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OBITUARIO

Manohar Aich, el centenario ‘Hércules de Bolsillo’

El culturista indio, de 1,50 metros de estatura, doblaba barras de acero con las manos, levantaba camiones y no le hacía ningún daño que un elefante caminara sobre él

Manohar Aich, culturista indio, en un gimnasio de Calcuta a punto de cumplir 100 años.
Manohar Aich, culturista indio, en un gimnasio de Calcuta a punto de cumplir 100 años. DIBYANGSHU SARKAR (AFP)

Manohar Aich era un culturista de metro y medio de estatura cuya impresionante musculatura le ganó a India su primer título de Míster Universo. Mejor conocido como el Hércules de Bolsillo, murió el pasado domingo a los 104 años, tras una vida llena de historias convertidas en leyenda sobre su fuerza y valentía. Además de su carrera como deportista, es recordado por sus actuaciones en circos. Dejaba a niños y mayores con la boca abierta: doblaba barras de acero con las manos, podía levantar camiones y no le hacía ningún daño que un elefante le caminara encima.

Nació en la aldea de Comilla, ahora en Bangladés, y de niño superó dos enfermedades que solían tener un desenlace mortal sin pisar un hospital. Él lo atribuyó a su fuerza física y a su amor por los deportes. En 1942 fue reclutado por las fuerzas aéreas británicas, donde un oficial lo introdujo a la halterofilia. Pero fue durante su estancia en la cárcel cuando desarrolló su pasión. Una corte marcial lo había enviado allí por abofetear a un militar británico que defendió la opresión colonial. Los celadores, viendo su interés por el culturismo, que al parecer ejercitaba con las barras de la prisión, le procuraron una dieta especial, rica en proteínas.

Con la independencia de India Aich fue liberado y se fue a vivir a Calcuta, donde entrenaba cada mañana antes de irse a vender cocos en la estación del tren. Tres años después ganó el concurso de Míster Hércules, que le ganó el apodo por el que se le reconoce. Al año siguiente logró reunir suficiente dinero para ir a competir a Londres en el certamen de Míster Universo. Su fracaso le hizo quedarse en la capital británica para intentarlo el año siguiente. Consiguió un trabajo en el ferrocarril y por fin en 1952, a los 40 años, se hizo con el anhelado trofeo.

A su regreso a India se convirtió en el entrenador de las nuevas promesas en el deporte y abrió un gimnasio en Calcuta donde, entre miles, entrenó a Premchand Dogra, que también ganó en 1988 el título de Míster Universo para India, y al ocho veces campeón nacional Satya Paul. Para las primeras generaciones de la India independiente Aich fue un ídolo y un ejemplo de fortaleza.

El 16 de marzo de 2012 el Hércules de Bolsillo cumplió 100 años. El orgulloso centenario posó sonriente ante las cámaras, mostrando que bajo su piel arrugada todavía había unos fuertes brazos. Sin embargo, le entristecía no ser capaz de seguir con sus exhibiciones de fortaleza: un derrame cerebral reciente le había limitado la movilidad. Le sobreviven dos hijas y dos hijos. Uno de ellos, Bishnu Aich, encargado del gimnasio abierto por su padre, asegura por teléfono: “Para mi padre, la fuerza externa debía estar siempre acompañada de una mente sana, a lo que contribuían el yoga y la respiración. Era el mejor motivador para todos. Decía que hay que comer bien y solo lo necesario”. Montones de flores traídas por sus admiradores —que, a pesar de los 104 años que había cumplido, no pueden creer que Aich se haya marchado— cubren el local donde entrenaba su ídolo.

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