La Liga se gana con descanso
Luis Enrique ha cuidado a los futbolistas del Barça en el tramo final con periodos de reposo y aligerando la carga de trabajo físico en busca de una cabeza fresca
La imagen remite a Octave Lapize, ganador del Tour de Francia en 1910, tumbado en la cama, descansando después de una etapa de esas que recorrían carreteras infernales por más de 200 kilómetros, con bicicletas que pasaban de los 20 kilos, mientras respondía a los periodistas que se desparramaban por la alcoba. “El Tour se gana en la cama”, repiten los franceses, como dicho o chascarrillo que aplican a cualquier cosa que remita a tomarse un respiro. “El descanso forma parte del trabajo”, respondió una mañana Xabier Azkargorta a un directivo que le reprochaba lo poco que trabajaba su equipo en algunos momentos de la pretemporada. “La cabeza corre más que las piernas”, dijo un día Paco Seirul·lo, maestro de los preparadores físicos españoles.
Con esa idea el Barcelona vuelve a trabajar esta mañana pensando en el partido del sábado. Desde que terminó el derbi contra el Espanyol, los jugadores titulares han realizado una sesión de recuperación y disfrutado de dos días de asueto, y solamente los que no han tenido minutos de competición acumularon carga de trabajo el pasado domingo.
El Tour se gana en la cama”, dicen los franceses para cualquier cosa que invite a tomarse un respiro
“No se trata de correr más sino de correr mejor”, dijo siempre Seirul·lo, que creó y desmitificó la preparación física en España con idéntica facilidad, y de cuya docencia fue aprendiz Rafael Pol, responsable del área física en el equipo de Luis Enrique y que habría aplicado el sentido común en este final de la temporada tratando de que sus jugadores lleguen lo más frescos posibles al tramo decisivo de la competición.
“Lo importante es la cabeza, las piernas ya no cuentan”, se escuchó a Luis Enrique antes de golear al Espanyol y solventar el derbi endosándole una manita a los blanquiazules. En consecuencia, él y sus colaboradores han soltado las riendas al llegar a la última curva para que el equipo galope libre, camino de la meta, el sábado en Granada.
El estado físico de Messi y los últimos 20 minutos del grupo contra el Madrid hicieron saltar las alarmas en el cuerpo técnico. Leo, machacado por los partidos con su selección, por la presión que representaba sacar adelante los puntos y el desastroso estado del pasto del estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, donde Argentina se midió a Bolivia, llegó seco al partido contra el Madrid. Neymar, también, pero en su caso las razones obedecían a algo más lúdico. El estado del tridente lo completó un bajón previsible de Luis Suárez, que había regresado a competir con Uruguay tras cumplir dos años de sanción, con la carga emocional que eso conlleva.
“Lo notamos mucho”, admiten en el equipo. El clásico, la derrota en Anoeta, la eliminación contra el Atlético y la sorprendente victoria del Valencia en el Camp Nou —los azulgrana completaron un buen partido en cuanto a juego—, llevaron al equipo a perder la autoestima y la ventaja de puntos acumulada durante la temporada (12 respecto al Madrid y 8 con el Atlético). El cuerpo técnico se replanteó entonces el plan de trabajo para devolver a sus jugadores el tono competitivo necesario. “Dijeron que estaba todo ganado, perdimos la ventaja por un cúmulo de razones —hicimos muchas cosas mal— pero nos recuperamos, y volvemos a depender de nosotros. Ahora no podemos fallar, son dos partidos para ganar dos títulos”, resume Suárez.
Dos días de descanso, entrenamientos cortos y específicos, mucho balón, y trabajo de velocidad deben dejar listo al equipo para las dos ultimas finales
No más de dos días de descanso, entrenamientos cortos y específicos, mucho balón y cargas de trabajo solamente para los que no participaron de la jornada anterior, priorizando la búsqueda de velocidad por encima de cualquier otro concepto, deben dejar a los futbolistas listos para las dos ultimas finales: “Físicamente estamos bien, eso no debe ser excusa en ningún momento”, convino Piqué a su paso por la zona mixta el domingo. “Está en nuestra mano ganar los dos títulos” insiste el defensa. “Todo está en la cabeza, siempre”, insistía Luis Enrique. Lo aprendió de Seirul·lo.
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