Prohibidos los cortafiambres en las bicicletas

Cuando la federación internacional de ciclismo autorizó a finales del año pasado el uso de los frenos de disco, la noticia generó una fuerte polémica entre los equipos profesionales pues la tecnología, directamente importada de la práctica de la bicicleta de montaña, tenía la desventaja de resultar peligrosa para la seguridad de los corredores debido al afilado material que la compone y que convertía a los discos en magníficos cortafiambres abrasantes.

Poco más de cuatro meses después, la UCI ha decidido suspender el uso de este tipo de frenos después de que el ciclista del conjunto Movistar Francisco Ventoso, un cántabro de 33 años, sufriera un largo corte en su pierna izquierda, a la altura de la tibia que quedó al descubierto, durante la clásica París-Roubaix. “La UCI ha decidido tomar esta decisión tras recibir una petición de la Asociación Internacional de los Grupos Ciclistas Profesionales (AIGCP), que representa a todos los equipos profesionales”, indica el organismo que rige el ciclismo mundial en un comunicado publicado este jueves.

Fue el propio Ventoso quien primero saltó a la palestra. El velocista cántabro denunció ayer en una carta abierta el uso en carrera de los frenos de disco. El domingo, tuvo que abandonar la París-Roubaix tras chocar con un corredor del conjunto francés Direct Energie, que tenía instalado en su bicicleta la polémica tecnología, en uno de los tramos adoquinados de la carrera. Volvió a levantarse con profundos cortes en la tibia de la pierna izquierda y tuvo que ser llevado al hospital de Valenciennes, en el norte de Francia, en el que los médicos le suturaron la herida.

La protesta de Ventoso desencadenó inmediatamente una fuerte ola de indignación en el pelotón y corredores como Ryder Hesjedal, ganador del Giro en 2012 o "Purito" Rodríguez expresaron su oposición por los riesgos que supone su uso. Incluso, la propia Asociación de Ciclistas Profesionales instó a la federación internacional a su suspensión. La UCI tenía previsto implantar el uso de los frenos de disco en las carreras en ruta de forma definitiva de cara a la próxima temporada, tras supervisar su desarrollo. En la París-Roubaix, el Direct Énergie, que quedó envuelto en el accidente de Ventoso, y el Lampre-Mérida los tenían instalados. En total 16 ciclistas, 32 discos. “¿Qué sucederá cuando haya 396 discos en una carrera donde los 198 ciclistas peleamos por la posición y las caídas son inevitables”, se pregunta Ventoso.