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“Lo que nos han hecho sufrir”

Miles de personas se concentran alrededor de la Cibeles para celebrar La Undécima “con respeto y educación”

Aficionados del Real Madrid celebran el triunfo en la Cibeles.
Aficionados del Real Madrid celebran el triunfo en la Cibeles.Jaime Villanueva

Si el madridismo se mide en tiempo de espera, Carlota Fernández y Noelia Chamizo ganaron ayer el título. Estas dos chicas de 13 años aguardaron en la plaza de Cibeles desde el comienzo del partido y, pese a las adversidades, nunca perdieron la esperanza. Justo a las 23.35, cuando Cristiano Ronaldo transformaba el penalti decisivo, una de ellas comenzó a saltar para liberar toda la tensión de 120 minutos de partido. Instantes después se fundieron en un abrazo y comenzaron a llorar tras alzarse el Madrid con La Undécima Champions League. “La madre que les parió, lo que nos han hecho sufrir”, estallaban estas dos estudiantes de primero de ESO.

Estas dos chicas fueron las primeras en colocarse en las vallas de protección de Cibeles. Justo detrás, un ejército de operarios corría para tener listo el andamiaje de protección a la estatua de la diosa. Habían comenzado a trabajar a las dos de la tarde para colocar la estructura metálica de unos cuatro metros de alto, como si se tratara de un mecano. A los cinco minutos de que el Madrid ganara la copa, desplegaron la lona en la que se podía leer “Gracias madridistas” y “Campeones”.

En cuestión de minutos los alrededores de la plaza se taponaron de acérrimos seguidores que no paraban de cantar y vitorear al reciente campeón. Por allí estaba Pablo González, un estudiante de Informática de 21 años de Fuenlabrada, que tuvo también tiempo para acordarse del rival: “El Atlético se piensa que llega pero no llega. Pero la verdad es que cuando ha marcado el uno a uno, he pensado que no llegábamos nosotros”.

La policía hizo un doble cordón de seguridad para evitar cualquier altercado, lo cual resultaba difícil porque había una valla doble situada a unos 25 metros de la estatua de Cibeles. A las doce en punto, empezó a tocar un dj, el conocido como Pulpo, que animó hasta la extenuación a los asistentes. De hecho, los mandos policiales le agradecieron al Real Madrid esta iniciativa ya que la gente estaba entretenida hasta la llegada de su equipo. Esta se preveía para las cuatro o las cinco de la madrugada. De hecho, dos agentes iban a acompañar a Sergio Ramos cuando pusiera la bufanda a la Cibeles.

A unos 400 metros, todos los preparativos se quedaron en nada. Neptuno, con su tridente, no tuvo la oportunidad de salir a flote para recibir al equipo rojiblanco. Todo el andamiaje montado hasta entonces tuvo que retirarse, mientras la actividad frenética continuaba en Cibeles. “Ya les pasó a los del Madrid cuando tenían opciones de ganar la liga en el último partido”, bromeaba un mando policial.

Roberto Aya fue de los que atravesó la plaza a toda prisa. Este seguidor atlético siguió su camino hasta la plaza de Neptuno para mostrar el orgullo antes de que retiraran todo el andamiaje de la plaza. Pese a haber perdido la final de la Champions, mantenía su apoyo férreo por su equipo y sus jugadores. “Se ha luchado y hemos perdido”, se lamentaba. Justo al lado contrario de la fuente, Estefanía Martínez y Lidia Carbonell, de 22 y 26 años respectivamente, exhalaban su euforia. Estas dos primas habían recorrido los 500 kilómetros que separan a Cartagena (Murcia) del epicentro de la fiesta. “Lo mejor ha sido ver fallar a Juanfran. Lo hemos pasado fatal en los penaltis, pero el viaje ha merecido la pena por ver ganar al Madrid La Undécima”, afirmaron.

Un hecho curioso. El teléfono de emergencias 112 en Madrid recibió un 11,9% menos de llamadas que el sábado anterior en la misma franja horaria. En la final de Lisboa, hace dos años, el descenso llegó al 18%.

Los seguidores tenían que pasar un control policial antes de acceder a la plaza. La mayor parte llegaba por el paseo de Recoletos, procedente del estadio Santiago Bernabéu, desde donde se pudo ver el partido a través de pantallas gigantes. Por el contrario, el paseo del Prado, que comunica con la plaza de Neptuno, se hallaba mucho más vacío.

Entre medias de la algarabía, sonó Ricky Martín, el famoso We are the champion y La Gozadera. Ayer Miami confirmó que el Madrid vuelve a ser campeón.

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