Neville respira con la victoria del Valencia ante el colista Granada

Por lo indescifrable del fútbol, hay equipos que por razones inexplicables se le atragantan ciertos rivales. Para el Granada, el Valencia en esta temporada resulta un misterio, derrotado en sus tres encuentros precedentes en el presente curso, por un global de un 7-0 en la Copa a favor del conjunto che casi sin proponérselo, por la mínima en Mestalla, también en el cuarto enfrentamiento en Los Cármenes. Fue superior el Granada al Valencia, en la intención y en el juego, no así en las áreas, la condena del conjunto nazarí que le puede llevar al descenso y quizá a Sandoval al despido del que se ha librado Gary Neville tras dos victorias consecutivas.

Tuvo cuatro ocasiones el Valencia y aprovechó dos, gracias a Parejo y Santi Mina. Alguna más contó el Granada y solo pudo concretar la de Edgar en el descuento. Cosas de las dinámicas. El conjunto che ha sacado adelante los dos últimos partidos en la Liga con apuros y contradictorias sensaciones, en medio, solvente y brillante en Europa. Los resultados son su mejoría, la que no encuentra el Granada, colista por su falta de pegada.

El grupo de Sandoval entendió de inicio que no podía guardarse nada, que necesitaba la victoria, partiendo como colista la jornada. La predisposición conjunta del Granada fue la adecuada ante un Valencia recuperado en el ánimo, con Neville disponiendo de un once de garantías, con problemas el conjunto che a lo largo de la temporada para formar una alineación con sus jugadores más determinantes.

Un cuarto de hora le costó al Valencia serenar el ímpetu nazarí y asomarse a Andrés Fernández, aliviado el portero murciano con un cruce de Lombán evitando el disparo limpio de Alcácer que ganó la espalda al central granadino rápido en la rectificación. Listo como pocos delanteros, otra vez Alcácer acudió al espacio para sorprender a la defensa del Granada que esperaba el centro al área de Parejo, evitando Andrés Fernández el gol del capitán del Valencia, que fue ganando metros y peso en el partido con el paso de los minutos.

Las imprecisiones del Granada daban vida al Valencia. En una de tales pérdidas en el centro del campo, llegó la mejor ocasión che en el primer acto, tras la primera arrancada por el costado derecho de Cancelo que puso un medido centro a la cabeza de André Gomes, una acción que no admitía otra conclusión que el gol, evitado por una gran parada de Andrés Fernández. Solo los acelerones de Success, mal el nigeriano en la ejecución del último pase, inquietaban a la defensa valencianista, sin llegar a intervenir Alves en los primeros 45 minutos.

Volvió a meter una marcha más el Granada tras el receso. Y de nuevo le duró poco el arrebato, bien contenido por el Valencia que a los diez minutos encontró el gol tras una jugada iniciada por André Gomes, una dejada espectacular de Alcácer y un disparo final certero de Parejo, un excelente llegador, autor de seis goles en la temporada.

Pudo igualar el Granada posteriormente en un disparo en al larguero de Barral, aparentemente sencillo, con Alves batido. La jugada y el centro fueron de Success, indescifrable el nigeriano para Siqueira. El Arabi, sustituto de Barral, tuvo otro remate franco de cabeza que incomprensiblemente envió desviado. Y llegaron más para los nazarís. El gol de Edgar llegó demasiado tarde. Anteriormente marcó Santi Mina. Desde la banda maldecía Sandoval la suerte de su equipo y la suya, más dispuesto que el Valencia superior tan solo en la definición.