El Valencia desquicia al Málaga
El conjunto de Neville remonta y saca los nervios al grupo de Gracia que se olvida del fútbol
En un nuevo sobreesfuerzo, el Valencia remontó un partido, esta vez ante el Málaga. No le viene de nuevo al equipo de Neville, situación repetida con el inglés en el banquillo de Mestalla. Con su buena disposición inicial, marcó el Málaga que no supo gestionar la ventaja, con demasiados nervios, irascibles sus jugadores y su entrenador Javi Gracia, que resultó expulsado, durante la segunda mitad del encuentro ya con desventaja en el marcador. Con paciencia, el Valencia encontró sus buenos momentos para revertir la situación.
Y pronto le tocó al Valencia remar, una vez más, a contracorriente. Algo que se ha convertido en un mal hábito. Con Gary Neville en la dirección, al conjunto che, salvo en su encuentro ante el Granada, sus rivales le anotan primero. Ha sucedido en 12 de los 13 partidos con el inglés en el banquillo de Mestalla, circunstancia que obliga al Valencia, falto de confianza, a hacer un doble ejercicio, en ataque para conjugar la desventaja y en defensa para contener los contragolpes rivales. En ninguna de las dos facetas se ha mostrado solvente el conjunto de la capital del Turia en una temporada caótica primero con Nuno, empeorada con Neville que respira de nuevo, satisfecho el inglés con la reacción de sus jugadores.
De salida, dio la impresión que el Valencia saltó a terreno de juego de La Rosaleda con buen ánimo, también el Málaga cuya presión alta pronto comenzó a poner en problemas al conjunto che al que Diego Alves le dio un susto, al intentar pasar el esférico a Mustafi, interceptando el envío Charles que no pudo hacer bueno. Trasparente en su proceder, el grupo de Javi Gracia aumentó la intensidad y la intención. Sin llegar al cuarto de hora, el Málaga abría el partido tras una acción individual de Juanpi culminada por Cop que recogió el rechazo de la defensa valenciana y colocó el balón lejos del alcance de Alves. El delantero croata tuvo que retirarse poco después debido a una lesión muscular.
Dio un pase adelante el Valencia sin encontrar el pase final, cerrando los caminos el Málaga intenso en el repliegue y dinámico en ataque. Sin espacios por dentro, los centros laterales valencianistas apenas inquietaban a la zaga malacitana. Alcácer tiraba desmarques sin éxito. Hasta que a cuatro minutos del descanso, en la primera intervención del capitán che, el Valencia consiguió empatar con fortuna. La que le concedió Kameni que en su intento de despeje al centro de Alcácer, introdujo el balón dentro de su portería sin ningún contrario alrededor. El portero camerunés, que anteriormente ya mostró falta de sincronía con su defensa en un par de situaciones, reclamó con vehemencia que Cheryshev, que pasaba por allí, le había pisado levemente, suficiente para desequilibrarle. Lo reconoció el extremo valencianista tras el partido.
El empate del Valencia fue fruto de su paciente insistencia. Y persistió tras el descanso confirmando su progreso en el partido con un gol de Cheryshev desde su hábitat natural, el costado izquierdo, tras un excelente pase paralelo de André Gomes que evitó a la defensa del Málaga para que el hispano-ruso hiciese bueno el servicio, anotando su segundo gol como valencianista. En un posterior contragolpe pudo matar el partido el Valencia al plantarse Alcácer ante Kameni y ceder con demasiada potencia el pase hacia Cheryshev. También la tuvo Rodrigo poco después.
El Málaga se olvidó del fútbol para variar el guion con fricciones y protestas. No entró a la capa el Valencia en las provocaciones, con actitud y temple para contener al conjunto malacitano víctima de sus nervios y de sí mismo. Para alivio del Valencia y de Neville.
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