Al récord se va por la izquierda
Alba rompe en el primer acto al Levante con sus ascensiones por el costado y propicia igualar la marca histórica de 28 partidos de imbatibilidad del Barcelona
Levantó los dos brazos Luis Enrique como símbolo de victoria y asintió satisfecho tras el primer tanto porque su lectura del partido había sido acertada. La banda izquierda era la clave. Entendió el técnico del Barcelona que el Levante le entregaba los costados (con un 4-3-1-2), empeñado en restar líneas de pase y pasillos interiores, por lo que llamó a Jordi Alba al área técnica. Quería el entrenador que su lateral hiciera de carrilero y pillara por sorpresa al rival con sus ascensiones, validado por la conducción de Iniesta y la agitación de Neymar. Y funcionó de rechupete.
Más récords para el Barcelona
- El Barça igualó la mejor racha de su historia: 28 partidos sin perder: 23 victorias y 5 empates, como en 2010-11.
- El equipo de Luis Enriqueha dejado su portería a cero en 51 de 100 partidos; en 18 de los 40 disputados este curso. El técnico suma 80 victorias, 11 empates y 9 derrotas en el banquillo azulgrana, con 282 goles a favor y 72 en contra. En los 100 primeros partidos con el Barça, Guardiola sumó 71 victorias, 19 empates y 10 derrotas con 242 goles a favor y 76 en contra.
- Messi alcanzó ante el Levante las 250 victorias en Primera en 332 partidos disputados. El expediente del argentino presenta 51 empates y solo 31 derrotas.
Fue un momento y con eso le vale al Barcelona en los últimos partidos, que le ha cogido gusto a eso de sestear sin contar con el espectáculo de Copa ante el Valencia. Tan resolutivo es que por eso cuenta 28 partidos sin conocer la derrota, récord histórico que comparte con Pep Guardiola en la temporada 2010-2011. “Cuando acabe la temporada diré si ha servido de algo el récord”, resolvió Luis Enrique, pragmático. “¿Recuerdas la última vez que perdisteis?”, le cuestionaron a Alba. “No, pero estamos haciendo las cosas bien y hay que seguir”.
Veloz y profundo, el 18 del Barça rompía en el primer acto por su lado. Y, como centrar no es su fuerte, le alcanzó con pisar la línea de fondo —algo posible también porque Iniesta y Neymar absorben rivales—, para pasar raso hacia atrás. Es la jugada preferida de Messi, que suele cobrase esa posición de remate. Algo parecido ocurrió ante el Levante; recibió de Iniesta, llegó hasta el final y centró a media altura. Navarro se entrometió e hizo autogol. No dudaron entonces los azulgrana en felicitar a Alba, que sumó su cuarta asistencia en la Liga.
El agujero, en la derecha
La capitalidad de Alba se subrayó gracias a Messi, que tiró cambios de orientación continuos para que al Levante no le diera tiempo a bascular. El receptor fue Neymar, que juega tan bien como líos le aparecen en los medios de comunicación, hasta el punto de que el Barcelona emitió el sábado un comunicado para “exigir respeto”. Ocurre que el padre del jugador se encaró con unos medios fuera del local donde Neymar festejaba por la noche su cumpleaños. “El derecho de información no puede estar reñido con la obligación de respetar la libertad de las personas y las mínimas normas de educación”, amplió el Barcelona. Aunque sobre el césped el 11 sí que habla.
Encaró Neymar a Iván López, que no recibía ayudas —tara que resolvió después Rubi al poner un 4-4-2—, y las dobladas de Alba se sucedieron. Pero el Levante le ganó metros al Barcelona, que suma en Liga tres partidos seguidos fuera de casa terribles (ante el Espanyol y el Málaga). Por lo que Alba se quedó más estático y decidió escoger las carreras, algo en lo que ha mejorado notablemente desde que se subiera a su moto azulgrana. Y, eléctrico y buena lapa como es, apenas padeció por su lado. Los problemas llegaban por la derecha, con un Alves descompuesto que evidencia la necesidad de Aleix Vidal, que le sustituyó en el segundo acto.
En la izquierda, con Adriano fuera de competición porque se conforma con jugar de vez en cuando, no hay dudas: juega Alba. Y en ocasiones, como en el Ciutat de Valencia, es imprescindible. Lo sabe Luis Enrique, que ante una defensa que se subraya por dentro, no solo se fía a su delantera sino que también cuenta con el carrilero y su banda izquierda. Ayer, satisfecho, Luis Enrique levantó los brazos a modo de victoria. Un centro de Alba y un gol en propia puerta además de una contra a última hora resuelta por Suárez, por más que no brille ni de lejos el fútbol azulgrana, bien vale el récord y el liderato.
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