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España vence a Rusia y abraza las semifinales

Los de Cadenas cumplen en la jornada final (25-23) y encaran a Croacia en la lucha por las medallas

Alejandro Ciriza
Morros frena el avance del ruso Zhitnikov.
Morros frena el avance del ruso Zhitnikov.JANEK SKARZYNSKI (AFP)

Misión cumplida, pero con matices, muchísimos matices. España venció a Rusia (25-23) en el desenlace de la segunda fase y disputará las semifinales del Europeo de Polonia, premio mayor a tenor de cómo pintaban las cosas hace solo unos días. Estará una vez más -15 en 25 grandes torneos- entre las cuatro selecciones que lucharán por las medallas, un mérito del que muy pocas pueden presumir. No lo podrán hacer, desde luego, mastodontes como Francia o Dinamarca, o la anfitriona Polonia, descabalgadas todas ellas contra todo pronóstico. En el horizonte aparece ahora Croacia, rival en las semifinales de mañana (21.00, Teledeporte). Pero ojo: demasiadas sombras hasta ahora, demasiadas; pero bendita la fortuna, por otra parte.

ESPAÑA, 25 - RUSIA, 23

España:Pérez de Vargas (p), Sterbik (p), Viran, Guardiola (1), Aginagalde (1), Entrerríos (2), Maqueda (3), Tomás (6), Rivera (11), Ugalde, García, Del Arco, Baena, Gurbindo, Cañellas (1) y Dujshebaev.

Rusia: Kireev (p), Bogdanov (p); Shiskarev, Shelmenko (3), Zhitnikov (1), Gorbok (2), Dibirov (5) y Chernoivanov, Kovalev (3), Atman (4), Chipurin (2), Kalarash (1), Dashko, Buzmakov (2), Soroka y Tcelishchev.

Parciales cada cinco minutos: 0-2, 4-4, 5-6, 8-10, 10-11, 11-12 —descanso—, 14-13, 17-15, 20-17, 24-19, 24-21, 25-23.

Árbitros: M. Gubica (CRO) y B. Milosevic (CRO).

Centennial Hall de Breslavia. Alrededor de 8.500 asistentes.

Como este campeonato se ha empeñado en volatilizar todo lo esperado o previsible, Dinamarca cayó en el primer pulso de la tarde, frente a Alemania. Bienvenida esa despedida, el adiós de una de las grandes favoritas, pero una vez que se esfumó la opción de que los nórdicos ahorrasen más sufrimiento a España —un triunfo suyo garantizaba el pase a ambas—, los Hispanos tenían que vencer sí o sí a Rusia. Costó lo suyo, como no podía ser de otro modo, porque hasta que no pisaron el acelerador, a partir del intermedio, el suspense volvió a planear en dosis innecesarias.

El pulso se movió en parámetros muy similares a los previos, con una España que sufre en estático y a la que le cuesta un mundo descerrajar las defensas si los extremos no intervienen. Buena parte de las opciones que tiene de conseguir una medalla pasará por las incursiones de Víctor Tomás, Valero Rivera y Cristian Ugalde; el resto del engranaje debe carburar, por supuesto, pero la aportación desde los flancos será absolutamente imprescindible. Piernas, piernas, piernas. De lo contrario, en el ataque se forma un embudo por el centro y el juego se comprime.

Trató de ponerle remedio Raúl Entrerríos, imperial en la organización del equipo, pero al que esta vez le faltaron socios. Se espera más de la primera línea y se echa especialmente en falta el virtuosismo de Cañellas, que llegó a Polonia con mucho desgaste, y a Julen Aginagalde siguen sin llegarle balones francos para percutir desde el pivote. Por eso, y por la rocosidad de la muralla rusa, Cadenas apostó por concederle más presencia en pista a Rafa Baena, una alternativa muy a tener en cuenta para erosionar al rival y abrir rendijas. Se agradeció también el regreso de Gedeón Guardiola, aunque como contrapartida supuso el descarte de Niko Mindegia.

El KO de Francia supone que en este torneo solo obtendrá una plaza olímpica el campeón

Si el primer periodo transcurrió a ráfagas, a arreones, en el segundo ya se pudo ver a una España mucho más naturalizada, con un Sterbik espléndido bajo los palos (11 paradas a 34 envíos) y caballos en los costados. Nada más reanudarse el partido se puso por primera vez en ventaja (14-13) y desde ese instante cobró toda su magnitud la figura de Rivera, ese extraordinario extremo que tuvo que emigrar a Francia para dejar muy claro que va mucho más allá de su apellido. Voló desde la izquierda una y otra vez, certero también desde los siete metros, y rubricó 11 goles en 14 lanzamientos.

Como fotograma final, una hermosa piña, un abrazo en señal de unión y alivio. Después de muchísimo sufrimiento, de demasiadas angustias; con mucho más oficio que lustre, España logró el pasaporte hacia las medallas. Pero un matiz importante: la eliminación de Francia supone que en este torneo solo obtendrá una plaza olímpica el campeón; para el resto no hay billete a Río. Así que solo queda una ruta: la de ir a por todas.

*Consulta cómo quedan las SEMIFINALES: cruces, fechas y horarios.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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