Europa sin el Barcelona
La eliminación del equipo de balonmano deja al club azulgrana sin representación en las distintas ligas de Campeones
El equipo de balonmano del Barça no disputará la Final Four después de quedar eliminado en los cuartos de final por el Kiel. También ha quedado fuera del podio continental la sección de baloncesto que perdió contra el Lokomotiv. No habrá más representación de los deportes profesionales azulgrana en Europa que la del hockey patines porque el club no compite en fútbol sala y el plantel de Luis Enrique cayó igualmente en cuartos ante al Atlético.
Aunque muchos de los rivales disponen de mayores presupuestos y, consecuentemente de mejores plantillas, la situación invita a reflexionar en la sala de juntas que preside Bartomeu. Los distintos equipos han fallado en el momento decisivo, faltos de continuidad y de liderazgo, entregados a la rutina cuando se les exigía que compitieran por los títulos en la fase final, algo que sí consiguieron el año pasado, cuando el balonmano, el fútbol y el hockey conquistaron la Copa de Europa.
La mayor decepción ha sido la del plantel de Luis Enrique. El equipo todavía no ha superado su derrota continental, que era su prioridad, una frustración que se nota en la Liga. Ha perdido juego y ánimo, esclavo de Messi, Suárez y Neymar. El tridente suma un gol más que el año pasado, 123 frente a 122, el 75,4% de los tantos del equipo. Luis Suárez totaliza 54 (35 en la Liga); Messi, 40 (25) y Neymar, 29 (23). Rakitic, decisivo el sábado en el campo del Betis, cuenta nueve (siete en la Liga). Los azulgrana, sin embargo, son líderes por el gol average respecto al Atlético y suman un punto más que el Madrid.
No hay variantes
El martillo de Luis Suárez y las asistencias de Messi palian el abatimiento de Neymar y la pesadumbre colectiva, personificada en un futbolista siempre solvente como Busquets. El técnico insiste a cada partido con la misma alineación y repite plan, dividida la plantilla entre los titulares y los suplentes, sin más cambios que el de los laterales, especialmente el de Alves.
Luis Enrique solo ha experimentado con variables de juego en la Copa en los partidos con el Espanyol y el Valencia. El 4-3-3 es inamovible cuando forman Messi, Suárez y Neymar. La fórmula ofrece hoy una sintomatología preocupante: el ritmo es lento; la circulación de balón, baja; y el equipo se muestra poco fino, muy rígido, incluso cuando ha jugado en superioridad numérica — como ha pasado en 12 partidos— defectos que han penalizado en la Champions de la misma manera que se espera que no afecten a la Liga. Al fútbol, al balonmano y al baloncesto les queda como reto la Liga, torneo que dominan, mientras que en el fútbol sala están a expensas de InterMovistar y el Pozo Murcia.
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