El Madrid rompe el ajedrez del Valencia en el primer partido de semifinales

El Madrid se apuntó el primer punto de su eliminatoria de semifinales tras escapar a la carrera del laberinto que le planteó el Valencia. Brillaron los de Laso en el cuarto definitivo tras un inicio claustrofóbico que quedó desmentido con el paso de los minutos. La bravura del campeón destartaló el orden naranja y lo que parecía un atolladero se convirtió en una demostración de poderío madridista, de esas que marcan el rumbo y los tiempos de una serie. La vuelta de Rudy, la solidez de Felipe y Ayón, el refuerzo vigoroso de Nocioni, y la iluminación final de Llull y Carroll tumbaron al conjunto de Pedro Martínez. Los blancos, que sumaron 31 puntos en toda la primera mitad, se dispararon hasta los 35 en el último acto. Los naranjas se condenaron desde el perímetro (2 de 22 en triples).

Con apenas 48 horas de descanso entre el tercer partido de la serie de cuartos ante el Murcia y el primero de semifinales ante el Valencia, el conjunto de Laso llegó tarde al partido. La fatiga física y mental devino de inicio en espesura y el lanzamiento triple pronto dejó de ser un recurso para convertirse en ofuscamiento. Para tantear las magulladuras madridistas, Pedro Martínez agitó el banquillo con una rotación intensiva que estresó a los locales y lanzó las aspiraciones naranjas (14-21, m. 11). Con Sato como primera punta de lanza, el Valencia marcó de inicio el ritmo de las operaciones, provocó un buen puñado de pérdidas en el rival y se plantó con firmeza en el Barclaycard Center.

Sin embargo, mientras Diot y Hamilton recogían el libro de instrucciones de Sato, despertó el Madrid de su galbana. La reacción llegó, inopinadamente, sin los Sergios en pista y con un quinteto tan descompensado como efectivo. Doncic, Carroll, Rudy, Nocioni y Ayón, junto a la aportación episódica de Felipe Reyes, encontraron la defensa y la carrerilla que permitió al campeón recuperar su libro de estilo. Cortocircuitó el Valencia que confundió la velocidad con la prisa y se condenó a una errática secuencia desde el 6,75 (0 de 14 al descanso). En los ocho últimos minutos del segundo cuarto los naranjas no fueron capaces de anotar ni una sola canasta en juego. Tan solo sumaron tres tiros libres que dejaron el parcial en un 17-5 para los blancos y el marcador en 31-26 en el intermedio.

Regresaba Rudy a la convocatoria tras 20 días de baja y después de perderse otro lote de cinco partidos para completar un total de 35 ausencias en los 70 encuentros disputados por los blancos en lo que va de temporada. Lo recibió su equipo como el maná. Su hiperactividad, silenciosa y jerárquica, sostuvo al Madrid mientras se agigantaban las figuras de Ayón y Felipe. La pareja de pívots madridista ganó a los puntos el combate de la pintura frente a la batería de torres del Valencia. Peterson, Hamilton, Shurna y Dubljevic fueron incapaces de compensar el estropicio estadístico de los suyos desde el perímetro.

Intentó el conjunto de Pedro Martínez volver al ajedrez inicial, pero fue entonces cuando el Madrid dio un golpe en la mesa que sentenció la partida. Un parcial de 20-5 al comienzo del último cuarto dejó tiritando al Valencia (67-47, m. 36) y convirtió el muermo competitivo (28 pérdidas entre ambos equipos) en un guateque para el campeón (91-49 en valoración). Llegaron los contragolpes en tropel y los triples en cascada. Apareció la puntería de Llull y Carroll y se derritieron los visitantes. Este sábado en el mismo escenario y a la misma hora (21.00) el segundo asalto de la serie.