Belmonte reina en los Campeonatos de España
La catalana consigue cinco oros y cuatro mínimas para los Juegos de Río y se muestra recuperada de sus problemas físicos
Mireia Belmonte llegó a los Campeonatos de España con la clasificación para los Juegos Olímpicos como objetivo y cumplió. La catalana vuelve a estar en forma: cinco oros en 200 mariposa, 800 libres, 400 estilos, 200 estilos y 1500 libres. Su cabeza está en Río. Y ese el botín de la reina de la piscina nacional.
La nadadora del UCA ha sido una de las grandes protagonistas del Campeonato de España de Natación, clasificatorio para los Juegos Olímpicos. El único pero fue la gastroenteritis que le impidió probarse en los 400 metros libres en la última jornada de competición. La renuncia le habría apartado de los Juegos si en la final alguna nadadora hubiese seguido la estela de Melani Costa, triunfante en su reto de obtener la mínima, pero ninguna llegó a tiempo para ocupar la segunda y definitiva plaza reglamentaria. La catalana también participará en los 400 metros libres gracias al registro (4m 07,01s) que obtuvo en el pasado Open de Marsella, inferior a la mínima española.
Belmonte sabe que está en un buen momento. Se mostró “cansada” tras el primer día de certamen, pero no falló cuando tenía que ganarse el pan. Por lo que no sorprende su físico, algo más delgado y fino, como si supiera que más pronto que tarde las medallas de verdad estarán en juego, también su legado de mejor nadadora olímpica española de la historia.
Vall, Costa y Miguel Durán, clasificados
Los Campeonatos de España se cerraron ayer con tres nuevas mínimas para los Juegos Olímpicos.
Miguel Durán, del CN Sabadell, batió el récord de España en las series eliminatorias de los 400 libres (3m 48,96s).
Jessica Vall, del CN Sant Andreu, también estará en la prueba de 200 braza de Río de Janeiro después del registro conseguido en las series clasificatorias: 2m 24,45s, séptima mejor marca mundial del año.
Y finalmente Melani Costa fue la más rápida en los 400 libres: 4m 07,76s, marca que le permite competir en Brasil. “Me he quitado un peso de encima”, afirmó la nadadora de Mallorca después de certificar su clasificación.
Debutante en Pekín 2008 con tan solo 17 años, Londres la consagró como referencia en la élite; y el horizonte de Río se atisba ilusionante. Su edad, 25 años, también parece ser la ideal según estiman los planes de la federación. “Los jóvenes cogen experiencia en su primera participación olímpica, y entre los 24 y los 26 años, están preparados para competir al máximo nivel”, explica Albert Tobella, seleccionador júnior. Con experiencia en grandes campeonatos, Belmonte está cerca de su plenitud física.
En las piscinas del CN Sabadell la catalana ganó con muchísima superioridad cada una de las pruebas que compitió, hasta el punto de conseguir la mejor marca mundial del año en 200 mariposa (2m 06,34s) y 1.500 libres (16m 08,38s), donde rebajó su propio registro en más de seis segundos; y la segunda en 400 estilos (4m 33,42s).
Pero si hay algo que satisface a Belmonte es su hombro sano. Una tendinitis y una bursitis la dejaron fuera del pasado mundial de Kazán, donde era una de las favoritas. Por lo que un fisioterapeuta le acompaña allá donde va para prevenir antes que curar. Las dudas sobre su recuperación se evaporaron al ritmo de sus victorias en 2016, dos de seis en Luxemburgo, dos de seis en Francia y cinco de cinco en Sabadell. “Cada vez se encuentra mejor”, explica su entrenador Fred Vergnoux, que reconoce que el estado físico de su pupila es superior al esperado.
Su evolución marcará sus aspiraciones reales. Pero resulta que Mireia tiene ganas de afrontar nuevos desafíos, hasta el punto de que se le ha metido entre ceja y ceja clasificarse también para la prueba olímpica de aguas abiertas, 10 kilómetros en el mar. Así que Belmonte viajará en junio al preolímpico de Setúbal para jugarse con Erika Villaécija, octava en los Juegos de Londres, la única plaza española. “Mireia funciona así, con los nuevos retos”, sostiene Vergnoux.
La última vez que se enfrentaron, la badalonesa quedó un minuto por detrás de Villaécija, más acostumbrada a este tipo de distancias, donde la colocación y la interpretación de la carrera son esenciales. Pero la capacidad competitiva de Belmonte y su talento en el agua parecen ser suficientes para afrontar la prueba clasificatoria con garantías. La duda es si la voracidad de la atleta puede saturar su cuerpo por la multitud de pruebas, cinco, que de momento tiene aseguradas en Río.
Belmonte y su equipo técnico aprovecharán la altura de Font-Romeu y Sierra Nevada para optimizar el entrenamiento. Ella será la máxima aspirante de la natación española en los Juegos. Aunque por el momento no quiere marcarse ningún objetivo concreto, su regreso a la competición le avala. Es la reina.
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