Familia y amigos despiden a Luis Salom en la capilla ardiente en Mallorca

Nacido en el seno de una familia motera y conocida, Luis Salom creció con el olor a taller incrustado en las fosas nasales, amando las carreras; llegó tarde a la competición, pero eso no le importó. El abuelo, Toni Salom, propietario de Motos Salom, el concesionario más grande de Palma de Mallorca, distribuidor oficial de Yamaha, se había encargado de meterle el gusanillo en el cuerpo, a él y a sus primos, David (piloto de Superbike) y Toni. Él, se dijo, acabaría consiguiéndolo. Y lo hizo. Además de muchas (y magníficas) victorias, se adjudicó el subcampeonato del mundo de Moto3 en 2012. Y empezó el curso subiéndose al podio, en Qatar. Se dejó la vida en el asfalto en pasado viernes, a los 24 años, durante los entrenamientos del gran premio de Catalunya.

Después de que se le realizara la autopsia el lunes en Barcelona, el cuerpo del piloto fue trasladado a su ciudad natal y este martes quedó abierta la capilla ardiente, en el Tanatorio de Son Valentí, en Palma de Mallorca, que empezó a recibir visitas de familiares, amigos y aficionados desde las tres de la tarde. Por allí pasaron a primera hora ya algunos pilotos o ex pilotos, caso de Ana Carrasco, o Joan Oliver, que asistió junto a Aki Ajo, el director del equipo Red Bull KTM, desde el que Salom peleó aquel 2012 por un título mundial. También se vio a Chicho Lorenzo, padre del campeón del mundo, y unido a la familia desde hace años.

Los motivos por los que el piloto acabó perdiendo el control de su moto todavía no están claros. Hay una investigación oficial en curso cuyos resultados abordará la Grand Prix Commission en el GP de Holanda

El funeral se oficiará este miércoles, a las 21.00 horas, en la Catedral de Palma de Mallorca. Y se espera que, además de los familiares, amigos, conocidos, o los miembros de su equipo, que tantos momentos y anécdotas vivieron junto al Mexicano, asistan también muchos de los pilotos que, como él, participaban en el último gran premio, en el circuito de Montmeló; deportistas que no sólo compartieron con Salom la misma pasión, también muchos días de entrenamientos, horas de vuelos e, incluso, que llevaban años coincidiendo en el pasado, pues pasaron por las mismas categorías de formación.

Las causas de la muerte del piloto son claras –tras chocar contra su propia moto, cuando llegaron los doctores a la zona del accidente Salom ya estaba en parada cardiorespiratoria– y la actuación de los servicios médicos fue impecable: fue intubado allí mismo e intentaron reanimarlo durante 18 minutos en la pista y durante los 40 minutos restante en el traslado al hospital por vía terrestre. En el hospital, aunque entró en quirófano, ya nada se pudo hacer por salvar su vida.

Si bien, los motivos por los que el deportista español acabó perdiendo el control de su Kalex de Moto2 todavía no están claros. Hay una investigación oficial en curso cuyos resultados los abordará la Grand Prix Commission –integrada por el consejero delegado de Dorna, Carmelo Ezpeleta, Ignacio Verneda, su homólogo en la Federación Internacional de Motociclismo, Hervé Poncharal, en representación de los equipos, y Takanao Tsubouchi, como representante de las fábricas– al inicio del próximo gran premio, el de Holanda, que arranca el 23 de junio. Además, el accidente de Salom, ha abierto un debate sobre la seguridad en los circuitos, especialmente el de Barcelona-Catalunya, donde cabría ampliar las escapatorias y cambiar algunas zonas de asfalto por grava, lo que hubiera frenado el desplazamiento tanto de la moto, que alcanzó el muro y rebotó, como del piloto, que coincidió con la trayectoria de la máquina.