El Rayo se merienda al Celta
Los de Jémez aprovechan su superioridad en la primera parte ante un rival inoperante
El Rayo Vallecano sumó este sábado su primera victoria liguera en diez jornadas al arrollar, con goles de Miku, Tito y Jozabed, a un Celta de Vigo que presentó una alineación revolucionaria con muchas novedades y que no inquietó lo más mínimo a su rival en los noventa minutos.
Rayo, 3 - Celta, 0
Rayo: Juan Carlos; Quini, Zé Castro, Tito (Dorado, m. 75), Nacho; Llorente y Trashorras; Pablo Hernández (Joni Montiel, m. 62), Jozabed, Bebé; Miku (Javi Guerra, m. 68).
Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Goldar, Sergi Gómez, Planas (Jony, m. 72); Borja, Radoja (P. Hernández, m. 46), Drazic (Cheikh, m. 66), Señé, Bongonda; Beauvue.
Goles: 1-0. M. 20. Miku. 2-0. M. 25. Tito. 3-0. M. 36. Jozabed.
Árbitro: Jaime Latre. Amonestó a Beauvue, Orellana, Drazic, Goldar y Dorado.
Estadio de Vallecas, unos 12.000 espectadores.
El Celta, con posibilidades de acceder a la semifinal de la Copa del Rey, afrontó el choque liguero en Vallecas pensando más en esa cita copera contra el Atlético de Madrid de la próxima semana que en el duelo ante el Rayo. Eso se notó en la alineación que presentó Eduardo Berizzo, que hizo seis cambios y puso en la punta de ataque al guadalupeño Claudio Beauvue, refuerzo en el mercado invernal.
Tanto cambio no le sentó bien al conjunto gallego porque además el Rayo Vallecano salió con una marcha más que su rival y a los seis minutos ya contabilizaba tres ocasiones, dos de ellas con sendos remates al palo de Bebé y de Llorente de cabeza. El ambiente que se vivió en Vallecas, con los 'Bukaneros' apoyando al equipo y dotando de color al choque tras una vuelta entera en huelga de animación, ayudó al Rayo, que superó al Celta en todas las facetas del juego a lo largo del partido.
A los veintiún minutos, la insistencia del Rayo dio sus frutos con el primer tanto, obra del delantero venezolano Miku, que remachó un balón rebotado desde el palo a otro remate suyo que previamente había tocado en Goldar. El gol pareció noquear al Celta y dio alas al Rayo, que cinco minutos después amplió la diferencia con un remate de cabeza de Tito dentro del área, a saque de falta de Trashorras desde el costado derecho.
Antes de llegar al descanso, el conjunto madrileño volvió a marcar, y otra vez a balón parado, tras un saque de falta de Trashorras, ésta vez desde la izquierda, que remató de cabeza dentro del área Jozabed Sánchez. El Celta se marchó a los vestuarios con la cabeza baja y sobre todo con la impotencia de verse superado por el Rayo, ya que Beauvue en punta se mostró desasistido y la línea por detrás formada por Señé, Drazic y Bongonda no enlazó ninguna jugada de peligro en la primera mitad.
Para afrontar los segundos cuarenta y cinco minutos, Berizzo dio entrada a 'Tucu' Hernández en lugar de Radoja, lo que le permitió mantener algo más la posesión del balón, aunque el Celta siguió sin tener profundidad para inquietar con peligro a Juan Carlos.
El conjunto madrileño, que aflojó un poco su intensidad tras el descanso, se volvió a venir arriba cuando a los 55 minutos Miku recibió un balón de Bebé en el corazón del área y, solo ante Sergio, mandó su remate por encima del travesaño. A partir de ese instante, el Rayo comenzó otra vez su asedio y Miku, que se marchó entre aplausos al ser sustituido, y Jozabed pudieron marcar el cuarto tanto ante un Celta que para entonces ya había renunciado a cualquier jugada de ataque y se limitaba a contener más que a atacar. El pitido final desató el delirio en Vallecas, que vivió la primera victoria liguera del Rayo en más de dos meses, desde el 7 de noviembre de 2015, mientras que el Celta, con la mente puesta en la Copa, sumó su cuarta derrota en las últimas cinco jornadas.
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