Nolito da la victoria a España ante Bosnia en el final de las convivencias

Una extraña selección española, experimental como pocas, jugó y ganó el primer amistoso camino de la Eurocopa. Un partido de esos para coger el tono que como poco tuvo aroma a final de convivencias. Y se lo ganó a Bosnia Herzegovina, que puso todo lo que tenía para evitarlo. Incluso mal carácter. Fue en el AFG Arena de Saint Gallen, en Suiza, pero echando un vistazo a la grada, podría haber sido cualquier localidad bosnia, porque la hinchada azul acudió en masa a apoyar a su equipo, tosco y peleón desde la foto. Se impuso La Roja, de blanco, al arrastre de Nolito, que hizo una muy típica: se marcó un Nolito, esa suerte que habla de la especialidad de un jugador talentoso como pocos para el golpeo con el interior del pie derecho. El de Sanlúcar de Barrameda, tiene un truco que repite constancia y no hay portero que le pille. Caza a pelota en el área, esquinado sobre el palo derecho, amaga a la izquierda, gana medio metro para armar el tiro con la derecha, le pega de rosca y la clava en la escuadra contraria, al palo largo.

Así lo hizo ayer a los once minutos de partido, para encarrilar el encuentro con ese disparo tan suyo y que pareció sentenciar él mismo a la media hora con una genialidad, picando la pelota sobre la cabeza del portero. Tiene arte el andaluz, pero también agallas para fajarse cuando el central, Spahic y su pareja cuando caía a banda, Vranjes, decidieron tomarla con sus tobillos. En una de esas broncas el central, autor del gol bosnio al rematar un saque de esquina, se fue a la calle, un minuto antes del descanso, por agredir a Azpilicueta.

Las circunstancias obligaron a Del Bosque a improvisar. Capitaneó Cesc, acompañando a Bruno por detrás de Silva, Asensio y el propio Nolito, línea de tres a la espalda de Aduriz; por detrás, San José empezó el partido de central junto a Bartra, y Bellerín y Azpilicueta jugaron por las bandas. En la portería, Asenjo, al que en la segunda parte, ya con diez, los bosnios dieron más faena de la que cabía esperar. Bien es cierto que para entonces, el partido ya había degenerado en una fiesta de fin de curso, con olor a final de convivencias: hasta ocho de los novatos que Del Bosque citó para trabajar durante la primera semana en el camino a la triple corona europea en Francia 2016 recordarán Saint Gallen como el lugar de su debut, a saber: Asenjo, Bellerín, Llorente, Suárez, Williams, Oiarzabal y Fornals. Bien ganado se lo tenían; como Nolito un partido que cerró un gol de Pedro en el último suspiro.