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El punto consuela a Betis y Sporting

Los andaluces siguen con problemas en el Villamarín, aunque merecieron el triunfo en el tramo final de un partido muy disputado

Rafael Pineda
Cuéllar ataja ante Van Wolfswinkel.
Cuéllar ataja ante Van Wolfswinkel.Jose Manuel Vidal (EFE)

El Betis no pudo con el Sporting. Mereció más el conjunto andaluz, un desastre en casa, pero saborea un punto que también le sabe a gloria a su rival. El Betis gozó de claras ocasiones en el tramo final para lograr el triunfo, cuando Dani Ceballos le dio sentido al juego y pudo enlazar con Musonda y Rubén Castro, pero fue muy penalizado por un error de Kadir a la salida de un saque de esquina a favor. En un contragolpe demasiado sencillo, el Sporting se puso por delante. Empató Pezzella dos minutos después en un espectacular remate dentro del área, con lo que le tocó sufrir al conjunto de Abelardo. Meré salvó bajo palos una acción de Rubén Castro y luego Cuéllar hizo el paradón de la noche a otro disparo del canario. Justo cuando Dani Ceballos le había dado pausa y calidad al Betis. Justo, también, cuando el Sporting acusó el cansancio acumulado por su tremendo desgaste.

Al Betis se le habían anulado dos goles, ambos a Rubén, en jugadas muy parecidas dentro del área. En el primer caso, el fuera de juego fue claro. La segunda acción fue mucho más dudosa, aunque se puede disculpar al juez de línea porque la jugada fue muy complicada. El empate, en definitiva, vuelve a demostrar las carencias del Betis en su estadio. No es casualidad que sea el peor equipo a domicilio de la Liga. Eso sí, los números de Merino son medianamente aceptables, pues solo ha perdido un partido de seis en Liga (con un triunfo y cuatro empates).

No hubo un instante de pausa en el Benito Villamarín. Ni un instante de lucidez que canalizara tanta carrera. Betis y Sporting, necesitados por su posición en la tabla en un partido muy importante, jugaron con el corazón, entregados a una batalla de mucha pasión y poco fútbol. Este Betis de Merino es así. Su fútbol apenas transcurre por el centro del campo, donde Ndiaye y Petros corren y corren, pero no distribuyen. Su plan es básico. Balón en largo para que lo pelee Van Wolfswinkel, ejerciendo de pantalla, y un petición coral para que Musonda reciba algún balón. El joven extremo del Betis es de lo más fiable que tiene un equipo asentado en su portería con Adán y en la delantera con Rubén Castro. Todo lo que pasa por medio tiene que ver con Musonda, rapidísimo en el desborde, algo precipitado en el pase y con dificultades para medir sus carreras. Debe aprender a regular los esfuerzos. Sí hay mimbres de buen futbolista. El Sporting, con Jony tocado en el banquillo, lo dejó todo en el campo. Sus carreras fueron continuas. Su pelea, a veces, estimable. Eso sí, ni una gota de calidad, ni una aparición de peligro salvo un disparo de Carmona de falta que sacó Adán con solvencia. El Betis, de hecho, solo tuvo una ocasión de peligro en un disparo del propio Musonda que Cuéllar no detuvo.

En realidad, un mundo separaba cada acción de Musonda y de Halilovic del resto de los protagonistas de un partido jugado a demasiada velocidad, con poca precisión y escasa calidad.

El Betis salió mejor en la segunda mitad. Sin embargo, el que anotó fue el Sporting. Había avisado Petros, pero el brasileño mostró todas sus carencias técnicas con un remate desastroso dentro del área. Con el Betis volcado en un córner a favor, un error de Kadir provocó que el balón le llegara a Halilovic, que habilitó con un perfecto pase a Carlos Castro. El delantero asturiano marcó de suave toque ante el desastroso repliegue verdiblanco.

Pezzella empató rápido con un fantástico remate después de una falta sacada por Vargas. Entonces, Merino dio entrada a Dani Ceballos y el Betis, por fin, encontró caminos coherentes en busca de Cuéllar. Rubén gozó de dos claras ocasiones de gol y se le anuló otro en una acción complicada para el asistente. El Betis rozó el triunfo, pero volvió a penar por su andadura en el Villamarín. El Sporting, que jugó sin su goleador Sanabria y con Jony y Guerrero tocados, se marchó de Sevilla con una amplia sonrisa.

"Estoy enfadado"

R. P.

Juan Merino, entrenador del Betis, no estaba demasiado satisfecho con el empate obtenido por su equipo ante el Sporting. "Es cierto que hemos merecido ganar por las ocasiones generadas al final del partido, pero me marcho enfadado porque no hemos jugado bien en los primeros 25 minutos. No hemos puesto en el campo todo lo que habíamos ensayado", aclaró el entrenador del Betis. "A mí lo que me preocupa es la falta de movilidad y no tanto que juguemos con dos centrocampistas defensivos o con un jugador de toque en el centro del campo", añadía el preparador verdiblanco, que sí valoró el buen nivel mostrado por Dani Ceballos: "Ha jugado el Dani que yo quiero y que demuestra que tiene un gran futuro por delante", finalizó Merino. Abelardo, por su parte, valoró la importancia del punto conseguido en el Benito Villamarín: "Es un empate ante un rival directo después de mucho sufrimiento, que es lo que nos queda de aquí hasta el final de temporada", aclaró el entrenador del conjunto asturiano.

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