El Barça debería dar explicaciones

Como por arte de magia (negra), el Barcelona ha perdido fuelle casi al final de la temporada. De los tres torneos a revalidar, ahora solo le quedan dos. La Liga y la Copa están al caer, pero solo si no falla más de lo permitido, dado que el Real Madrid y el Atlético solo están a cuatro y tres puntos respectivamente. Las razones de esta inesperada depresión no son fáciles de diagnosticar. Contra el Real Madrid, ni siquiera el espíritu de Johan Cruyff hizo funcionar al equipo, como parece que le funcionó el de Juanito al Madrid contra el Wolfsburg. El espíritu de Juanito y el más tangible y devastador de Cristiano Ronaldo.

Ahora bien, no es mi intención establecer ninguna relación de causa-efecto entre los decepcionantes últimos resultados del equipo azulgrana y las situaciones irregulares de algunos de sus cracks con la Hacienda Pública. Eso sin contar las recientes revelaciones sobre los paraísos fiscales a los que acudieron Messi y el vicepresidente de la actual junta directiva del club para evadir impuestos, según dictan los papeles de Panamá. En esos papeles salieron también comprometedoras informaciones sobre nombres relevantes en el terreno político, artístico y empresarial. El primer ministro islandés dimitió de su cargo. Pedro Almodóvar parece que no vio pertinente presentar a bombo y platillo el estreno de su nueva película. Un ministro español en funciones se vio también salpicado por este escándalo y nadie de la oposición dejó escapar la oportunidad de exigirle, muy legítimamente, que diera explicaciones.

Pues bien, ¿alguien dio alguna explicación en el Barça sobre este grave asunto? Si no perdemos segundos en exigir responsabilidades cuando un representante de la ciudadanía comete algún presunto delito de evasión impositiva a la Hacienda, ¿por qué con igual premura no la exigimos con los cracks que representan al club del cual somos seguidores? ¿Cuántos chicos por el mundo llevan camisetas del Barça con el nombre de sus ídolos pegados en su espalda? Los nombres de Messi y Neymar. Si estos nombres están vinculados con presuntos delitos fiscales, ¿cómo podrían ser ellos embajadores de las mejores virtudes del club catalán hasta tanto no den explicaciones o la justicia los declare inocentes?

Cuantos antes nos den explicaciones será mejor para todos. Para la salud moral del club, desde luego. Y para ellos, que no tendrán en sus conciencias un peso tan duro de llevar. Sean culpables o no, una situación como esta desestabiliza hasta al más pintado.