El último Clásico: La debacle del Madrid frente a un excelso Barça
En el partido de la primera vuelta en el Bernabéu, los de Luis Enrique arrollaron (4-0) al Madrid de Benítez, que terminó tan cuestionado como Florentino
El último Clásico, el de la primera vuelta (jornada 12) de la 15/16, fue el partido que Rafa Benítez empezó a hacer las maletas para dejar de ser entrenador del Real Madrid. En el primer gran partido de la temporada, el entrenador madrileño prescindió de su gran apuesta en lo que se había jugado de temporada, Casemiro como el ancla que diera equilibrio al equipo. Benítez alineó a todas las estrellas de la constelación de Florentino Pérez, con Modric, Kroos y James en el centro del campo y Bale, Cristiano y Benzema en la delantera.
La superioridad del equipo de Luis Enrique en el partido fue total, de principio a fin. El encuentro empezó con un homenaje a las víctimas del atentado de París. Luego, ya sobre el césped. un gol de Luis Suárez a los 11 minutos, tras una gran jugada de Sergi Roberto, abrió el marcador. Antes del minuto 40, Neymar consiguió el 0-2 y Andrés Iniesta, el mejor aquel día en Chamartín, sentenció con el 0-3 en el 53'. Ya con Messi en el campo, Luis Suárez hizo su segundo tanto del partido para poner el definitivo 0-4 en el marcador.
A la vista de los acontecimientos, la grada se volvió contra el cuando el FC Barcelona de Luis Enrique, con Messi en el banquillo recién recuperado de una lesión, pasó por encima de los blancos sin necesidad de tirar de su gran estrella, que entró en el campo ya en la segunda parte cuando su equipo ya ganaba 0-3. La crítica de la afición blanca no se quedó en los jugadores o en el entrenador, como ya ocurriera en su primera etapa, los pitos se dirigieron hacia el palco por primera vez en el segundo mandato de Florentino.
El Real Madrid terminó desquiciado, con Isco expulsado por roja directa tras una entrada a Neymar por detrás, sin intención de jugar el balón. Ya casi al final del partido, el Barcelona pudo redondear la goleada con el quinto gol, pero Munir perdonó una clara ocasión que provocó un recordado enfado de Gerard Piqué, que en esos minutos ya era un delantero más buscando su gol en el Bernabéu.
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