El Málaga acaba con un rival sin alma
A Levante se le anuló un gol legal de Morales con el 1-1 cuando faltaban 15 minutos para el final
La tarea era complicada para el Levante, colista, cerca de la Segunda División, y al que solo una victoria en La Rosaleda le daba algunas opciones reales de salvación. Jamás dio señales de poder ganar con autoridad. Durante mucho tiempo mantuvo el empate en el marcador e incluso se le anuló un gol legal con el 1-1 y a falta de 15 minutos. El Levante, si lo desea, puede agarrarse a ese error del juez de línea, pero su descenso no se consumó ahí, sino en una desastrosa temporada.
El equipo de Rubi llegó a Málaga con dos puñales en la espalda, los dos goles en el tramo final del último partido ante el Athletic que cayeron como una bomba atómica en el grupo. Solo así puede entenderse una puesta en escena tan pobre de los jugadores del Levante, sin ánimo, sin fe, fácilmente superados por un Málaga que no se jugaba nada en el partido. Lo único que hizo el Levante en unos primeros 20 minutos infames fue lesionar a Morales. Un pisotón por detrás al lateral venezolano de Víctor que dejó claro que en este partido no se hacían prisioneros. En 20 minutos, el Málaga, jugando con comodidad, le hizo tres claras ocasiones de gol al Levante, un equipo muerto, sobrepasado por su situación. Sin embargo, una acción de Cuero en el minuto 28 dejó solo a Rossi. Salvó bajo palos Albentosa y luego el árbitro anuló el remate del colombiano, un buen jugador en ataque, un absoluto desastre en defensa.
Precisamente por su banda subió Ricca para asistir a Cop, que marcó el 1-0 con absoluta comodidad. El Levante estaba en Segunda. Lo sacó del pozo una buena acción de Morales, que cruzó ante Ochoa haciendo un gol que establecía el empate y saba esperanzas al Levante en la segunda mitad.
El disparate llegó luego. A medida que crecía la necesidad del Levante llegaron ocasiones muy claras en una y otra área. Lo mismo Charles fallaba a puerta vacía que el juez de línea anulaba un gol increíble a Morales por un fuera de juego que solo el vio. En 10 segundos, con un vídeo, la jugada hubiera quedado solucionada. Faltaba un cuarto de hora y el Levante se volcó sobre el área del Málaga. Llegaron los nervios, las absurdas acciones de Deyverson y la sensación de que la vida se le escapaba al Levante.
Cuando faltaban tres minutos, Mariño realizó un paradón a Chory Castro, incansable todo el encuentro. El Levante se movía en el filo de la navaja, pues un minuto después Duda, solo en el área, lanzó alto. Consciente de lo poco que le valía el empate, el Levante se la jugó y perdió. Cop, en el último minuto, mandaba al conjunto granota a Segunda. En el alargue, Castro anotó todavía un tercer gol ante el derrumbe de los levantinistas.
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