Alarma en la sala de máquinas del Real Madrid

La inesperada lesión de Casemiro, baja ante el Manchester City, obliga a Zinedine Zidane a reconstruir su obra sin la viga maestra. El brasileño es el único mediocentro puro de la plantilla del Madrid. La alternativa de recuperar a Kroos para esa misión siembra de rumores de alarma el vestuario de Valdebebas en las horas previas a un partido que, de otro modo, habría situado al equipo local como apabullante favorito.

Jugadores y técnicos de toda Europa repiten que los grandes cruces de la Champions se deciden en los “detalles”. Detalles que se traducen en errores o en aciertos memorables. Incidentes apenas visibles para los aficionados que luego para los profesionales son motivo de meses de evocaciones satisfactorias o de lamentaciones y búsqueda de responsables. Errores como el descuido de Toni Kroos que en 2015 propició el empate de la Juventus en el Bernabéu (1-1) y la eliminación del Madrid en semifinales.

Marginado Sami Khedira por las lesiones y por una directiva que le puso en la lista de transferibles, hace un año Kroos era lo más parecido al único mediocentro defensivo disponible del equipo. La repesca en el verano de Carlos Henrique Casemiro subsanó, en parte, esa carencia, denunciada desde 2014 por Carlo Ancelotti. El italiano lo advirtió durante meses: Kroos no tiene ni el sentido táctico ni la capacidad física que caracteriza naturalmente a los mediocentros, y si puede adaptarse al puesto en un 4-5-1 o en un 4-2-3-1, sus condiciones le hacen especialmente vulnerable en el 4-3-3. Ancelotti acabó utilizándole porque, descartado Khedira, no tuvo más remedio.

Cuando Cristiano, Ramos, Keylor, Carvajal o Marcelo piensan en la vuelta de la semifinal con la Juventus de 2015, concluyen que Kroos desencadenó el desastre. Cuando los analistas del club repasan aquellas jugadas, el examen determina algo parecido. Kroos nunca debió estar ahí. Pero ahí estuvo. Un jugador como él, con alma de diez, puesto a desempeñarse como mediocentro en un esquema en el que no se encontraba cómodo, era presa fácil para atacantes astutos.

Sucedió en una falta lateral lanzada por Pirlo sobre el área madridista. Ancelotti dispuso una defensa mixta. Benzema y Varane defendieron en zona en el primer y el segundo palo; Cristiano marcó a Bonucci; Ramos a Chiellini; Carvajal a Tévez; Isco a Pogba; Bale a Evra; James a Marchisio; y, en el medio del cogollo, Kroos a Morata.

Pirlo puso el centro; Casillas despejó de puños; Vidal volvió a centrar desde afuera del área bajo la presión de Isco, que salió abandonando a Pogba; Pogba descolgó al punto de penalti ante la vana oposición de Ramos; y Morata fusiló solo en el punto de penalti. Kroos, que se olvidó de su deber en el primer rechace, se quedó mirando la pelota.

Kroos es la cuestión

Esta temporada Benítez hizo lo posible por quitar a Kroos del mediocentro antes de que le destituyeran. Zidane se dio un margen de ocho partidos de pruebas. En el empate contra el Betis (1-1) observó cómo Cejudo marcaba ganándole la espalda a Kroos. En la victoria del Atlético en el derbi (0-1) contempló cómo Griezman marcaba aprovechando el espacio que se abría entre Kroos y la defensa. Fue la última vez que Kroos jugó por delante de los centrales. Desde entonces lo acompañó Casemiro. Para regocijo de Ramos, de Pepe, y de Zidane. Con el brasileño el Madrid solo perdió un partido: en Wolfsburgo.

La lesión de Casemiro ante el Manchester City coloca a Zidane ante la disyuntiva. ¿Qué hacer con Kroos? “Como todos, cuando no tengamos el balón, Toni deberá defender”. dijo el técnico. “Y no sólo Toni. Sin el balón toca defender bien, como lo estamos haciendo últimamente. Trabajando todos juntos porque cuanto antes lo recuperemos más tiempo tendremos para hacer lo que nos gusta, que es atacar”.

“Vamos a intentar reemplazarlo”, reflexionó Zidane. “Casemiro es Casemiro pero hay jugadores que pueden hacer lo mismo. El que juegue tendrá que hacer lo mismo que ha hecho Casemiro”.

Solo Zidane sabe cómo utilizará exactamente a sus jugadores para rearmar la sala de máquinas. Si el City aguanta la embestida, la suerte del Madrid puede estar en los detalles.