadie y dispuestos a correr más que los demás”, explica Arnason. Su equipo interpretó el plan que habían trazado, consistente en no desorganizarse en defensa y buscar el balón en largo y la llegada de la segunda línea tras recuperar la pelota. Así marcó Bjarnason un histórico gol que igualó el que había anotado Nani. El partido acabó con dos faltas que botó Cristiano más allá del descuento decretado por el árbitro. En la primera un futbolista de la barrera repelió la pelota con el brazo, el árbitro señaló la infracción. El delantero portugués volvió a intentarlo y la pelota se estrelló de nuevo en el muro islandés.
“Si Cristiano quería ganarnos es simple: tenía que haber jugado mejor”, apuntó el seleccionador islandés, el sueco Lars Kagerbäck. Su colega luso, Fernando Santos, cree que no se debe entrar en ese juego de declaraciones; y menos los técnicos. “Cuando tienes esa responsabilidad debes ser muy ponderado ante los micrófonos”. Y además lanzó un aviso a sus hombres: “En los últimos minutos estuvimos demasiado nerviosos. No sirve de nada llorar”.
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