La Juventus hace historia con un doble doblete

“Podemos escribir la historia”, había advertido el pasado viernes Massimiliano Allegri. El técnico de la Juventus recordaba que su equipo podía convertirse en el primero en conseguir el doblete italiano, liga y copa, en dos temporadas consecutivas. Y en el Olímpico de Roma no falló la Juve, que se impuso en la prórroga gracias a un gol de Morata al Milan (1-0). Con cinco scudettos y dos coppas, suyo es el monopolio futbolístico en Italia, redondeado con la Supercopa a principios de curso ante el Nápoles.

El partido no reflejó la diferencia de trofeos y resultados de los últimos años. Tampoco que la Juventus se hubiera llevado seis de los últimos siete encuentros disputados entre ambos. El Milan quiso jugar a partir del balón e, intenso a más no poder, evidenció su voluntad de clasificarse para Europa en la próxima temporada, toda vez que suma ya tres temporadas sin conseguirlo. Ese éxito se lo llevó el Sassuolo por primera vez en su historia, después de concluir sexto en la competición liguera.

El título copero es el colofón a una temporada que arrancó con dudas y que tuvo el desconsuelo de la eliminación de la Champions en los octavos de final contra el Bayern de Múnich. El equipo llegó a estar en la jornada diez de la liga a 11 puntos del liderato, afectado por las ventas capitales de Tévez (Boca) y Vidal (Bayern), además de la marcha de Pirlo (New York City). Pero el joven Dybala y el veterano Mandzukic suplieron con goles el desánimo, y Pogba y Khedira recuperaron el balón y la llegada para certificar que la Juve seguía más que viva. No faltó la ayuda de Buffon, que en todo el curso solo ha encajado 17 goles –por 3 de Neto, su recambio- y que logró un registro para la memoria porque mantuvo su portería impoluta durante 974 minutos, más que nadie en la historia de la competición. Así, tras el flojo inicio, una secuencia de 24 victorias en 25 partidos –solo empató contra el Bologna- acabó con el laurel liguero y con las aspiraciones del Nápoles, que de nada le ha servido conseguir su récord de puntos en la Serie A.

El brillo juventino ratifica otra temporada mediocre del Milan, séptimo en la Liga a 34 puntos del campeón y descabalgado de nuevo de Europa. El club lombardo, además, no alza ningún trofeo desde la Supercopa italiana de 2012, por los diez de la Juventus (cinco Scudettos, dos Copas y tres Supercopas). Desde entonces, el Milan tan solo ha liderado la Serie A en 12 jornadas; los turineses, en 133.

No es extraño el desfile de técnicos por San Siro, que en las dos últimas temporadas y media ha visto a cuatro preparadores distintos: Seedorf, Inzaghi, Mihajlovic y ahora Cristian Brocchi, del que se duda que continúe en el cargo. Y tampoco es casualidad que antes del baile estuviera en el cargo Allegri, arquitecto del último Milan campeón de liga, en 2011. Pero su proyecto no tuvo la continuidad esperada y el club le echó a principios de 2014. Aquel mismo verano llegó a Turín para que edificar una gran Vecchia Signora, gobernadora de Italia y casi de Europa porque en el curso anterior alcanzó la final de la Champions, finalmente conquistada por el Barcelona.

Queda por ver qué remodelación hace en este próximo ejercicio, con medio continente interesado en Pogba, por ejemplo. Pero de momento el éxito de este año no se lo quita nadie, como bien festejó anoche. Fue en un duelo embarrado, con mucha pasión y poco juego, en el que tan solo un disparo de Pogba al poste inquietó el empate. Y ya en la prórroga, Morata, que llevaba dos minutos en el campo, remató con un derechazo un centro de Cuadrado para conseguir la undécima Copa del club. Lejos quedaba esa mala racha de 119 días sin anotar en la Serie A. Anoche, Morata era el héroe y la Juve, el rey.