El Barça se desploma en la Liga
El bloqueo mental, la falta de recursos y la condescendencia en las áreas penalizan al equipo de Luis Enrique en la Liga BBVA
El Barça ha perdido tres partidos consecutivos (Madrid, Real Sociedad y Valencia) y solo ha sumado un punto de los últimos doce después de jugar mal, regular (Villarreal), e incluso bastante bien, como pasó este domingo el Camp Nou. Los azulgrana no encuentran el punto de inflexión a una racha negativa que ha supuesto su eliminación de la Champions en el Calderón y que el Atlético le haya alcanzado en la Liga. El equipo de Luis Enrique mantiene el liderato por el gol average respecto a los rojiblancos, mientras que el Madrid queda a un punto a falta de disputarse cinco partidos para el final. Las causas que explican el desplome barcelonista son varias y su último precedente se sitúa en el 2003.
El bloqueo. A Luis Enrique le molesta especialmente que se le pregunte por la preparación física del equipo, tanto que en la conferencia de prensa de este domingo tuvo una respuesta extemporánea, fuera de lugar y de muy mala educación hacia un periodista que le preguntó al respecto. “¿Cómo es el apellido?”, replicó el técnico en referencia a la demanda planteada por Víctor Malo del diario Gol. “¿Cómo es el apellido? Malo. Correcto, siguiente pregunta”, remató. Los equipos del asturiano se distinguían por acabar bien la temporada, faceta en la que siempre se ha elogiado el trabajo del preparador físico Rafael Poch. La sensación es que el equipo sufre más un bloqueo mental que físico, está estresado, y en el cuerpo técnico hay un psicólogo, Joaquín Valdés, aunque sus funciones se limitarían a asesorar al entrenador más que al equipo, o eso dijo Luis Enrique el día de su presentación.
Luis Enrique no encuentra revulsivos en el banquillo ni tampoco ha prestado atención al Barça B
Titulares y suplentes. La plantilla está dividida entre titulares y suplentes. La brecha es monumental. El técnico no encuentra revulsivos en el banquillo ni tampoco ha prestado atención al Barça B, que en invierno llegó a fichar hasta un equipo completo para evitar el descenso a Tercera. El juego ha estado monopolizado además por el tridente: Messi, Luis Suárez y Neymar. El mal rendimiento del tridente en los últimos partidos favorece la intervención del entrenador por más que los tres delanteros funcionen como una unidad en el campo y en la Ciudad Deportiva. El peor parado del partido contra el Valencia fue Neymar. Una opción sería la de sentar al brasileño y dar entrada a Arda Turan, que ha funcionado mejor como punta que como volante, ya sea sustituyendo a Rakitic o Iniesta.
La falta de contundencia. El Barcelona mejoró su juego contra el Valencia respecto a los partidos contra la Real, el Atlético y el Madrid. El problema es que penalizó en las áreas, un territorio que antes dominaba de forma clarividente, cosa que le permitió ganar muchos encuentros sin atender al juego, avalado por los goles de Luis Suárez, Neymar y Messi. Al problema ofensivo se ha añadido el defensivo porque el equipo toma goles con mucha facilidad –siete en los últimos cuatro partidos de Liga- circunstancia que podría facilitar un cambio de Bravo por Ter Stegen, titular en la Champions y en la Copa.
El liderazgo. La salida de Puyol y después de Xavi ha obligado a recomponer el mando del equipo, ahora capitaneado por Iniesta, Busquets, Mascherano y Messi. El liderazgo, sin embargo, lo ha asumido Piqué. El central está omnipresente en el campo y en la sala de prensa. El miércoles no podrá jugar por sanción en Riazor. Una ausencia importante porque el Barça se ha quedado prácticamente sin centrales por las lesiones de Mathieu y Vermaelen. A Luis Enrique no le queda más recurso prácticamente que recurrir a Bartra, con el que apenas ha contado en los últimos partidos.
El liderazgo lo ha asumido Piqué. El central está omnipresente en el campo y en la sala de prensa
El Deportivo. El equipo gallego empató en el Camp Nou en un partido en el que sobresalió el despliegue táctico de Víctor. Los azulgrana se enredaron con los cambios y cedieron un 2-2 después que el Deportivo cambiara muy bien sobre la marcha y consiguiera dominar el Camp Nou.
Las distracciones. La última broma de Alves ha evidenciado la facilidad de la plantilla para distraerse en cuestiones que no son propias de la competición. Hay varios casos abiertos y que no encuentran solución como las renovaciones paralizadas por la política financiera del club o el litigio de Neymar para disputar los Juegos Olímpicos de Río y la Copa América.
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